El Departamento de Justicia cree que la resistencia de Apple es márketing
Consideran que se basa en una defensa de su modelo de negocio, más que en la imposibilidad para colaborar
Rosa Jiménez Cano
San Francisco, El País
La paciencia se agota. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha estallado contra Apple y le ha pedido que colabore aportando las herramientas necesarias para poder acceder a los datos del iPhone 5C del tirador de San Bernardino. “Parece que la negativa de Apple a desbloquear el teléfono obedece más a un modelo de negocio y una estrategia de promoción de marca, de márketing” ha proclamado en un recurso que ha interpuesto.
Los documentos del Departamento reflejan que se ha pedido a Apple que cree un sistema para poder entrar al móvil del supuesto asesino de 14 personas, Syed Farook. Este miércoles el juzgado que lleva el caso insistió de nuevo. “Apple respondió y rechazaron públicamente la orden”, lamentan.
Tim Cook, el sucesor de Steve Jobs a los mandos de la empresa de Cupertino, no ha vuelto a pronunciarse desde la carta a los consumidores que publicó el propio miércoles. En la misma explica que ceder sería un ataque a la privacidad de los clientes y que no estaban dispuestos a crear una puerta trasera. Este es el punto discusión más fuerte entre las autoridades de Washington y el fabricante de iPhones.
La polémica “backdoor”, como se denomina en inglés, permitiría saltarse sus protocolos de seguridad sin necesidad de contar con Apple en cada ocasión. Para hacerlo posible tendría que modificar su sistema operativo mediante una actualización. La firma considera que esta medida haría vulnerables a ataques todos sus móviles y tabletas. La postura que defienden se basa en que un puerta trasera, por definición, una vulnerabilidad que puede ser explotada tanto por la Justificia como por háckers o gobiernos.
Desde 2008 Apple ha colaborado con las autoridades en 70 casos. Este resulta más complicado dado que el autor del tiroteo desactivó su cuenta de iCloud, el almacenamiento en la nube que también alberga la localización del aparato, quince días antes de los atentados. Entrar en el contenido del teléfono es crucial para poder reconstruir los hechos.
Se espera que la defensa de Apple, que acaba de fichar a Ted Olson, uno de los abogados más respetados del país, de signo republicano, entre 2001 y 2004 ejerció como abogado general del Estado, dé una respuesta formal al caso el próximo viernes. El recurso del Departamento de Justicia deja abierta una puerta a una audiencia para el 22 de marzo si no han cedido antes.
El caso ha despertado una oleada de solidaridad en Silicon Valley. Jan Koum, fundador de WhatsApp, fue el primero en manifiestarse a través de Facebook. Sundar Pichai, consejero delegado de Google, lo hizo a través de una cadena de tuits. El jueves, Jack Dorsey su homónimo en Twitter, mientras que Facebook se quedó en un comunicado oficial, de modo que Mark Zuckerberg todavía no ha dado su voz en este caso.
Rosa Jiménez Cano
San Francisco, El País
La paciencia se agota. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha estallado contra Apple y le ha pedido que colabore aportando las herramientas necesarias para poder acceder a los datos del iPhone 5C del tirador de San Bernardino. “Parece que la negativa de Apple a desbloquear el teléfono obedece más a un modelo de negocio y una estrategia de promoción de marca, de márketing” ha proclamado en un recurso que ha interpuesto.
Los documentos del Departamento reflejan que se ha pedido a Apple que cree un sistema para poder entrar al móvil del supuesto asesino de 14 personas, Syed Farook. Este miércoles el juzgado que lleva el caso insistió de nuevo. “Apple respondió y rechazaron públicamente la orden”, lamentan.
Tim Cook, el sucesor de Steve Jobs a los mandos de la empresa de Cupertino, no ha vuelto a pronunciarse desde la carta a los consumidores que publicó el propio miércoles. En la misma explica que ceder sería un ataque a la privacidad de los clientes y que no estaban dispuestos a crear una puerta trasera. Este es el punto discusión más fuerte entre las autoridades de Washington y el fabricante de iPhones.
La polémica “backdoor”, como se denomina en inglés, permitiría saltarse sus protocolos de seguridad sin necesidad de contar con Apple en cada ocasión. Para hacerlo posible tendría que modificar su sistema operativo mediante una actualización. La firma considera que esta medida haría vulnerables a ataques todos sus móviles y tabletas. La postura que defienden se basa en que un puerta trasera, por definición, una vulnerabilidad que puede ser explotada tanto por la Justificia como por háckers o gobiernos.
Desde 2008 Apple ha colaborado con las autoridades en 70 casos. Este resulta más complicado dado que el autor del tiroteo desactivó su cuenta de iCloud, el almacenamiento en la nube que también alberga la localización del aparato, quince días antes de los atentados. Entrar en el contenido del teléfono es crucial para poder reconstruir los hechos.
Se espera que la defensa de Apple, que acaba de fichar a Ted Olson, uno de los abogados más respetados del país, de signo republicano, entre 2001 y 2004 ejerció como abogado general del Estado, dé una respuesta formal al caso el próximo viernes. El recurso del Departamento de Justicia deja abierta una puerta a una audiencia para el 22 de marzo si no han cedido antes.
El caso ha despertado una oleada de solidaridad en Silicon Valley. Jan Koum, fundador de WhatsApp, fue el primero en manifiestarse a través de Facebook. Sundar Pichai, consejero delegado de Google, lo hizo a través de una cadena de tuits. El jueves, Jack Dorsey su homónimo en Twitter, mientras que Facebook se quedó en un comunicado oficial, de modo que Mark Zuckerberg todavía no ha dado su voz en este caso.