Al menos dos explosiones en el centro de Kabul tras la visita de Kerry
No está claro el origen de las mismas, que se han producido en la zona diplomática de la capital afgana
Agencias
Kabul
Al menos dos explosiones han golpeado este sábado la zona diplomática de Kabul, la capital de Afganistán, poco después de que el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, haya finalizado su visita sorpresa al país. Kerry se ha reunido este sábado con autoridades afganas, entre ellas, el presidente, Ashraf Ghani.
Por el momento, se desconoce el origen de las explosiones y no se tiene constancia de que haya habido víctimas. También se han oído tiros. Las explosiones se producen tras un periodo de relativa calma en el país. "Hemos escuchado varias explosiones, pero no sabemos qué las ha causado", ha afirmado a la agencia France Presse un agente de policía que ha pedido permanecer en el anonimato. Los talibanes han atacado instalaciones militares y del Gobierno en el pasado.
La visita sorpresa de Kerry llega en el momento en el que el Gobierno afgano trata desesperadamente de conseguir que los talibanes vuelvan a la mesa de negociación para acabar con el conflicto que comenzó en 2001. Este sábado, Kerry ha hecho un llamamiento a los talibanes para acabar con más de 14 años de guerra. Ha mostrado su apoyo al proceso de paz impulsado por el Ejecutivo afgano, pero a cambio le ha pedido reformas.
El secretario de Estado de EE UU ha acudido a Kabul procedente de Bagdad. El proceso de paz, impulsado por el Ejecutivo afgano, EE UU, Pakistán y China, se ha topado no solo con el rechazo de los talibanes, sino incluso con su anuncio de un "ataque final". Los talibanes rechazan sentarse a negociar hasta que se respeten sus condiciones, entre ellas, que los 13.000 soldados extranjeros abandonen Afganistán.
La visita de Kerry se produce además cuando el Ejecutivo presidido por Ghani, con Abdullah Abdullah como jefe de Gobierno, cumple año y medio en el poder, al que llegó precisamente con la mediación del secretario de Estado de EE UU en un acuerdo que tiene una vigencia de cinco años —y no de dos, como aventuraban las voces críticas—, algo que el representante estadounidense se ha encargado de subrayar este sábado. Kerry ha recalcado que es preciso que se ponga en práctica "una agenda de reforma".
Agencias
Kabul
Al menos dos explosiones han golpeado este sábado la zona diplomática de Kabul, la capital de Afganistán, poco después de que el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, haya finalizado su visita sorpresa al país. Kerry se ha reunido este sábado con autoridades afganas, entre ellas, el presidente, Ashraf Ghani.
Por el momento, se desconoce el origen de las explosiones y no se tiene constancia de que haya habido víctimas. También se han oído tiros. Las explosiones se producen tras un periodo de relativa calma en el país. "Hemos escuchado varias explosiones, pero no sabemos qué las ha causado", ha afirmado a la agencia France Presse un agente de policía que ha pedido permanecer en el anonimato. Los talibanes han atacado instalaciones militares y del Gobierno en el pasado.
La visita sorpresa de Kerry llega en el momento en el que el Gobierno afgano trata desesperadamente de conseguir que los talibanes vuelvan a la mesa de negociación para acabar con el conflicto que comenzó en 2001. Este sábado, Kerry ha hecho un llamamiento a los talibanes para acabar con más de 14 años de guerra. Ha mostrado su apoyo al proceso de paz impulsado por el Ejecutivo afgano, pero a cambio le ha pedido reformas.
El secretario de Estado de EE UU ha acudido a Kabul procedente de Bagdad. El proceso de paz, impulsado por el Ejecutivo afgano, EE UU, Pakistán y China, se ha topado no solo con el rechazo de los talibanes, sino incluso con su anuncio de un "ataque final". Los talibanes rechazan sentarse a negociar hasta que se respeten sus condiciones, entre ellas, que los 13.000 soldados extranjeros abandonen Afganistán.
La visita de Kerry se produce además cuando el Ejecutivo presidido por Ghani, con Abdullah Abdullah como jefe de Gobierno, cumple año y medio en el poder, al que llegó precisamente con la mediación del secretario de Estado de EE UU en un acuerdo que tiene una vigencia de cinco años —y no de dos, como aventuraban las voces críticas—, algo que el representante estadounidense se ha encargado de subrayar este sábado. Kerry ha recalcado que es preciso que se ponga en práctica "una agenda de reforma".