¿Qué implicancias para el país tiene la incursión en la energía nuclear?
La Paz, ANF
La ambientalista y docente universitaria Cecilia Requena advirtió que el acuerdo de cooperación firmado entre los gobiernos de Bolivia y Rusia para la construcción, operación y desmantelamiento del centro de investigación y desarrollo en tecnología nuclear, que además prevé el enriquecimiento de uranio, que fue ratificado por el pleno de la Cámara de Diputados el martes por la noche, se constituye en una incursión “sumamente peligrosa para el país, es anticonstitucional y no deberíamos estar discutiendo este tema”.
El artículo 344 de la Constitución Política del Estado (CPE) prohíbe la fabricación y uso de armas químicas, biológicas y nucleares en el territorio nacional, así como la internación, tránsito y depósito de residuos nucleares y desechos tóxicos. Y el artículo 343 señala que la población tiene derecho a la participación en la gestión ambiental, a ser consultado e informado previamente sobre decisiones que pudieran afectar a la calidad del medio ambiente.
“Todo el proceso ha sido desarrollado sin ninguna información pública del proyecto a detalle, que además no cuenta con estudios de factibilidad. Desde el punto de vista de las implicaciones en el medio ambiente y la salud, el impacto es enorme, nunca este tipo de incursiones tienen riesgo cero y desde el punto de vista financiero, igual”, explicó Requena.
Recordó accidentes mayores como el de la central nuclear de Chernóbil, dijo que ese tipo de riesgos son permanentes en estas incursiones, pero también explicó que accidentes menores ocurren inevitablemente, en las plantas nucleares del mundo, muchos de estos hechos nunca salen a la luz pública por asuntos estratégicos. Pero además en las plantas todos los días se contamina el agua y el aire.
“Estaríamos ingresando a una situación de riesgos potenciales y permanentes, esta es una situación de la que muchos países están queriendo salir y con un costo muy elevado. Según los datos oficiales 435 millones de euros es el monto que se requiere tan solo para desmantelar una planta de energía nuclear”, remarcó.
La ambientalista y docente universitaria Cecilia Requena advirtió que el acuerdo de cooperación firmado entre los gobiernos de Bolivia y Rusia para la construcción, operación y desmantelamiento del centro de investigación y desarrollo en tecnología nuclear, que además prevé el enriquecimiento de uranio, que fue ratificado por el pleno de la Cámara de Diputados el martes por la noche, se constituye en una incursión “sumamente peligrosa para el país, es anticonstitucional y no deberíamos estar discutiendo este tema”.
El artículo 344 de la Constitución Política del Estado (CPE) prohíbe la fabricación y uso de armas químicas, biológicas y nucleares en el territorio nacional, así como la internación, tránsito y depósito de residuos nucleares y desechos tóxicos. Y el artículo 343 señala que la población tiene derecho a la participación en la gestión ambiental, a ser consultado e informado previamente sobre decisiones que pudieran afectar a la calidad del medio ambiente.
“Todo el proceso ha sido desarrollado sin ninguna información pública del proyecto a detalle, que además no cuenta con estudios de factibilidad. Desde el punto de vista de las implicaciones en el medio ambiente y la salud, el impacto es enorme, nunca este tipo de incursiones tienen riesgo cero y desde el punto de vista financiero, igual”, explicó Requena.
Recordó accidentes mayores como el de la central nuclear de Chernóbil, dijo que ese tipo de riesgos son permanentes en estas incursiones, pero también explicó que accidentes menores ocurren inevitablemente, en las plantas nucleares del mundo, muchos de estos hechos nunca salen a la luz pública por asuntos estratégicos. Pero además en las plantas todos los días se contamina el agua y el aire.
“Estaríamos ingresando a una situación de riesgos potenciales y permanentes, esta es una situación de la que muchos países están queriendo salir y con un costo muy elevado. Según los datos oficiales 435 millones de euros es el monto que se requiere tan solo para desmantelar una planta de energía nuclear”, remarcó.