Bruselas convoca a Alemania, Suecia y Dinamarca por la crisis de Schengen
El comisario del Interior tratará de coordinar los controles fronterizos en los tres países
Lucía Abellán
Bruselas, El País
La Comisión Europea quiere evitar que los controles en las fronteras internas que Dinamarca comenzó a aplicar este lunes como respuesta a las medidas reforzadas de Suecia agudicen la crisis en el espacio Schengen. El comisario del Interior, Dimitris Avramopoulos, ha convocado a los ministros del ramo de Alemania, Suecia y Dinamarca para discutir las nuevas restricciones aplicadas por estos países. La reunión se producirá el miércoles en Bruselas, según ha anunciado la Comisión.
De entrada, el Ejecutivo comunitario considera legales los controles excepcionales que los tres países están aplicando en sus respectivas fronteras, incluido el más reciente, el de Dinamarca. Aun así, es consciente de que pedir la documentación a todos los viajeros que transitan por esas rutas puede provocar cuellos de botella difíciles de gestionar, especialmente cuando el objetivo de esos chequeos es cerrar el paso a los miles de refugiados que tratan de abrirse camino hacia Alemania o Suecia. “Schengen está bajo presión, pero trabajamos para que la situación se normalice”, ha argumentado un portavoz de la Comisión.
Suecia, el país con más refugiados per cápita de la UE, comenzó a aplicar algunos controles en sus fronteras el pasado 12 de noviembre para tratar de frenar el flujo de solicitantes de asilo que se dirigen a sus fronteras (más de 100.000 lo han pedido en los primeros 10 meses del año). Pero desde el pasado lunes el Gobierno socialdemócrata sueco decidió intensificar esas medidas y denegar la entrada a todo viajero que no presentase documentación válida en el puente que une Dinamarca con Suecia y en los barcos que conectan el país escandinavo con Dinamarca y con Alemania. Como respuesta a esa medida, el Ejecutivo danés se decidió a aplicar también controles. El efecto dominó quedó frenado porque Alemania, que mantiene chequeos también desde septiembre en la frontera con Austria, no los trasladó a la frontera danesa. Pero Bruselas teme tensiones.
El comisario Avramopoulos tratará de que los tres ministros del Interior coordinen sus estrategias para evitar atascos y situaciones de refugiados varados en las fronteras interiores de la UE. Pero el portavoz comunitario admite que no existe “una bala mágica” para solucionar el problema. Como medidas para suavizar la crisis, este responsable recuerda la propuesta de crear una policía europea de guardias de fronteras para actuar en situaciones de crisis, el refuerzo de los límites exteriores de la UE y el plan de acción que se negocia con Turquía para lograr que este país frene el tránsito de los miles de refugiados que llegan a Europa (más de 1,5 millones entre enero y noviembre de 2015, según datos de Frontex, la agencia comunitaria de fronteras).
Lucía Abellán
Bruselas, El País
La Comisión Europea quiere evitar que los controles en las fronteras internas que Dinamarca comenzó a aplicar este lunes como respuesta a las medidas reforzadas de Suecia agudicen la crisis en el espacio Schengen. El comisario del Interior, Dimitris Avramopoulos, ha convocado a los ministros del ramo de Alemania, Suecia y Dinamarca para discutir las nuevas restricciones aplicadas por estos países. La reunión se producirá el miércoles en Bruselas, según ha anunciado la Comisión.
De entrada, el Ejecutivo comunitario considera legales los controles excepcionales que los tres países están aplicando en sus respectivas fronteras, incluido el más reciente, el de Dinamarca. Aun así, es consciente de que pedir la documentación a todos los viajeros que transitan por esas rutas puede provocar cuellos de botella difíciles de gestionar, especialmente cuando el objetivo de esos chequeos es cerrar el paso a los miles de refugiados que tratan de abrirse camino hacia Alemania o Suecia. “Schengen está bajo presión, pero trabajamos para que la situación se normalice”, ha argumentado un portavoz de la Comisión.
Suecia, el país con más refugiados per cápita de la UE, comenzó a aplicar algunos controles en sus fronteras el pasado 12 de noviembre para tratar de frenar el flujo de solicitantes de asilo que se dirigen a sus fronteras (más de 100.000 lo han pedido en los primeros 10 meses del año). Pero desde el pasado lunes el Gobierno socialdemócrata sueco decidió intensificar esas medidas y denegar la entrada a todo viajero que no presentase documentación válida en el puente que une Dinamarca con Suecia y en los barcos que conectan el país escandinavo con Dinamarca y con Alemania. Como respuesta a esa medida, el Ejecutivo danés se decidió a aplicar también controles. El efecto dominó quedó frenado porque Alemania, que mantiene chequeos también desde septiembre en la frontera con Austria, no los trasladó a la frontera danesa. Pero Bruselas teme tensiones.
El comisario Avramopoulos tratará de que los tres ministros del Interior coordinen sus estrategias para evitar atascos y situaciones de refugiados varados en las fronteras interiores de la UE. Pero el portavoz comunitario admite que no existe “una bala mágica” para solucionar el problema. Como medidas para suavizar la crisis, este responsable recuerda la propuesta de crear una policía europea de guardias de fronteras para actuar en situaciones de crisis, el refuerzo de los límites exteriores de la UE y el plan de acción que se negocia con Turquía para lograr que este país frene el tránsito de los miles de refugiados que llegan a Europa (más de 1,5 millones entre enero y noviembre de 2015, según datos de Frontex, la agencia comunitaria de fronteras).