EE UU autoriza el uso de dólares en algunas transacciones con Cuba
La suavización restricciones comerciales sucede en vísperas de la visita de Obama a la isla
Silvia Ayuso
Washington, El País
Estados Unidos anunció este martes que permitirá algunos viajes “individuales” a Cuba, así como el uso del dólar en ciertas transacciones con la isla y que determinados cubanos que vivan en territorio norteamericano, como artistas o atletas, puedan ganar un salario. Las medidas han sido reveladas cuando queda menos de una semana para la histórica visita del presidente Barack Obama a Cuba. Se trata de uno de los paquetes de flexibilización de restricciones más contundentes decretados en el poco más de un año pasado desde que Washington y La Habana emprendieran la normalización de relaciones.
El objetivo de estas nuevas medidas, que entrarán en vigor mañana miércoles, es “facilitar más la interacción entre los pueblos de Cuba y de Estados Unidos, incluso a través de viajes y oportunidades comerciales y mediante un mayor acceso a la información”, explicó la Casa Blanca.
El dólar se abre a Cuba
La autorización para realizar algunas transacciones en dólares facilitará enormemente el todavía limitado pero creciente flujo comercial entre EE UU y Cuba, uno de los pilares básicos de la nueva política de Obama hacia la isla.
Entre otros, los cambios permitirán que los cubanos que hagan negocios con empresas estadounidenses —sobre todo los “cuentapropistas” o empleados por cuenta propia, el creciente sector privado en el que el Gobierno de Obama centra sus esfuerzos aperturistas— puedan abrir cuentas bancarias en EE UU. Ello facilitará los pagos a estos empresarios cubanos, que podrán además trasladar más fácilmente sus ingresos a la isla.
Ben Rhodes, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que Washington espera que estos cambios alienten reformas a su vez en la isla para que esta se transforme.
“Estamos facilitando que la economía cubana se abra a la economía global, y eso da incentivos importantes para que el Gobierno cubano continúe evolucionando su propio modelo económico”, explicó Rhodes, uno de los responsables de las negociaciones secretas que llevaron al anuncio de la normalización de relaciones del 17 de diciembre de 2014.
Viajar a Cuba será menos difícil
La flexibilización de los viajes, permitiendo que algunos estadounidenses vayan a Cuba de forma individual y no solo en grupos, promete a su vez hacer cada vez más irrelevante la prohibición de realizar turismo a Cuba, uno de los elementos del embargo más criticados y que se espera pueda ser eliminado más fácilmente por el Congreso.
La nueva provisión rige solo para los viajes “educacionales”, una de las 12 categorías bajo las cuales EE UU permite oficialmente viajar a ciudadanos norteamericanos a Cuba. Aun así, este cambio complementa de manera significativa el reciente acuerdo firmado por los dos países y que permitirá que, por primera vez en casi medio siglo, a partir del próximo otoño, aerolíneas estadounidenses operen vuelos comerciales regulares entre EE UU y Cuba.
Un guiño a Cuba y a las grandes ligas
Una de las medidas más conciliadoras anunciadas este martes es la autorización a que atletas o artistas cubanos puedan trabajar en EE UU bajo un visado y con un salario “que supere los gastos de subsistencia básicos”, que era lo que oficialmente podían cobrar hasta ahora si trabajaban en EE UU con permiso de La Habana. De ahí el alto número de deserciones entre las mayores estrellas del deporte y del arte cubanos en las últimas décadas. El último caso es el del más famoso pelotero cubano, Yuliesky Gurriel, que desertó junto a su hermano Lourdes durante la estancia de la selección en Santo Domingo el mes pasado. Para el Gobierno cubano, la deserción de sus atletas estrella, al igual que la de muchos de sus artistas, como ha sido el caso de numerosos bailarines, es un golpe especialmente doloroso. La prensa oficial cubana calificó la deserción de los Gurriel como una “franca actitud de entrega a los mercaderes del béisbol rentado y profesional.”
Pero además de ser un gesto conciliador hacia Cuba, la medida también está considerada un guiño hacia las grandes ligas, sobre todo a la Liga Profesional de Béisbol (MLB, por sus siglas en inglés), muy interesada en encontrar una vía para poder contratar a jugadores directamente. Según había adelantado el diario The New York Times hace unas semanas, la MLB ha solicitado ya al Departamento del Tesoro una propuesta para poder contratar a jugadores cubanos a pesar del embargo aún vigente.
Durante su estancia en Cuba, Obama asistirá a un partido amistoso entre la selección cubana de béisbol y los Tampa Bay Rays de Florida, el primer equipo estadounidense que juega en la isla desde 1999.
¿Gestos recíprocos desde Cuba?
A cinco días de que Obama se convierta en el primer presidente estadounidense que pisa Cuba desde 1928, Rhodes dio a entender que se espera que las medidas anunciadas ahora alienten a que también la contraparte cubana dé más pasos para normalizar las relaciones y facilitar los intercambios, sobre todo los comerciales.
Entre las medidas que le gustaría ver a Washington, Rhodes citó la despenalización del 10% que rige actualmente para el uso del dólar en Cuba, “lo que constituye una molestia para los estadounidenses” que viajan a la isla, o que los empresarios estadounidenses que quieran hacer negocios en Cuba puedan contratar a cubanos directamente y no a través del Gobierno cubano —que se queda una buena parte del salario—, como sucede hasta ahora.
