La Liga pasa por la Champions
Si la Liga dependiera de la estadística, el campeón sería el Barça. Si se decidiera por la fidelidad a una idea, el título sería para el Atlético. Si el vencedor lo decidiera el azar que domina el fútbol más que a cualquier otro deporte, el Madrid levantaría el trofeo. Todo este planteamiento tiene, sin embargo, una premisa ineludible que pasa por los partidos de mañana martes y del miércoles. El misterio de la Liga quedará determinado por lo que pase en la Champions.
Los tres que luchan por la Liga han perdido uno de sus dos últimos partidos. El Barça cayó en Anoeta, el Madrid en Alemania y el Atlético en Barcelona, pero con sensaciones diferentes.
El Barcelona vive en la duda, como no podría ser menos en una entidad hipocondriaca que ha perdido la brújula del fútbol para entregarse de la mano de su técnico a las individualidades. Nadie espera que el Barça salga de este embrollo en el que se ha metido (un punto de nueve) gracias a la táctica. Se espera a los jugadores, no al técnico. En Barcelona nadie se pregunta qué le pasa al equipo, se preguntan qué le pasa a Neymar o a Messi. Son comandos aislados en la selva sin apoyo táctico de la base.
El Atlético es lo contrario. El líder es un coronel, que sabe que no tiene los mejores soldados, pero sí los más comprometidos. Simeone gestiona cuerpos, no egos. Mientras les dure el fuelle, resistirán.
El Madrid sigue siendo una moneda al aire y eso le hace tan peligroso como vulnerable. Y en esta partida de póker, la mitad de las cartas se descubrirán en el tablero europeo en una semana apasionante.
