Kerry y la oposición siria admiten las dificultades de aplicar el plan de paz
El diplomático estadounidense prevé un camino "complicado" tras la resolución de la ONU
Joan Faus
Washington, El País
Logrado el aval histórico del Consejo de Seguridad de la ONU, se evidencian los enormes desafíos que conlleva la aplicación del plan de paz para poner fin a la sangrienta guerra civil siria. Tras el voto del viernes en Nueva York, los responsables de Exteriores de Estados Unidos, John Kerry, y Rusia, Serguéi Lavrov, subrayaron la importancia que supone el hecho de que, por primera vez desde que estalló el conflicto en la primavera de 2011, se aprobara una resolución sobre una salida negociada a la guerra.
Pero, en una rueda de prensa conjunta, los dos impulsores de la hoja de ruta evidenciaron las divergencias entre Washington y Moscú sobre el futuro del país árabe. Y Kerry admitió las dificultades de acercar al régimen sirio y la amalgama de opositores. “Nadie está sugiriendo que el camino hacia adelante es dorado. Es complicado. Seguirá siendo complicado. Pero esto al menos exige a las partes que vengan a la mesa”, dijo.
La resolución fija el inicio en enero de un proceso de diálogo, auspiciado por Naciones Unidas, entre el Gobierno de Bachar el Asad y la oposición que llevaría a un alto el fuego parcial y, en un plazo de 18 meses, a la celebración de elecciones. Las principales incógnitas a resolver son qué opositores participarían en las negociaciones y si acudirán representantes del régimen sirio.
En una reunión previa al voto de la ONU, el llamado Grupo Internacional de Apoyo a Siria —liderado por EE UU y Rusia, y con la participación de enemigos regionales como Arabia Saudí, Irán y Turquía— no logró ponerse de acuerdo en qué grupos opositores carecen de lazos terroristas para poder participar en el diálogo.
Kerry y Lavrov admitieron la posibilidad de que el inicio del proceso de diálogo empiece más tarde de enero, pese a que confiaron en que se cumpla el plazo marcado. Ambos defendieron que en seis meses se haya establecido un Gobierno de transición.
Críticas de la oposición
La percepción de camino tortuoso fue revalidada este sábado por la fracturada oposición a Damasco. La Coalición Nacional, el principal paraguas opositor, con sede en Turquía, consideró irrealista el plan de paz.
El jefe de ese grupo, Khaled Khoja, escribió en Twitter que la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad “debilita” la cumbre celebrada la semana pasada en Arabia Saudí en la que se acordó que un secretariado supervisaría las conversaciones de paz y escogería a la delegación opositora negociadora.
Otro miembro del grupo, Samir Nashar, consideró que la resolución es “absolutamente no aplicable” por los bombardeos de los Ejércitos sirio y ruso contra posiciones opositoras y el “impasse” sobre el futuro de El Asad, informa la agencia AFP.
El texto no hace ninguna mención a si el presidente sirio podría concurrir a la reelección. Rusia es un fiel aliado de El Asad y el hecho de que por primera vez haya decidido no vetar en la ONU una resolución sobre Siria se explica por la ausencia de alusiones en el documento al futuro del dictador.
EE UU sostiene que, por su represión atroz en una guerra con más de 250.000 muertos, El Asad no está legitimado para seguir en el poder. Pero en los últimos meses, ha suavizado su posición al avanzar que no considera necesaria su salida a corto plazo, lo que ha facilitado que Rusia e Irán —los principales valedores del régimen de Damasco— se impliquen en la resolución del conflicto.
Joan Faus
Washington, El País
Logrado el aval histórico del Consejo de Seguridad de la ONU, se evidencian los enormes desafíos que conlleva la aplicación del plan de paz para poner fin a la sangrienta guerra civil siria. Tras el voto del viernes en Nueva York, los responsables de Exteriores de Estados Unidos, John Kerry, y Rusia, Serguéi Lavrov, subrayaron la importancia que supone el hecho de que, por primera vez desde que estalló el conflicto en la primavera de 2011, se aprobara una resolución sobre una salida negociada a la guerra.
Pero, en una rueda de prensa conjunta, los dos impulsores de la hoja de ruta evidenciaron las divergencias entre Washington y Moscú sobre el futuro del país árabe. Y Kerry admitió las dificultades de acercar al régimen sirio y la amalgama de opositores. “Nadie está sugiriendo que el camino hacia adelante es dorado. Es complicado. Seguirá siendo complicado. Pero esto al menos exige a las partes que vengan a la mesa”, dijo.
La resolución fija el inicio en enero de un proceso de diálogo, auspiciado por Naciones Unidas, entre el Gobierno de Bachar el Asad y la oposición que llevaría a un alto el fuego parcial y, en un plazo de 18 meses, a la celebración de elecciones. Las principales incógnitas a resolver son qué opositores participarían en las negociaciones y si acudirán representantes del régimen sirio.
En una reunión previa al voto de la ONU, el llamado Grupo Internacional de Apoyo a Siria —liderado por EE UU y Rusia, y con la participación de enemigos regionales como Arabia Saudí, Irán y Turquía— no logró ponerse de acuerdo en qué grupos opositores carecen de lazos terroristas para poder participar en el diálogo.
Kerry y Lavrov admitieron la posibilidad de que el inicio del proceso de diálogo empiece más tarde de enero, pese a que confiaron en que se cumpla el plazo marcado. Ambos defendieron que en seis meses se haya establecido un Gobierno de transición.
Críticas de la oposición
La percepción de camino tortuoso fue revalidada este sábado por la fracturada oposición a Damasco. La Coalición Nacional, el principal paraguas opositor, con sede en Turquía, consideró irrealista el plan de paz.
El jefe de ese grupo, Khaled Khoja, escribió en Twitter que la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad “debilita” la cumbre celebrada la semana pasada en Arabia Saudí en la que se acordó que un secretariado supervisaría las conversaciones de paz y escogería a la delegación opositora negociadora.
Otro miembro del grupo, Samir Nashar, consideró que la resolución es “absolutamente no aplicable” por los bombardeos de los Ejércitos sirio y ruso contra posiciones opositoras y el “impasse” sobre el futuro de El Asad, informa la agencia AFP.
El texto no hace ninguna mención a si el presidente sirio podría concurrir a la reelección. Rusia es un fiel aliado de El Asad y el hecho de que por primera vez haya decidido no vetar en la ONU una resolución sobre Siria se explica por la ausencia de alusiones en el documento al futuro del dictador.
EE UU sostiene que, por su represión atroz en una guerra con más de 250.000 muertos, El Asad no está legitimado para seguir en el poder. Pero en los últimos meses, ha suavizado su posición al avanzar que no considera necesaria su salida a corto plazo, lo que ha facilitado que Rusia e Irán —los principales valedores del régimen de Damasco— se impliquen en la resolución del conflicto.