Silvia Ayuso
Washington, El País
Estados Unidos anunció este martes que permitirá algunos viajes “individuales” a Cuba, así como el uso del dólar en ciertas transacciones con la isla y que determinados cubanos que vivan en territorio norteamericano, como artistas o atletas, puedan ganar un salario. Las medidas han sido reveladas cuando queda menos de una semana para la histórica visita del presidente Barack Obama a Cuba. Se trata de uno de los paquetes de flexibilización de restricciones más contundentes decretados en el poco más de un año pasado desde que Washington y La Habana emprendieran la normalización de relaciones.
El objetivo de estas nuevas medidas, que entrarán en vigor mañana miércoles, es “facilitar más la interacción entre los pueblos de Cuba y de Estados Unidos, incluso a través de viajes y oportunidades comerciales y mediante un mayor acceso a la información”, explicó la Casa Blanca.
El dólar se abre a Cuba
La autorización para realizar algunas transacciones en dólares facilitará enormemente el todavía limitado pero creciente flujo comercial entre EE UU y Cuba, uno de los pilares básicos de la nueva política de Obama hacia la isla.
Entre otros, los cambios permitirán que los cubanos que hagan negocios con empresas estadounidenses —sobre todo los “cuentapropistas” o empleados por cuenta propia, el creciente sector privado en el que el Gobierno de Obama centra sus esfuerzos aperturistas— puedan abrir cuentas bancarias en EE UU. Ello facilitará los pagos a estos empresarios cubanos, que podrán además trasladar más fácilmente sus ingresos a la isla.
Ben Rhodes, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que Washington espera que estos cambios alienten reformas a su vez en la isla para que esta se transforme.
“Estamos facilitando que la economía cubana se abra a la economía global, y eso da incentivos importantes para que el Gobierno cubano continúe evolucionando su propio modelo económico”, explicó Rhodes, uno de los responsables de las negociaciones secretas que llevaron al anuncio de la normalización de relaciones del 17 de diciembre de 2014.
Viajar a Cuba será menos difícil
La flexibilización de los viajes, permitiendo que algunos estadounidenses vayan a Cuba de forma individual y no solo en grupos, promete a su vez hacer cada vez más irrelevante la prohibición de realizar turismo a Cuba, uno de los elementos del embargo más criticados y que se espera pueda ser eliminado más fácilmente por el Congreso.
La nueva provisión rige solo para los viajes “educacionales”, una de las 12 categorías bajo las cuales EE UU permite oficialmente viajar a ciudadanos norteamericanos a Cuba. Aun así, este cambio complementa de manera significativa el reciente acuerdo firmado por los dos países y que permitirá que, por primera vez en casi medio siglo, a partir del próximo otoño, aerolíneas estadounidenses operen vuelos comerciales regulares entre EE UU y Cuba.
Un guiño a Cuba y a las grandes ligas
Una de las medidas más conciliadoras anunciadas este martes es la autorización a que atletas o artistas cubanos puedan trabajar en EE UU bajo un visado y con un salario “que supere los gastos de subsistencia básicos”, que era lo que oficialmente podían cobrar hasta ahora si trabajaban en EE UU con permiso de La Habana. De ahí el alto número de deserciones entre las mayores estrellas del deporte y del arte cubanos en las últimas décadas. El último caso es el del más famoso pelotero cubano, Yuliesky Gurriel, que desertó junto a su hermano Lourdes durante la estancia de la selección en Santo Domingo el mes pasado. Para el Gobierno cubano, la deserción de sus atletas estrella, al igual que la de muchos de sus artistas, como ha sido el caso de numerosos bailarines, es un golpe especialmente doloroso. La prensa oficial cubana calificó la deserción de los Gurriel como una “franca actitud de entrega a los mercaderes del béisbol rentado y profesional.”
Pero además de ser un gesto conciliador hacia Cuba, la medida también está considerada un guiño hacia las grandes ligas, sobre todo a la Liga Profesional de Béisbol (MLB, por sus siglas en inglés), muy interesada en encontrar una vía para poder contratar a jugadores directamente. Según había adelantado el diario The New York Times hace unas semanas, la MLB ha solicitado ya al Departamento del Tesoro una propuesta para poder contratar a jugadores cubanos a pesar del embargo aún vigente.
Durante su estancia en Cuba, Obama asistirá a un partido amistoso entre la selección cubana de béisbol y los Tampa Bay Rays de Florida, el primer equipo estadounidense que juega en la isla desde 1999.
¿Gestos recíprocos desde Cuba?
A cinco días de que Obama se convierta en el primer presidente estadounidense que pisa Cuba desde 1928, Rhodes dio a entender que se espera que las medidas anunciadas ahora alienten a que también la contraparte cubana dé más pasos para normalizar las relaciones y facilitar los intercambios, sobre todo los comerciales.
Entre las medidas que le gustaría ver a Washington, Rhodes citó la despenalización del 10% que rige actualmente para el uso del dólar en Cuba, “lo que constituye una molestia para los estadounidenses” que viajan a la isla, o que los empresarios estadounidenses que quieran hacer negocios en Cuba puedan contratar a cubanos directamente y no a través del Gobierno cubano —que se queda una buena parte del salario—, como sucede hasta ahora.