El FBI logra entrar en el iPhone de San Bernardino sin ayuda de Apple
El Gobierno de Estados Unidos zanja así la polémica con la empresa de Cupertino, que se había negado a facilitar el acceso al teléfono del terrorista Syed Farook
Pablo Ximénez de Sandoval
Los Angeles, El País
El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este lunes que el FBI ha conseguido hackear el teléfono de Syed Farook, el terrorista que mató a 14 personas a tiros en San Bernardino, California, el pasado 2 de diciembre. Así lo ha comunicado en un escrito dirigido al juzgado en el que se dirimía la polémica entre el Gobierno norteamericano y la compañía Apple, que se había negado a proporcionar a los investigadores una forma de eludir los sistemas de seguridad del iPhone. El Gobierno comunica a la juez que ya no necesita la ayuda de Apple.
El teléfono iPhone5 de Farook es una pieza fundamental para reconstruir los movimientos del terrorista en las horas previas y posteriores a aquella mañana, antes de ser abatido por la policía junto a su esposa, Tashfeen Malik. El FBI, sin embargo, no podía forzar la contraseña del teléfono porque tiene un sistema de seguridad que borra todo el contenido del aparato si se intentan claves erróneas muchas veces. Una jueza federal de California ordenó a la compañía Apple que diera asistencia técnica a los investigadores para entrar en el teléfono. La compañía se negó y recurrió la decisión, dando lugar a una batalla legal que ha sido vista como un caso paradigmático de los derechos civiles en la era digital.
La situación dio un giro el pasado 22 de marzo cuando la fiscal federal del caso anunció en un comunicado que una “tercera persona” ajena al caso se había ofrecido a ayudar a los investigadores. La noticia llegaba solo 24 horas antes de que las partes se vieran las caras en el juzgado en medio de una enorme expectación. El FBI pidió al juzgado hasta el 5 de abril para probar este método. Este martes informó al juzgado de su éxito. Ya no necesita a Apple.
El FBI no ha dado a conocer aún el contenido hallado en el teléfono. Tampoco ha dado ningún detalle de quién es la persona que le ha proporcionado el método para hackear el iPhone 5, ni cómo es ese método. Apple afirmaba que era imposible y que tenía que inventar un software nuevo para piratear sus propios aparatos, lo que consideraba inaceptable.
El escueto escrito registrado este martes en el juzgado de la magistrada Sheri Pym de Riverside, California, dice textualmente: "El Gobierno ha logrado con éxito acceder a los datos almacenados en el iPhone de Farook y por tanto ya no requiere de la asistencia de Apple Inc. ordenada por el juzgado (...) En consecuencia, el Gobierno solicita por la presente que se deje sin efecto la orden".
Esta solución no resuelve las cuestiones sobre privacidad y encriptación que pusieron de manifiesto las partes en las fases preliminares del caso. La fiscal federal del Sur de California encargada del caso, Elieen Decker, dejó claro en un comunicado que la única razón por la que se deja sin efecto la orden contra Apple es porque ha conseguido entrar en el teléfono. "Pedimos una orden para obligar a Apple a que ayudara a desbloquear el teléfono para cumplir con el solemne compromiso con las víctimas del tiroteo de San Bernardino, no descansaremos hasta que hayamos seguido cada pista de la investigación relacionada con este repugnante ataque".
La portavoz del Departamento de Justicia Melanie Newman añadió en un comunicado que "sigue siendo una prioridad para el Gobierno asegurarse de que las fuerzas de seguridad pueden obtener información digital crucial para proteger la seguridad nacional, bien con la colaboración de las partes interesadas o en los tribunales cuando esa cooperación falla. Continuaremos utilizando todas las opciones disponibles para esta misión, incluyendo la cooperación de los fabricantes y confiando en la creatividad de los sectores público y privado".
Pablo Ximénez de Sandoval
Los Angeles, El País
El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este lunes que el FBI ha conseguido hackear el teléfono de Syed Farook, el terrorista que mató a 14 personas a tiros en San Bernardino, California, el pasado 2 de diciembre. Así lo ha comunicado en un escrito dirigido al juzgado en el que se dirimía la polémica entre el Gobierno norteamericano y la compañía Apple, que se había negado a proporcionar a los investigadores una forma de eludir los sistemas de seguridad del iPhone. El Gobierno comunica a la juez que ya no necesita la ayuda de Apple.
El teléfono iPhone5 de Farook es una pieza fundamental para reconstruir los movimientos del terrorista en las horas previas y posteriores a aquella mañana, antes de ser abatido por la policía junto a su esposa, Tashfeen Malik. El FBI, sin embargo, no podía forzar la contraseña del teléfono porque tiene un sistema de seguridad que borra todo el contenido del aparato si se intentan claves erróneas muchas veces. Una jueza federal de California ordenó a la compañía Apple que diera asistencia técnica a los investigadores para entrar en el teléfono. La compañía se negó y recurrió la decisión, dando lugar a una batalla legal que ha sido vista como un caso paradigmático de los derechos civiles en la era digital.
La situación dio un giro el pasado 22 de marzo cuando la fiscal federal del caso anunció en un comunicado que una “tercera persona” ajena al caso se había ofrecido a ayudar a los investigadores. La noticia llegaba solo 24 horas antes de que las partes se vieran las caras en el juzgado en medio de una enorme expectación. El FBI pidió al juzgado hasta el 5 de abril para probar este método. Este martes informó al juzgado de su éxito. Ya no necesita a Apple.
El FBI no ha dado a conocer aún el contenido hallado en el teléfono. Tampoco ha dado ningún detalle de quién es la persona que le ha proporcionado el método para hackear el iPhone 5, ni cómo es ese método. Apple afirmaba que era imposible y que tenía que inventar un software nuevo para piratear sus propios aparatos, lo que consideraba inaceptable.
El escueto escrito registrado este martes en el juzgado de la magistrada Sheri Pym de Riverside, California, dice textualmente: "El Gobierno ha logrado con éxito acceder a los datos almacenados en el iPhone de Farook y por tanto ya no requiere de la asistencia de Apple Inc. ordenada por el juzgado (...) En consecuencia, el Gobierno solicita por la presente que se deje sin efecto la orden".
Esta solución no resuelve las cuestiones sobre privacidad y encriptación que pusieron de manifiesto las partes en las fases preliminares del caso. La fiscal federal del Sur de California encargada del caso, Elieen Decker, dejó claro en un comunicado que la única razón por la que se deja sin efecto la orden contra Apple es porque ha conseguido entrar en el teléfono. "Pedimos una orden para obligar a Apple a que ayudara a desbloquear el teléfono para cumplir con el solemne compromiso con las víctimas del tiroteo de San Bernardino, no descansaremos hasta que hayamos seguido cada pista de la investigación relacionada con este repugnante ataque".
La portavoz del Departamento de Justicia Melanie Newman añadió en un comunicado que "sigue siendo una prioridad para el Gobierno asegurarse de que las fuerzas de seguridad pueden obtener información digital crucial para proteger la seguridad nacional, bien con la colaboración de las partes interesadas o en los tribunales cuando esa cooperación falla. Continuaremos utilizando todas las opciones disponibles para esta misión, incluyendo la cooperación de los fabricantes y confiando en la creatividad de los sectores público y privado".