El Gobierno y la Fiscalía belga discrepan sobre la huida de Abdeslam
El ministro de Justicia afirma que localizaron al sospechoso del 13-N en Molenbeek
Lucía Abellán
Bruselas, El País
Bélgica vuelve a estar en el punto de mira de Europa por posibles fallos en la lucha contra el terrorismo. El ministro de Justicia, Koen Geens, ha informado de una novedad chocante en relación con la búsqueda del principal sospechoso huido de los atentados de París: Salah Abdeslam. Geens ha asegurado que Abdeslam “se encontraba, aparentemente, en una habitación de Molenbeek [el barrio conectado con buena parte de los atentados yihadistas que han sacudido Occidente] dos días después de los atentados de París”. El ministro asegura que los servicios de inteligencia lo localizaron en ese domicilio la noche del 15 al 16 de noviembre, pero no pudieron intervenir porque la ley impide el registro de hogares en plena noche. Cuando regresaron los agentes, Abdeslam ya había huido.
Esa sorprendente revelación, que ahonda en el descrédito que han sufrido las fuerzas de seguridad belgas desde los atentados de París, figura en una entrevista que el ministro ha concedido a la cadena flamenca de televisión VTM y que se emitirá esta noche. El diario Het Laastste Nieuws ha ofrecido un adelanto que ha alarmado a la opinión pública belga y ha obligado a la fiscalía a puntualizar la información.
El código penal belga impide los registros entre las 9 de la noche y las 5 de la mañana, salvo caso de delito flagrante -se desconoce la razón por la que el terrorismo no figura entre ellos- o incendio. Así que la policía solo pudo intervenir a partir de esa hora y, según el relato del ministro, Abdeslam ya no estaba en ese domicilio cuando fueron a buscarlo. Precisamente pocos días después de este episodio, el ministro de Justicia propuso medidas de urgencia para luchar contra el terrorismo. Entre ellas figuraba ampliar a las 24 horas del día la posibilidad de realizar registros. La medida se incluye en un proyecto de ley presentado el pasado 11 de diciembre.
Tras el revuelo generado por la información, el ministro de Justicia ha matizado sus palabras en la cadena pública francófona RTBF. "Nuestros agentes nos dijeron que no se podía descartar en absoluto que [Abdeslam] estuviera allí. Y las horas en las que no se podían realizar registros no ayudaron exactamente a encontrarlo", aseguró Geens, unas palabras que, más que precisar, confirman el anuncio inicial del diario flamenco.
Las puntualizaciones de la fiscalía tampoco son muy tranquilizadoras. Este organismo, encargado de la investigación belga sobre los atentados de París, admite que hubo registros en esa dirección sospechosa de Molenbeek justo a esa hora, a las 5 de la mañana, y que se habían retrasado por la limitación del código penal. Pero la fiscalía cuestiona que hubiera indicios serios de que Abdeslam estuviera allí. Podría haber sido, según explica este organismo al diario francófono La Libre Belgique, pero finalmente las sospechas resultaron infundadas.
Aun así, las informaciones sobre un seguimiento preciso de Abdeslam se multiplican. La televisión RTBF ha asegurado que los investigadores tenían la certeza de que el presunto terrorista estaba en el número 47 de la calle Delaunoy, en el barrio de Molenbeek. El rastreo que la policía llegó a hacer en esa casa el día 16, una vez pasada la madrugada, les convenció de que Abdeslam había pasado por allí, pero logró huir, probablemente gracias a varios cómplices, según la cadena. Esa versión refuerza la revelación del ministro de Justicia.
También se refuerza la conexión entre el cinturón de explosivos sin estallar que se encontró en la ciudad francesa de Montrouge 10 días después de los atentados y el prófugo más buscado de Europa. El ADN del portador corresponde con el de Salah Abdeslam, según la cadena estadounidense CNN, que cita una fuente próxima a la investigación francesa.
Por otro lado, la policía austriaca ha detenido en Salzburgo a dos personas sospechosas de estar vinculadas a los atentados yihadistas del pasado 13 de noviembre en París, ha informado hoy la Fiscalía de Salzburgo, según recoge EFE. "Están en prisión preventiva", dijo un portavoz de la Fiscalía a la agencia de noticias austríacas APA, tras confirmar que el pasado fin de semana arrestaron bajo sospecha de "participación en una organización terrorista" a dos personas que habían llegado a Austria provenientes de Oriente Medio.
Supuestamente los dos sospechosos entraron en Europa junto a algunos de los responsables de la matanza de París. El diario austriaco Kronen Zeitung ha publicado que los dos detenidos, que se alojaban como refugiados en un centro de Salzburgo, son franceses de origen argelino y paquistaní. Los dos estarían siendo interrogados por policías austriacos y franceses, según la misma publicación, que no ha podido confirmar la información con fuentes oficiales.
