Europa impulsa una gran base de datos para luchar contra el terrorismo
Los ministros del Interior respaldan conectar los diferentes registros europeos
Lucía Abellán
Luxemburgo, El País
La Unión Europea quiere dejar de correr detrás de los acontecimientos y tomar la iniciativa en materia antiterrorista. Los ministros del Interior han respaldado este jueves la creación de una extensa base de datos que aglutine y conecte toda la información paneuropea sobre vuelos, documentos robados, demandantes de asilo y visados, entre otros elementos. Tanto la Comisión Europea como los países miembros creen que los últimos atentados en Europa justifican ese paso adelante, aunque la propia presidencia de la UE, ahora en manos de Holanda, admite que la medida se enfrenta a “problemas prácticos y legales”.
Los ataques terroristas enfrentan a Europa a un dilema que el continente vive con mucha más intensidad que otros territorios. La disyuntiva entre libertad y seguridad suele saldarse con la protección de la primera, pero, al calor del terrorismo, los Estados adoptan decisiones más tarde contestadas por los tribunales. Ocurrió con la directiva que obligaba a las telefónicas a retener datos, aprobada al calor del 11 de septiembre estadounidense e invalidada por el Tribunal de Justicia de la UE hace dos años. Y ocurrió este mismo miércoles, con la anulación en Alemania de ciertas medidas de un paquete antiterrorista aprobado en 2008. El Tribunal Constitucional germano obliga a rehacer la norma, que permite vigilar con cámaras en sus domicilios –incluidos el dormitorio y el baño- a sospechosos de terrorismo. El alto tribunal entiende que viola el derecho a la privacidad, especialmente preciado en Alemania tras los excesos de vigilancia del nazismo y del comunismo.
Pero Europa está ahora en la fase de pertrecharse contra el terror, con el despliegue de policía y Ejército en el transporte público de Bruselas, la persecución penal de toda persona que retorna de Siria en varios países o el intento francés –frustrado por la Asamblea Nacional- de retirar la nacionalidad a los terroristas con doble pasaporte. Y en esa línea, aunque a escala muy diferente, los ministros del Interior han abrazado este jueves la propuesta de la Comisión Europea consistente en dar un acceso único a todas las bases de datos disponibles en Europa. “La seguridad de un Estado miembro es la seguridad de todos nosotros. Y la fragmentación hace a Europa vulnerable”, ha justificado el comisario del Interior, Dimitris Avramopoulos.
Casi todas las medidas extraordinarias que está adoptando la UE contra el terrorismo tratan de cercar a los llamados combatientes extranjeros, yihadistas con pasaporte europeo que viajan a Siria y se radicalizan. Pese a la preocupación existente, la dispersión de datos en diferentes registros afecta especialmente a estos yihadistas, de los que hay muchas lagunas. De los más de 5.000 que estima Europol –la agencia europea que lucha contra los grandes delitos- , los Estados miembros solo han comunicado 2.956 a la base específica de combatientes, según datos del Consejo Europeo. Y un número aun menor (1.625) figuraba en la base de Europol dedicada a todo tipo de delitos.
El Consejo desliza una crítica a la falta de compromiso de muchos países con un solo dato: el 90% de la información aportada a la base específica de yihadistas el año pasado provino de solo cinco países. La mayoría, por tanto, no alimentó ese registro.
De momento no hay una lista exhaustiva, aunque la Comisión recopila en su propuesta registros de fronteras (datos de viajeros, de visados, huellas dactilares de demandantes de asilo…) y policiales (las de Europol e Interpol, el nuevo registro de pasajeros aéreos que han ratificado hoy mismo los ministros del Interior, información de aduanas…). En la actualidad, cuando las fuerzas de seguridad quieren obtener información de una persona, deben consultar todas estas bases por separado. Con el nuevo sistema, una única consulta arrojará la información existente en cada compartimento.
Fuentes diplomáticas aseguran que los ministros son conscientes de que ese acceso único a información muy valiosa de cualquier individuo encierra potenciales problemas de protección de datos. En circunstancias normales, un proyecto así habría pasado varios filtros técnicos antes de someterse al juicio de los políticos, pero en las circunstancias actuales el objetivo es acelerar los trámites. Los titulares de Interior aprobarán un calendario más preciso en junio.
Otra de las propuestas sobre la mesa consiste en crear un registro con los viajeros que entran y salen de la UE, en principio ciudadanos de terceros países. Francia, golpeada doblemente por el terrorismo el año pasado, va un paso más allá y pide almacenar información también de los ciudadanos comunitarios que entren y salgan. “Si queremos ser eficaces, es necesario que el control exterior que se aplica a quienes salen de la UE se tenga en cuenta en la modificación de las disposiciones sobre gestión de fronteras”, ha expresado el ministro francés, Bernard Cazeneuve. La propuesta de la Comisión solo contempla recoger datos de terceros.
