Papa condena la “violencia ciega” en los atentados de Bruselas: “Imploro a Dios por el don de la paz”
Bélgica, AFP
El papa Francisco condenó “la violencia ciega” de los atentados este martes en el aeropuerto y el metro de Bruselas y “ora por las víctimas”, que según un saldo provisional es de al menos 26 muertos y decenas heridos.
“El Santo Padre condena de nuevo la violencia ciega que engendra tantos sufrimientos e implora a Dios por el don de la paz”, escribió en un telegrama en el que “confía a la misericordia de Dios” a los que han perdido su vida y “se une con oraciones” al dolor de los familiares.
En el telegrama, redactado en francés y enviado a nombre del papa por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, al arzobispo de Bruselas, Jozef De Kesel, el papa argentino manifiesta su “cercanía” a los heridos, a sus familiares y a los socorristas.
“Que el Señor les de alivio y consolación en esa prueba”, pidió.
Tres explosiones en el aeropuerto y el metro de Bruselas dejaron al menos 26 muertos y decenas de heridos, unos ataques “ciegos” según el primer ministro belga, Charles Michel, que dejaron en shock a Europa.
El papa Francisco condenó “la violencia ciega” de los atentados este martes en el aeropuerto y el metro de Bruselas y “ora por las víctimas”, que según un saldo provisional es de al menos 26 muertos y decenas heridos.
“El Santo Padre condena de nuevo la violencia ciega que engendra tantos sufrimientos e implora a Dios por el don de la paz”, escribió en un telegrama en el que “confía a la misericordia de Dios” a los que han perdido su vida y “se une con oraciones” al dolor de los familiares.
En el telegrama, redactado en francés y enviado a nombre del papa por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, al arzobispo de Bruselas, Jozef De Kesel, el papa argentino manifiesta su “cercanía” a los heridos, a sus familiares y a los socorristas.
“Que el Señor les de alivio y consolación en esa prueba”, pidió.
Tres explosiones en el aeropuerto y el metro de Bruselas dejaron al menos 26 muertos y decenas de heridos, unos ataques “ciegos” según el primer ministro belga, Charles Michel, que dejaron en shock a Europa.