Abusos y amenazas, el calvario de los presos de la dictadura de Corea del Norte

Infobae
La dictadura norcoreana utiliza a los presos extranjeros como valiosas armas para presionar a sus enemigos. En especial, a Estados Unidos. Durante sus años de detención, los prisioneros sufren todo tipo de abusos por parte de las fuerzas comandadas por Kim Jong-un.


Desde la década de los 90, la mayoría de los detenidos han sido norteamericanos y algunos que tenían la doble nacionalidad surcoreana-americana.

Desde 1995, 13 norteamericanos han sido apresados por la dictadura de Corea del Norte, según consigna The Telegraph.

En la mayor parte de los casos, los reclusos son obligados a confesar supuestos delitos, bajo una clara presión y amenaza de las fuerzas norcoreanas.

Como Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas con Corea del Norte, en los juicios de los acusados puede asistir un miembro de la Embajada de Suecia.

A continuación, un repaso por los últimos extranjeros detenidos por la dictadura de Pyongyang.


Evan Hunziker

El misionero que nadó desde China y fue detenido en Corea del Norte

Evan Hunziker fue el primer ciudadano norteamericano en ser arrestado en Corea del Norte por cargos de espionaje.

Con 26 años, nadó desde China a través del río Yalu y fue encontrado por agricultores norcoreanos, que lo entregaron a las autoridades. Fue acusado de espiar para Corea del Sur, acusación que el Departamento de Estado norteamericano y el propio Hunziker negaron rotundamente.

El detenido afirmó que había viajado a Asia para ser misionero. Después de tres meses de negociaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte, fue puesto en libertad.

La historia terminó en tragedia, ya que un mes después de llegar a Seattle, Hunziker se suicidó, luego de estar inmerso en una vida de delincuencia y drogadicción.


Euna Lee y Laura Ling


Periodistas detenidos

En marzo de 2009, las periodistas Euna Lee y Laura Ling fueron detenidas por la dictadura cuando intentaban iniciar un rodaje sobre la vida de los refugiados en la frontera con China.

Fueron acusadas de entrar ilegalmente al país y condenadas a 12 años de trabajos forzosos. Finalmente fueron indultadas y liberadas después de una visita del ex presidente estadounidense Bill Clinton.

Las periodistas fueron criticadas por activistas surcoreanos de derechos humanos, quienes las acusaron de haber puesto en riesgo a los refugiados al no ocultar sus cuadernos al momento de ser capturadas.


Robert Park


Ministro religioso torturado

Robert Park, ministro de una Iglesia católica de Estados Unidos, viajó a Corea del Norte en 2010 para protestar contra las violaciones a los derechos humanos.

Caminó en el congelado río Tumen gritando "Corea del Sur y América te aman", y luego fue capturado después de haber roto una imagen de Kim Jong-il en un pueblo costero.

Park, quien fue liberado seis semanas después, reveló que durante su detención en tres campos diferentes fue torturado y abusado sexualmente por sus captores.

En una entrevista con The Washington Post, aseguró que su detención fue "humillante" y "peor que la muerte".


Ajalón Gomes


El profesor rescatado por Jimmy Carter

Ajalón Gomes, un misionero cristiano y profesor de inglés en Corea del Sur, fue detenido en 2010 al ser acusado de entrar ilegalmente a Corea del Norte.

Fue obligado a pagar una multa de 70 millones de wons norcoreanos y condenado a ocho años de trabajos forzosos.

En agosto de ese año, el ex presidente norteamericano Jimmy Carter voló a Corea del Norte para negociar su liberación.

Gomes finalmente fue liberado el 26 de agosto de ese año, luego de que medios estatales norcoreanos informaran que Carter "hizo una disculpa a Kim Jong-nam", jefe de Estado de la dictadura.


Kennet Bae


El operador turístico acusado de "conspirar" para derrocar a la dictadura

Kennet Bae, operador turístico de doble nacionalidad surcoreana-norteamericana, fue acusado en 2013 de conspirar contra Kim Jong-un para su derrocamiento y fue condenado a 15 años de prisión.

El régimen norcoreano lo acusó de intentar "derrocar al Estado" y de llevar a cabo "una campaña de difamación maligna".

Agencias estatales locales indicaron que Bae planeó el supuesto golpe durante seis meses, bajo una misión llamada Operación Jericó.

Poco tiempo después de comenzar los trabajos forzosos, su salud se deterioró rápidamente, según sus familiares.

Luego de dos años, fue liberado junto a Matthew Miller, ciudadano estadounidense, condenado por cargos similares.

El cristiano encarcelado por dejar una Biblia en un club nocturno

En mayo de 2014, Jeffrey Fowle dejó una Biblia en un club nocturno de Corea del Norte, al parecer, a propósito. Esto fue visto por las autoridades como proselitismo, que está estrictamente prohibido en Corea del Norte y duramente castigado por los tribunales.

En octubre de ese año fue puesto en libertad.

Llegado a Estados Unidos, en una entrevista reconoció que se sintió protegido por Dios. "Creo que estaba protegido, nunca me dañaron físicamente", declaró.


Kim Dong-Chul


El "espía" acusado de robar secretos nucleares

Kim Dong-Chul es un hombre de negocios nacido en Corea del Sur y, al parecer, ciudadano estadounidense naturalizado.

En la actualidad, se encuentra detenido por Pyongyang. El hombre de 62 años reconoció en un video que robó secretos de la dictadura. Sin embargo, se especula que lo hizo bajo coacción.

En su confesión, también acusó a Estados Unidos de instigarlo a realizar trabajos de espionaje.

El Departamento de Estado, en tanto, sostiene que no puede confirmar la identidad de Kim.


El estudiante detenido por robar propaganda de la dictadura

Frederick Otto Warmbier, estudiante de 21 años, fue detenido en enero de 2016 acusado de cometer un "acto hostil" contra el régimen norcoreano.

Ante las cámaras de agencias estatales, el norteamericano ofreció una disculpa entre llantos y confesó haber robado una señal de propaganda en el hotel en el que se hospedaba. También se estima que habría confesado bajo amenaza de las autoridades norcoreanas.

El estudiante de la Universidad de Virginia fue condenado a 15 años de trabajos forzosos y aún permanece en Corea del Norte. La Casa Blanca, por su parte, exigió su liberación inmediata.

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