Intensos combates reavivan el conflicto en Nagorno Karabaj

Putin llama a Armenia y Azerbaiyan a que den fin a la batalla por el control del enclave que enfrenta a ambos países desde 1994

Pilar Bonet
Moscú, El País
Sangrientos enfrentamientos bélicos entre azerbaiyanos y armenios en la noche del viernes al sábado han causado decenas de víctimas y recrudecido el conflicto del Alto Karabaj, uno de los territorios problemáticos legados hace un cuarto de siglo por la Unión Soviética en el Sur del Cáucaso.


Los relatos de las partes enfrentadas divergen sobre la responsabilidad por el reinicio de las hostilidades, el coste y el resultado. Aunque la realidad es difícil de determinar aún, la violencia ha estallado sobre el telón de fondo del deterioro de las relaciones entre Moscú y Ankara, dos potencias regionales con influencia sobre Yereván y Bakú, respectivamente. Esta razón hace que el momento sea tal vez el más delicado en la historia del litigio desde 1994, cuando sus protagonistas llegaron a un acuerdo de alto el fuego y encauzaron su resolución en un marco de diálogo (el llamado grupo de Minsk, bajo la égida de la OSCE,codirigido por Rusia, Francia y EEUU).

A lo largo de los años, aquel acuerdo ha sufrido transgresiones varias, de una u otra parte, pero nunca la situación había sido tan problemática desde el punto de vista de la acción conjunta de las potencias regionales con influencia en la zona.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha exhortado a las partes a cesar las hostilidades y el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, mantuvo conversaciones telefónicas de emergencia con sus colegas de Armenia y Azerbaiyán,Seyrán Ohanián y Zakir Hasánov, según la agencia Interfax. La OSCE por su parte expresó su “grave preocupación” por lo sucedido y los copresidentes del grupo de Minsk se manifestaron conjuntamente condenando el uso de la fuerza e instando al retorno a la negociación pacífica.

El presidente de Turquía Recep Tayip Erdogán en conversación telefónica con Iljam Alíev, el presidente de Azerbaiyán, expresó sus condolencias por la muerte de los soldados azerbaiyanos y también manifestó su apoyo y solidaridad con Azerbaiyán, según el servicio de prensa del presidente azerbaiyano, citado por Interfax. "El presidente de Turquía expresó apoyo y solidaridad por los acontecimientos en la línea de contacto de las tropas entre Armenia y Azerbaiyán", según escribe Interfax citando el servicio de prensa del presidente de Azerbaiyán.
Clientes del armamento ruso

Rusia es aliado de Armenia y mantiene una base militar en aquel país. Tanto Armenia como Azerbaiyán son clientes del armamento ruso.

En época de la URSS y desde 1923, el Alto Karabaj era una provincia autónoma de Azerbaiyán, poblada mayoritariamente por armenios. En febrero de 1988, los armenios de aquella provincia autónoma aprovecharon la apertura creada por la “perestroika” de Mijaíl Gorbachov y aprobaron una resolución en la que pedían separarse de Azerbaiyán para unirse a Armenia. Moscú no supo dar una salida política al problema y sobre el terreno siguió una violenta reacción en cadena con episodios de limpieza étnica y reasentamiento poblacional entre Azerbaiyán y Armenia. Los azerbaiyanos del Alto Karabaj se vieron obligados a abandonar el territorio y la misma suerte corrieron los armenios residentes en Bakú o en la saqueada ciudad de Sungait. La guerra produjo decenas de miles de muertos y centenares de miles de desplazados y en 1994 los armenios se hicieron con la victoria, tras la cual controlan militarmente un territorio de Azerbaiyán muy superior al de la antigua provincia autónoma soviética del Alto Karabaj. La región se considera independiente, pero es mantenida por Armenia a la que está unida por un corredor.

Yereván y Bakú se acusan mutuamente del reinicio de las hostilidades. Según el ministerio de Defensa de Azerbaiyán, las tropas de este país lograron romper la línea de defensa del Alto Karabaj y tomar algunas alturas estratégicas. Armenia negó esta información y sus portavoces afirmaron haber rechazado a los azerbaijanos a sus posiciones iniciales.
El niño de 12 años Gevorg Grigoryan, herido por un misil, en el hospital de Stepanakert, en Nagorno Karabaj.

Azerbaiyán ha afirmado haber destruido seis tanques armenios y también 15 baterías y equipo de artillería, así como haber causado 100 bajas al adversario. En Azerbaiyán han reconocido la muerte de 12 de sus soldados y la pérdida de un helicóptero Mi-24 y de un tanque. Los armenios, a su vez, han reconocido la muerte de 18 soldados. Según Interfax, en la ciudad de Stepanakert, la capital del Alto Karbaj, está en marcha el alistamiento de voluntarios, veteranos del conflicto y dispuestos a volver al frente.

El recrudecimiento de las hostilidades ocurrió cuando el presidente de Azerbaiyán, Iljam Alíev, y el de Armenia, Serzhé Sargsián, se encontraban en EE UU, asistiendo ambos a la cumbre de seguridad nuclear en aquel país. En EE UU Alíev dijo que Bakú continuará sus esfuerzos para regular el conflicto, pero que la resolución debe basarse en “la integridad territorial de Azerbaiyán”, según informa Ria Novosti. “Por desgracia, Armenia plantea constantemente condiciones para liberar los territorios ocupados”, afirmó Alíev, quien recordó que existen cuatro resoluciones incumplidas del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el conflicto del Alto Karabaj. “A pesar de eso la ocupación de nuestro territorio dura desde hace más de 20 años”, dijo el presidente azerbaiyano, según Ria Nóvosti.

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