Cumbre del Clima: Advierten primeras señales de “empantanamiento”
París, ANF
Diversas fuentes advirtieron el jueves que se empezaron a percibir señales de “empantanamiento” en las negociaciones que delegados de 195 países mantienen desde el lunes en París, en el marco de la Cumbre del Clima, que podrían nuevamente llevar a un fracaso en las negociaciones que buscan la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero.
Las 195 naciones de la Cumbre tienen hasta el viernes 11, o más tardar el sábado 12 de diciembre, para alcanzar un acuerdo. De lo que se trata es de evitar que siga subiendo la temperatura del planeta, ocasinada por los gases de efecto invernadero.
Medios franceses informaron que como durante el fracaso de la cita de Copenhague, en 2009, las negociaciones que se llevan a cabo en las afueras de París, en la cumbre también conocida como COP21, chocan con un problema central: cuánto están dispuestos a desembolsar los países ricos para financiar el desarrollo limpio de las naciones pobres si se desea que cambien su matriz energética.
Los países emergentes no quieren sacrificar su desarrollo económico y, por ello, exigen que el denominado Fondo Verde tenga por los menos 100.000 millones de dólares de financiamiento para ayudar a las tareas de transición a energías limpias y para acciones de mitigación.
Las naciones desarrolladas señalan, por su parte, que países como India, China y Brasil, que están entre los 10 países más contaminantes, deben dejar de lado “el victimismo” y asumir sus responsabilidades.
El grupo que ejerce más presión es el G-77+China, que ya ha remitido un documento en el que reclama “compromisos claros” a los países del norte y un detalle de los apoyos financieros que se destinarán a los países en vías de desarrollo a partir del 2020, fecha en la que debería entrar en vigor el futuro acuerdo, dijo Radio Francia Internacional.
Países en vías de desarrollo tienen una posición clara: Europa, EEUU y Japón se desarrollaron durante un siglo y medio contaminando el planeta. Los ricos responden que en ese tiempo no se sabía los efectos de los gases emitidos y que, ahora, todos deben esforzarse.
Varios medios citaron al jefe de Greenpeace, Martin Kaiser, quien señaló que el ambiente está cada vez más tenso”.
Otro de los países que genera la “rebelión” contra las naciones desarrolladas es India, que asegura que “tiene derecho” al desarrollo.
También Nicaragua ha señalado que no acepta las presiones. Su representante en la COP21, el ministro para Políticas Nacionales, Paul Oquist, advirtió que no presentarán un plan nacional para reducir emisiones de gases, como ya lo hicieron 183 de los 195 países parte de la convención sobre el cambio climático.
Dijo que los países ricos “tienen una ‘responsabilidad histórica’” que cumplir y que ella implica no obligar a las naciones emergentes a “perder el tren del desarrollo”.
Oquist agregó que “hay una propuesta que se está barajando y hay un grupo integrado por Nicaragua, Bolivia, Venezuela, Argentina, El Salvador e India en el que estamos de acuerdo en que debe ser por responsabilidades históricas en vez de que sea por voluntad de los grandes emisores, a su comodidad”.
Tras el fracaso de la Cumbre de Copenhague, que concluyó sin acuerdo alguno sobre cuotas de regulación “impuestas”, los países intentan otro enfoque, el de cupos “voluntarios”.
Por lo tanto, en París, 183 países presentaron compromisos voluntarios (INDC, por sus siglas en inglés, Intended Nationally Determined Contributions) con vistas a la reducción de emisiones de gases hacia 2030. Pero la negociación sobre el financiamiento sigue siendo el centro del asunto.
Diversas fuentes advirtieron el jueves que se empezaron a percibir señales de “empantanamiento” en las negociaciones que delegados de 195 países mantienen desde el lunes en París, en el marco de la Cumbre del Clima, que podrían nuevamente llevar a un fracaso en las negociaciones que buscan la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero.
Las 195 naciones de la Cumbre tienen hasta el viernes 11, o más tardar el sábado 12 de diciembre, para alcanzar un acuerdo. De lo que se trata es de evitar que siga subiendo la temperatura del planeta, ocasinada por los gases de efecto invernadero.
Medios franceses informaron que como durante el fracaso de la cita de Copenhague, en 2009, las negociaciones que se llevan a cabo en las afueras de París, en la cumbre también conocida como COP21, chocan con un problema central: cuánto están dispuestos a desembolsar los países ricos para financiar el desarrollo limpio de las naciones pobres si se desea que cambien su matriz energética.
Los países emergentes no quieren sacrificar su desarrollo económico y, por ello, exigen que el denominado Fondo Verde tenga por los menos 100.000 millones de dólares de financiamiento para ayudar a las tareas de transición a energías limpias y para acciones de mitigación.
Las naciones desarrolladas señalan, por su parte, que países como India, China y Brasil, que están entre los 10 países más contaminantes, deben dejar de lado “el victimismo” y asumir sus responsabilidades.
El grupo que ejerce más presión es el G-77+China, que ya ha remitido un documento en el que reclama “compromisos claros” a los países del norte y un detalle de los apoyos financieros que se destinarán a los países en vías de desarrollo a partir del 2020, fecha en la que debería entrar en vigor el futuro acuerdo, dijo Radio Francia Internacional.
Países en vías de desarrollo tienen una posición clara: Europa, EEUU y Japón se desarrollaron durante un siglo y medio contaminando el planeta. Los ricos responden que en ese tiempo no se sabía los efectos de los gases emitidos y que, ahora, todos deben esforzarse.
Varios medios citaron al jefe de Greenpeace, Martin Kaiser, quien señaló que el ambiente está cada vez más tenso”.
Otro de los países que genera la “rebelión” contra las naciones desarrolladas es India, que asegura que “tiene derecho” al desarrollo.
También Nicaragua ha señalado que no acepta las presiones. Su representante en la COP21, el ministro para Políticas Nacionales, Paul Oquist, advirtió que no presentarán un plan nacional para reducir emisiones de gases, como ya lo hicieron 183 de los 195 países parte de la convención sobre el cambio climático.
Dijo que los países ricos “tienen una ‘responsabilidad histórica’” que cumplir y que ella implica no obligar a las naciones emergentes a “perder el tren del desarrollo”.
Oquist agregó que “hay una propuesta que se está barajando y hay un grupo integrado por Nicaragua, Bolivia, Venezuela, Argentina, El Salvador e India en el que estamos de acuerdo en que debe ser por responsabilidades históricas en vez de que sea por voluntad de los grandes emisores, a su comodidad”.
Tras el fracaso de la Cumbre de Copenhague, que concluyó sin acuerdo alguno sobre cuotas de regulación “impuestas”, los países intentan otro enfoque, el de cupos “voluntarios”.
Por lo tanto, en París, 183 países presentaron compromisos voluntarios (INDC, por sus siglas en inglés, Intended Nationally Determined Contributions) con vistas a la reducción de emisiones de gases hacia 2030. Pero la negociación sobre el financiamiento sigue siendo el centro del asunto.