Tribunal del Vaticano acepta asesores del papa como testigos
Ciudad del Vaticano, AP
Un tribunal vaticano acordó el lunes permitir a la defensa que llame algunos de los principales consejeros del papa Francisco, incluido su secretario de estado, para testificar en un juicio sobre documentos filtrados, con lo que la Santa Sede buscó disipar las críticas de que los cinco acusados no tendrían un proceso justo.
El juez Giuseppe Dalla Torre también accedió a las peticiones de la defensa de admitir mensajes de texto más completos y correos electrónicos, así como las cartas de recomendación y los resultados de un examen psiquiátrico de un monseñor dentro de la evidencia, al ponerse en marcha formalmente el juicio.
Tres personas que integraban una comisión papal están acusadas de filtrar documentos a dos periodistas que publicaron libros muy vendidos detallando el derroche, la mala gestión y la avaricia entre algunos cardenales y obispos, y la resistencia que el papa Francisco enfrenta poniendo orden.
Los dos periodistas también están enjuiciados, acusados de obtener de manera ilegal los materiales y publicarlos, acusaciones que han atraído críticas de los grupos de derechos de los medios de comunicación en todo el mundo.
Francesca Chaouqui, una italiana experta en comunicaciones y miembro de la comisión, llamó como testigos a tres de los principales consejeros del papa, incluido su secretario de estado, el cardenal Pietro Parolin.
Dalla Torre admitió a todos, anulando las objeciones de los fiscales. Aún está por verse, sin embargo, si pueden ser obligados a testificar; Parolin, por ejemplo, podría argumentar que goza de inmunidad como jefe de estado.
Durante la primera audiencia, el 24 de noviembre, el tribunal de Dalla Torre dio la impresión de tener la intención de terminar con el juicio lo más rápido posible, al negarse a la solicitud de la defensa de tener más tiempo para prepararse, rechazar las solicitudes de los acusados de permitir a sus abogados de siempre que los representaran, y programar sesiones consecutivas altamente inusuales de mañana y tarde toda la semana.
Pero el lunes, Dalla Torre pareció mucho más imparcial y listo para dejar que el juicio tome su tiempo.
La semana pasada, en medio de las críticas de los acusados de que sus derechos fueron violados, el papa Francisco reconoció que hubiera querido que el juicio finalizara para el martes que inicia su Año Santo de Misericordia, pero dijo que se dio cuenta de que los derechos de los acusados deben ser respetados.
En respuesta a las críticas, el portavoz vaticano, el reverendo Federico Lombardi, emitió el lunes un comunicado titulado "Garantía de un Juicio Justo", en el cual insistió que el código legal del Vaticano está a la par con el de otros países, que los derechos de los acusados estaban siendo respetados, y explicó que sólo los abogados especialmente capacitados en la ley del Vaticano podían aparecer en el tribunal.
No obstante, Chaouqui señaló que en el pasado se han hecho excepciones, incluido su abogado de siempre, a quien sin embargo se le negó la admisión a este juicio.
Un tribunal vaticano acordó el lunes permitir a la defensa que llame algunos de los principales consejeros del papa Francisco, incluido su secretario de estado, para testificar en un juicio sobre documentos filtrados, con lo que la Santa Sede buscó disipar las críticas de que los cinco acusados no tendrían un proceso justo.
El juez Giuseppe Dalla Torre también accedió a las peticiones de la defensa de admitir mensajes de texto más completos y correos electrónicos, así como las cartas de recomendación y los resultados de un examen psiquiátrico de un monseñor dentro de la evidencia, al ponerse en marcha formalmente el juicio.
Tres personas que integraban una comisión papal están acusadas de filtrar documentos a dos periodistas que publicaron libros muy vendidos detallando el derroche, la mala gestión y la avaricia entre algunos cardenales y obispos, y la resistencia que el papa Francisco enfrenta poniendo orden.
Los dos periodistas también están enjuiciados, acusados de obtener de manera ilegal los materiales y publicarlos, acusaciones que han atraído críticas de los grupos de derechos de los medios de comunicación en todo el mundo.
Francesca Chaouqui, una italiana experta en comunicaciones y miembro de la comisión, llamó como testigos a tres de los principales consejeros del papa, incluido su secretario de estado, el cardenal Pietro Parolin.
Dalla Torre admitió a todos, anulando las objeciones de los fiscales. Aún está por verse, sin embargo, si pueden ser obligados a testificar; Parolin, por ejemplo, podría argumentar que goza de inmunidad como jefe de estado.
Durante la primera audiencia, el 24 de noviembre, el tribunal de Dalla Torre dio la impresión de tener la intención de terminar con el juicio lo más rápido posible, al negarse a la solicitud de la defensa de tener más tiempo para prepararse, rechazar las solicitudes de los acusados de permitir a sus abogados de siempre que los representaran, y programar sesiones consecutivas altamente inusuales de mañana y tarde toda la semana.
Pero el lunes, Dalla Torre pareció mucho más imparcial y listo para dejar que el juicio tome su tiempo.
La semana pasada, en medio de las críticas de los acusados de que sus derechos fueron violados, el papa Francisco reconoció que hubiera querido que el juicio finalizara para el martes que inicia su Año Santo de Misericordia, pero dijo que se dio cuenta de que los derechos de los acusados deben ser respetados.
En respuesta a las críticas, el portavoz vaticano, el reverendo Federico Lombardi, emitió el lunes un comunicado titulado "Garantía de un Juicio Justo", en el cual insistió que el código legal del Vaticano está a la par con el de otros países, que los derechos de los acusados estaban siendo respetados, y explicó que sólo los abogados especialmente capacitados en la ley del Vaticano podían aparecer en el tribunal.
No obstante, Chaouqui señaló que en el pasado se han hecho excepciones, incluido su abogado de siempre, a quien sin embargo se le negó la admisión a este juicio.