China e India rechazan un pacto del clima que les iguale a los países ricos
Los emergentes piden que la mayor carga del acuerdo recaiga en las naciones desarrolladas
Manuel Planelles
París, El País
A medida que la negociación del pacto contra el cambio climático se acerca a su fin —en teoría, el viernes debería estar cerrado el acuerdo— las diferencias entre los dos grandes bloques empiezan a ser más evidentes. Los responsables de China, India, Brasil y Suráfrica que están liderando las negociaciones de sus Gobiernos en París han ofrecido una conferencia de prensa conjunta en la que han insistido en que los países desarrollados son los que deben asumir el grueso de los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático. La diferenciación entre países desarrollados y emergentes es un viejo debate en este tipo de cumbres del clima y rebrota ahora con fuerza en la fase final de las negociaciones.
Los cuatro negociadores del llamado grupo de los BASIC han difundido una declaración en la que instan a mantener en el pacto de París esa "diferenciación". Y han reclamado a los "países desarrollados" que establezcan unos objetivos de reducción de emisiones claros y a que asuman los compromisos de "financiación" y "transferencia tecnológica" a los Estados en desarrollo. En definitiva, que asuman el peso de los puntos vinculantes del futuro pacto.
El responsable chino de cambio climático, Xie Zhenhua, ha recordado que el acuerdo que salga de la cumbre debe basarse en "la convención", en referencia a la convención marco de la ONU sobre cambio climático. Los cuatro países sostienen que siguen vigentes los principios de "responsabilidades comunes pero diferenciadas". El problema de la convención, según la argumentación, por ejemplo, de la Unión Europea, es que, al ser de 1992, establece una diferenciación entre países desarrollados y el resto que ha quedado desfasada. Fuera del anexo de la convención en el que se detallan los países que deben asumir más responsabilidad se quedaron los cuatro miembros de BASIC. Sin embargo, China e India (los dos países con más población del mundo) están ahora entre las cuatro economías que más gases de efecto invernadero expulsan a la atmósfera.
Financiación
Uno de los debates que se esconden tras el mantenimiento de la "diferenciación" -o de su progresiva disolución, a lo que aspiran Europa y Estados Unidos- es la financiación. Es decir, si solo deben seguir aportando fondos los países desarrollados de aquel anexo. Esos fondos se deben destinar a que los países con menos recursos puedan adaptarse al cambio climático y crecer libres de emisiones de gases de efecto invernadero.
El ministro indio de Medio Ambiente, Prakash Javadekar, ha criticado las contribuciones presentadas hasta ahora por los Estados industrializados. Y ha recalcado que están "obligados" también a "transferir" tecnología al resto del mundo, uno de los puntos que más interesa a India.
Hasta ahora hay un compromiso internacional para que las economías desarrolladas aporten 100.000 millones de dólares al año en 2020 para la financiación climática. LA OCDE, en un cálculo presentado hace unas semanas, estimó en 62.000 millones lo comprometido ya. Pero los cuatro representantes de BASIC han rechazado esas estimaciones y han afirmado que hay mucho menos dinero dentro de ese fondo verde.
Manuel Planelles
París, El País
A medida que la negociación del pacto contra el cambio climático se acerca a su fin —en teoría, el viernes debería estar cerrado el acuerdo— las diferencias entre los dos grandes bloques empiezan a ser más evidentes. Los responsables de China, India, Brasil y Suráfrica que están liderando las negociaciones de sus Gobiernos en París han ofrecido una conferencia de prensa conjunta en la que han insistido en que los países desarrollados son los que deben asumir el grueso de los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático. La diferenciación entre países desarrollados y emergentes es un viejo debate en este tipo de cumbres del clima y rebrota ahora con fuerza en la fase final de las negociaciones.
Los cuatro negociadores del llamado grupo de los BASIC han difundido una declaración en la que instan a mantener en el pacto de París esa "diferenciación". Y han reclamado a los "países desarrollados" que establezcan unos objetivos de reducción de emisiones claros y a que asuman los compromisos de "financiación" y "transferencia tecnológica" a los Estados en desarrollo. En definitiva, que asuman el peso de los puntos vinculantes del futuro pacto.
El responsable chino de cambio climático, Xie Zhenhua, ha recordado que el acuerdo que salga de la cumbre debe basarse en "la convención", en referencia a la convención marco de la ONU sobre cambio climático. Los cuatro países sostienen que siguen vigentes los principios de "responsabilidades comunes pero diferenciadas". El problema de la convención, según la argumentación, por ejemplo, de la Unión Europea, es que, al ser de 1992, establece una diferenciación entre países desarrollados y el resto que ha quedado desfasada. Fuera del anexo de la convención en el que se detallan los países que deben asumir más responsabilidad se quedaron los cuatro miembros de BASIC. Sin embargo, China e India (los dos países con más población del mundo) están ahora entre las cuatro economías que más gases de efecto invernadero expulsan a la atmósfera.
Financiación
Uno de los debates que se esconden tras el mantenimiento de la "diferenciación" -o de su progresiva disolución, a lo que aspiran Europa y Estados Unidos- es la financiación. Es decir, si solo deben seguir aportando fondos los países desarrollados de aquel anexo. Esos fondos se deben destinar a que los países con menos recursos puedan adaptarse al cambio climático y crecer libres de emisiones de gases de efecto invernadero.
El ministro indio de Medio Ambiente, Prakash Javadekar, ha criticado las contribuciones presentadas hasta ahora por los Estados industrializados. Y ha recalcado que están "obligados" también a "transferir" tecnología al resto del mundo, uno de los puntos que más interesa a India.
Hasta ahora hay un compromiso internacional para que las economías desarrolladas aporten 100.000 millones de dólares al año en 2020 para la financiación climática. LA OCDE, en un cálculo presentado hace unas semanas, estimó en 62.000 millones lo comprometido ya. Pero los cuatro representantes de BASIC han rechazado esas estimaciones y han afirmado que hay mucho menos dinero dentro de ese fondo verde.