Lucía Abellán
Luxemburgo, El País
La Unión Europea quiere dejar de correr detrás de los acontecimientos y tomar la iniciativa en materia antiterrorista. Los ministros del Interior han respaldado este jueves la creación de una extensa base de datos que aglutine y conecte toda la información paneuropea sobre vuelos, documentos robados, demandantes de asilo y visados, entre otros elementos. Tanto la Comisión Europea como los países miembros creen que los últimos atentados en Europa justifican ese paso adelante, aunque la propia presidencia de la UE, ahora en manos de Holanda, admite que la medida se enfrenta a “problemas prácticos y legales”.
Los ataques terroristas enfrentan a Europa a un dilema que el continente vive con mucha más intensidad que otros territorios. La disyuntiva entre libertad y seguridad suele saldarse con la protección de la primera, pero, al calor del terrorismo, los Estados adoptan decisiones más tarde contestadas por los tribunales. Ocurrió con la directiva que obligaba a las telefónicas a retener datos, aprobada al calor del 11 de septiembre estadounidense e invalidada por el Tribunal de Justicia de la UE hace dos años. Y ocurrió este mismo miércoles, con la anulación en Alemania de ciertas medidas de un paquete antiterrorista aprobado en 2008. El Tribunal Constitucional germano obliga a rehacer la norma, que permite vigilar con cámaras en sus domicilios –incluidos el dormitorio y el baño- a sospechosos de terrorismo. El alto tribunal entiende que viola el derecho a la privacidad, especialmente preciado en Alemania tras los excesos de vigilancia del nazismo y del comunismo.
Pero Europa está ahora en la fase de pertrecharse contra el terror, con el despliegue de policía y Ejército en el transporte público de Bruselas, la persecución penal de toda persona que retorna de Siria en varios países o el intento francés –frustrado por la Asamblea Nacional- de retirar la nacionalidad a los terroristas con doble pasaporte. Y en esa línea, aunque a escala muy diferente, los ministros del Interior han abrazado este jueves la propuesta de la Comisión Europea consistente en dar un acceso único a todas las bases de datos disponibles en Europa. “La seguridad de un Estado miembro es la seguridad de todos nosotros. Y la fragmentación hace a Europa vulnerable”, ha justificado el comisario del Interior, Dimitris Avramopoulos.
Casi todas las medidas extraordinarias que está adoptando la UE contra el terrorismo tratan de cercar a los llamados combatientes extranjeros, yihadistas con pasaporte europeo que viajan a Siria y se radicalizan. Pese a la preocupación existente, la dispersión de datos en diferentes registros afecta especialmente a estos yihadistas, de los que hay muchas lagunas. De los más de 5.000 que estima Europol –la agencia europea que lucha contra los grandes delitos- , los Estados miembros solo han comunicado 2.956 a la base específica de combatientes, según datos del Consejo Europeo. Y un número aun menor (1.625) figuraba en la base de Europol dedicada a todo tipo de delitos.
El Consejo desliza una crítica a la falta de compromiso de muchos países con un solo dato: el 90% de la información aportada a la base específica de yihadistas el año pasado provino de solo cinco países. La mayoría, por tanto, no alimentó ese registro.
De momento no hay una lista exhaustiva, aunque la Comisión recopila en su propuesta registros de fronteras (datos de viajeros, de visados, huellas dactilares de demandantes de asilo…) y policiales (las de Europol e Interpol, el nuevo registro de pasajeros aéreos que han ratificado hoy mismo los ministros del Interior, información de aduanas…). En la actualidad, cuando las fuerzas de seguridad quieren obtener información de una persona, deben consultar todas estas bases por separado. Con el nuevo sistema, una única consulta arrojará la información existente en cada compartimento.
Fuentes diplomáticas aseguran que los ministros son conscientes de que ese acceso único a información muy valiosa de cualquier individuo encierra potenciales problemas de protección de datos. En circunstancias normales, un proyecto así habría pasado varios filtros técnicos antes de someterse al juicio de los políticos, pero en las circunstancias actuales el objetivo es acelerar los trámites. Los titulares de Interior aprobarán un calendario más preciso en junio.
Otra de las propuestas sobre la mesa consiste en crear un registro con los viajeros que entran y salen de la UE, en principio ciudadanos de terceros países. Francia, golpeada doblemente por el terrorismo el año pasado, va un paso más allá y pide almacenar información también de los ciudadanos comunitarios que entren y salgan. “Si queremos ser eficaces, es necesario que el control exterior que se aplica a quienes salen de la UE se tenga en cuenta en la modificación de las disposiciones sobre gestión de fronteras”, ha expresado el ministro francés, Bernard Cazeneuve. La propuesta de la Comisión solo contempla recoger datos de terceros.