Con histórico acuerdo climático, el mundo cambia de actitud frente a combustibles fósiles
París, Reuters
La cumbre climática mundial de París logró el sábado un acuerdo trascendental, allanando el camino para una transformación en cuestión de décadas de la economía mundial, hoy impulsada por combustibles fósiles, en un intento por frenar el calentamiento global.
El acuerdo se produce cerca del final del año más cálido del que se tienen registros y después de cuatro años de tensas negociaciones en la ONU, que a menudo enfrentaron los intereses de los países ricos y pobres.
El canciller francés, Laurent Fabius, tardó sólo unos minutos para declarar que un pacto había sido adoptado en medio de calurosos aplausos de los delegados de casi 200 naciones.
"Con un pequeño martillo se pueden lograr grandes cosas", dijo Fabius mientras cerraba el acuerdo, sorprendiendo a muchos observadores que se preparaban para horas de discusiones tras dos semanas de duras negociaciones.
Aclamado como el primer acuerdo climático verdaderamente global, ya que compromete tanto a las naciones ricas como a las pobres a frenar el aumento de las emisiones causantes del calentamiento del planeta, el pacto establece un objetivo a largo plazo para eliminar la producción humana de gases de efecto invernadero durante este siglo.
"Es una victoria para todo el planeta y para las generaciones futuras", dijo el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, quien lideró las negociaciones de Estados Unidos en París.
El acuerdo crea además un régimen para fomentar que las naciones redoblen sus esfuerzos voluntarios a fin de reducir las emisiones nacionales, y proporciona miles de millones de dólares más para ayudar a los países pobres a enfrentar la transición hacia una economía más verde.
Después de calificarlo como "ambicioso y equilibrado", Fabius dijo que el acuerdo marcaría un "punto de inflexión histórico" en los esfuerzos por evitar las potencialmente desastrosas consecuencias de un planeta con altas temperaturas.
El acuerdo esencialmente no tiene cambios respecto al borrador dado a conocer más temprano en el día, incluyendo el ambicioso objetivo de contener el aumento de las temperaturas a "muy por debajo" de 2 los grados Celsius de los niveles preindustriales, una marca que según científicos podría ser un punto de inflexión para el clima. La meta fijada en 2010 era de 2 grados Celsius.
"Esta es una victoria para la humanidad", dijo la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Izabella Teixeira.
En cierta forma, el éxito de la cumbre estaba asegurado antes de su inicio, ya que 187 naciones habían presentado planes detallados sobre cómo frenarían el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, compromisos que son el núcleo del acuerdo de París.
¿MUCHO O INSUFICIENTE?
Si bien algunos activistas y la oposición política de Estados Unidos probablemente mostrarán sus objeciones al acuerdo, muchos de los aproximadamente 30.000 funcionarios, académicos y activistas que pusieron en marcha un campamento en las afueras de París lo ven como un punto de inflexión.
Seis años después de que la anterior cumbre climática de Copenhague terminara en fracaso, el pacto de París parece haber reconstruido gran parte de la confianza necesaria para un esfuerzo global concertado destinado combatir el cambio climático, según los delegados.
"Dejamos Copenhague temerosos de lo que vendría, pero vamos a irnos de París inspirados para seguir luchando", dijo David Turnbull, director de Oil Change International, una organización que se opone a la producción de combustibles fósiles.
La mayoría de los activistas del clima reaccionaron positivamente, alentados por unos objetivos a largo plazo más ambiciosos de lo que muchos esperaban, al tiempo que advirtieron que esto es sólo el primero de muchos paso.
La cumbre climática mundial de París logró el sábado un acuerdo trascendental, allanando el camino para una transformación en cuestión de décadas de la economía mundial, hoy impulsada por combustibles fósiles, en un intento por frenar el calentamiento global.
El acuerdo se produce cerca del final del año más cálido del que se tienen registros y después de cuatro años de tensas negociaciones en la ONU, que a menudo enfrentaron los intereses de los países ricos y pobres.
El canciller francés, Laurent Fabius, tardó sólo unos minutos para declarar que un pacto había sido adoptado en medio de calurosos aplausos de los delegados de casi 200 naciones.
"Con un pequeño martillo se pueden lograr grandes cosas", dijo Fabius mientras cerraba el acuerdo, sorprendiendo a muchos observadores que se preparaban para horas de discusiones tras dos semanas de duras negociaciones.
Aclamado como el primer acuerdo climático verdaderamente global, ya que compromete tanto a las naciones ricas como a las pobres a frenar el aumento de las emisiones causantes del calentamiento del planeta, el pacto establece un objetivo a largo plazo para eliminar la producción humana de gases de efecto invernadero durante este siglo.
"Es una victoria para todo el planeta y para las generaciones futuras", dijo el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, quien lideró las negociaciones de Estados Unidos en París.
El acuerdo crea además un régimen para fomentar que las naciones redoblen sus esfuerzos voluntarios a fin de reducir las emisiones nacionales, y proporciona miles de millones de dólares más para ayudar a los países pobres a enfrentar la transición hacia una economía más verde.
Después de calificarlo como "ambicioso y equilibrado", Fabius dijo que el acuerdo marcaría un "punto de inflexión histórico" en los esfuerzos por evitar las potencialmente desastrosas consecuencias de un planeta con altas temperaturas.
El acuerdo esencialmente no tiene cambios respecto al borrador dado a conocer más temprano en el día, incluyendo el ambicioso objetivo de contener el aumento de las temperaturas a "muy por debajo" de 2 los grados Celsius de los niveles preindustriales, una marca que según científicos podría ser un punto de inflexión para el clima. La meta fijada en 2010 era de 2 grados Celsius.
"Esta es una victoria para la humanidad", dijo la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Izabella Teixeira.
En cierta forma, el éxito de la cumbre estaba asegurado antes de su inicio, ya que 187 naciones habían presentado planes detallados sobre cómo frenarían el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, compromisos que son el núcleo del acuerdo de París.
¿MUCHO O INSUFICIENTE?
Si bien algunos activistas y la oposición política de Estados Unidos probablemente mostrarán sus objeciones al acuerdo, muchos de los aproximadamente 30.000 funcionarios, académicos y activistas que pusieron en marcha un campamento en las afueras de París lo ven como un punto de inflexión.
Seis años después de que la anterior cumbre climática de Copenhague terminara en fracaso, el pacto de París parece haber reconstruido gran parte de la confianza necesaria para un esfuerzo global concertado destinado combatir el cambio climático, según los delegados.
"Dejamos Copenhague temerosos de lo que vendría, pero vamos a irnos de París inspirados para seguir luchando", dijo David Turnbull, director de Oil Change International, una organización que se opone a la producción de combustibles fósiles.
La mayoría de los activistas del clima reaccionaron positivamente, alentados por unos objetivos a largo plazo más ambiciosos de lo que muchos esperaban, al tiempo que advirtieron que esto es sólo el primero de muchos paso.