Lucía Abellán
Bruselas, El País
Bélgica vuelve a estar en el punto de mira de Europa por posibles fallos en la lucha contra el terrorismo. El ministro de Justicia, Koen Geens, ha informado de una novedad chocante en relación con la búsqueda del principal sospechoso huido de los atentados de París: Salah Abdeslam. Geens ha asegurado que Abdeslam “se encontraba, aparentemente, en una habitación de Molenbeek [el barrio conectado con buena parte de los atentados yihadistas que han sacudido Occidente] dos días después de los atentados de París”. El ministro asegura que los servicios de inteligencia lo localizaron en ese domicilio la noche del 15 al 16 de noviembre, pero no pudieron intervenir porque la ley impide el registro de hogares en plena noche. Cuando regresaron los agentes, Abdeslam ya había huido.
Esa sorprendente revelación, que ahonda en el descrédito que han sufrido las fuerzas de seguridad belgas desde los atentados de París, figura en una entrevista que el ministro ha concedido a la cadena flamenca de televisión VTM y que se emitirá esta noche. El diario Het Laastste Nieuws ha ofrecido un adelanto que ha alarmado a la opinión pública belga y ha obligado a la fiscalía a puntualizar la información.
El código penal belga impide los registros entre las 9 de la noche y las 5 de la mañana, salvo caso de delito flagrante -se desconoce la razón por la que el terrorismo no figura entre ellos- o incendio. Así que la policía solo pudo intervenir a partir de esa hora y, según el relato del ministro, Abdeslam ya no estaba en ese domicilio cuando fueron a buscarlo. Precisamente pocos días después de este episodio, el ministro de Justicia propuso medidas de urgencia para luchar contra el terrorismo. Entre ellas figuraba ampliar a las 24 horas del día la posibilidad de realizar registros. La medida se incluye en un proyecto de ley presentado el pasado 11 de diciembre.
Tras el revuelo generado por la información, el ministro de Justicia ha matizado sus palabras en la cadena pública francófona RTBF. "Nuestros agentes nos dijeron que no se podía descartar en absoluto que [Abdeslam] estuviera allí. Y las horas en las que no se podían realizar registros no ayudaron exactamente a encontrarlo", aseguró Geens, unas palabras que, más que precisar, confirman el anuncio inicial del diario flamenco.
Las puntualizaciones de la fiscalía tampoco son muy tranquilizadoras. Este organismo, encargado de la investigación belga sobre los atentados de París, admite que hubo registros en esa dirección sospechosa de Molenbeek justo a esa hora, a las 5 de la mañana, y que se habían retrasado por la limitación del código penal. Pero la fiscalía cuestiona que hubiera indicios serios de que Abdeslam estuviera allí. Podría haber sido, según explica este organismo al diario francófono La Libre Belgique, pero finalmente las sospechas resultaron infundadas.
Aun así, las informaciones sobre un seguimiento preciso de Abdeslam se multiplican. La televisión RTBF ha asegurado que los investigadores tenían la certeza de que el presunto terrorista estaba en el número 47 de la calle Delaunoy, en el barrio de Molenbeek. El rastreo que la policía llegó a hacer en esa casa el día 16, una vez pasada la madrugada, les convenció de que Abdeslam había pasado por allí, pero logró huir, probablemente gracias a varios cómplices, según la cadena. Esa versión refuerza la revelación del ministro de Justicia.
También se refuerza la conexión entre el cinturón de explosivos sin estallar que se encontró en la ciudad francesa de Montrouge 10 días después de los atentados y el prófugo más buscado de Europa. El ADN del portador corresponde con el de Salah Abdeslam, según la cadena estadounidense CNN, que cita una fuente próxima a la investigación francesa.
Por otro lado, la policía austriaca ha detenido en Salzburgo a dos personas sospechosas de estar vinculadas a los atentados yihadistas del pasado 13 de noviembre en París, ha informado hoy la Fiscalía de Salzburgo, según recoge EFE. "Están en prisión preventiva", dijo un portavoz de la Fiscalía a la agencia de noticias austríacas APA, tras confirmar que el pasado fin de semana arrestaron bajo sospecha de "participación en una organización terrorista" a dos personas que habían llegado a Austria provenientes de Oriente Medio.
Supuestamente los dos sospechosos entraron en Europa junto a algunos de los responsables de la matanza de París. El diario austriaco Kronen Zeitung ha publicado que los dos detenidos, que se alojaban como refugiados en un centro de Salzburgo, son franceses de origen argelino y paquistaní. Los dos estarían siendo interrogados por policías austriacos y franceses, según la misma publicación, que no ha podido confirmar la información con fuentes oficiales.