Netanyahu reactiva la construcción de una colonia que divide Cisjordania
EE UU y la UE han advertido a Israel de que traspasará una línea roja con este proyecto
Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
El Gobierno de Benjamín Netanyahu parece dispuesto a reactivar la ampliación de asentamientos judíos en Cisjordania, y en concreto la polémica colonia E-1, cuya construcción amenaza con partir en dos Cisjordania al impedir la continuidad territorial palestina. La organización Paz Ahora, que ha hecho públicos los planes de expansión de los asentamientos tras acogerse a la legislación sobre transparencia de la Administración, ha recordado que cada vez que se reanudan los planes de este proyecto “la comunidad internacional los condena”.
Paz Ahora asegura en su informe Alejando la solución de los dos Estados, difundido ayer, que el Gobierno israelí prevé construir más de 55.000 viviendas en asentamientos situados en territorio ocupado de Cisjordania y Jerusalén Este, de las que 8.300 serían erigidas en la colonia E-1. Se trata de una franja de terreno de 12 kilómetros cuadrados situada entre el gran asentamiento de Maale Adumin, que cuenta con 40.000 habitantes, y la zona nororiental de Jerusalén.
“Los planes de Israel para extender su estrategia de colonización y para estrangular al pueblo palestino suponen el fin de la solución de los dos Estados”, advirtió ayer la veterana dirigente palestina Hanan Ashraui. El bloque de colonias judías previsto desde Maale Adumin hasta la Ciudad Santa representaría en el futuro una barrera de edificaciones que dificultaría gravemente la comunicación entre Ramala y Belén, al norte y al sur de Jerusalén, respectivamente, y amenazaría la viabilidad territorial de un futuro Estado de Palestina.
Estados Unidos y la Unión Europea han advertido a Israel en los últimos años de que la construcción de la colonia E-1 implicaría traspasar una línea roja y acarrearía impredecibles consecuencias. Incluso la Administración del presidente norteamericano George W. Bush —una de las más proisraelíes en la historia de Estados Unidos— desaconsejó la construcción del proyecto E-1. Hace ahora dos años, el Ministerio de Vivienda israelí inició los trámites para reactivar el plan de este polémico asentamiento, pero el primer ministro Netanyahu ordenó congelarlos por “razones políticas y diplomáticas”.
La comunidad internacional no reconoce los asentamientos establecidos tras la guerra de 1967 por Israel en Cisjordania y el Este de Jerusalén, en donde residen más de 600.000 colonos en la actualidad, al considerarlos ilegales y un obstáculo para una solución pacífica al conflicto palestino. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, advirtió recientemente de que “la expansión de las de las colonias plantea serias dudas sobre las intenciones de Israel a largo plazo y hace mucho más difícil la separación de los palestinos” en un Estado propio.
Paz Ahora sostiene que Netanyahu ha dado luz verde a un plan de expansión que incluye el polémico proyecto E-1, así como a la creación de dos nuevos asentamientos y la regularización de seis colonias consideradas hasta ahora ilegales. El Ministerio de la Vivienda ha contratado a un equipo de urbanistas para la planificación del asentamiento, que se hallaba paralizada desde 2005. Yaris Oppenheimer, director de Paz Ahora, declaró al diario Haaretz que la documentación que ha recibido de la Administración israelí muestra que Netanyahu ha seguido promoviendo en secreto la expansión masiva de los asentamientos: “El Gobierno ha invertido muchos millones en el establecimiento de nuevas colonias, mientras prepara detrás del telón la solución de un solo Estado”.
Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
El Gobierno de Benjamín Netanyahu parece dispuesto a reactivar la ampliación de asentamientos judíos en Cisjordania, y en concreto la polémica colonia E-1, cuya construcción amenaza con partir en dos Cisjordania al impedir la continuidad territorial palestina. La organización Paz Ahora, que ha hecho públicos los planes de expansión de los asentamientos tras acogerse a la legislación sobre transparencia de la Administración, ha recordado que cada vez que se reanudan los planes de este proyecto “la comunidad internacional los condena”.
Paz Ahora asegura en su informe Alejando la solución de los dos Estados, difundido ayer, que el Gobierno israelí prevé construir más de 55.000 viviendas en asentamientos situados en territorio ocupado de Cisjordania y Jerusalén Este, de las que 8.300 serían erigidas en la colonia E-1. Se trata de una franja de terreno de 12 kilómetros cuadrados situada entre el gran asentamiento de Maale Adumin, que cuenta con 40.000 habitantes, y la zona nororiental de Jerusalén.
“Los planes de Israel para extender su estrategia de colonización y para estrangular al pueblo palestino suponen el fin de la solución de los dos Estados”, advirtió ayer la veterana dirigente palestina Hanan Ashraui. El bloque de colonias judías previsto desde Maale Adumin hasta la Ciudad Santa representaría en el futuro una barrera de edificaciones que dificultaría gravemente la comunicación entre Ramala y Belén, al norte y al sur de Jerusalén, respectivamente, y amenazaría la viabilidad territorial de un futuro Estado de Palestina.
Estados Unidos y la Unión Europea han advertido a Israel en los últimos años de que la construcción de la colonia E-1 implicaría traspasar una línea roja y acarrearía impredecibles consecuencias. Incluso la Administración del presidente norteamericano George W. Bush —una de las más proisraelíes en la historia de Estados Unidos— desaconsejó la construcción del proyecto E-1. Hace ahora dos años, el Ministerio de Vivienda israelí inició los trámites para reactivar el plan de este polémico asentamiento, pero el primer ministro Netanyahu ordenó congelarlos por “razones políticas y diplomáticas”.
La comunidad internacional no reconoce los asentamientos establecidos tras la guerra de 1967 por Israel en Cisjordania y el Este de Jerusalén, en donde residen más de 600.000 colonos en la actualidad, al considerarlos ilegales y un obstáculo para una solución pacífica al conflicto palestino. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, advirtió recientemente de que “la expansión de las de las colonias plantea serias dudas sobre las intenciones de Israel a largo plazo y hace mucho más difícil la separación de los palestinos” en un Estado propio.
Paz Ahora sostiene que Netanyahu ha dado luz verde a un plan de expansión que incluye el polémico proyecto E-1, así como a la creación de dos nuevos asentamientos y la regularización de seis colonias consideradas hasta ahora ilegales. El Ministerio de la Vivienda ha contratado a un equipo de urbanistas para la planificación del asentamiento, que se hallaba paralizada desde 2005. Yaris Oppenheimer, director de Paz Ahora, declaró al diario Haaretz que la documentación que ha recibido de la Administración israelí muestra que Netanyahu ha seguido promoviendo en secreto la expansión masiva de los asentamientos: “El Gobierno ha invertido muchos millones en el establecimiento de nuevas colonias, mientras prepara detrás del telón la solución de un solo Estado”.