La UE etiquetará los productos de los territorios ocupados por Israel
Pretende distinguir entre las exportaciones producidas dentro y fuera de las fronteras reconocidas
Belén Domínguez Cebrián
Bruselas, El País
La Comisión Europea ha aprobado este miércoles unas directrices que requieren que los productos agrícolas y cosméticos fabricados en los asentamientos israelíes de Cisjordania, Jerusalén Este y el Golán, territorio ocupado por Israel, marquen explícitamente en la etiqueta su procedencia cuando se venden en la Unión Europea. La UE sostiene que las reglas de etiquetado pretenden distinguir entre los productos fabricados dentro de las fronteras de Israel internacionalmente aceptadas y los fabricados en zonas bajo ocupación desde 1967. Las autoridades israelíes tachan la medida de "discriminatoria" e "irritante" y argumentan que el mismo criterio no se aplica a otros territorios ocupados. Además, según un comunicado del Ministerio de Exteriores, la medida puede "tener implicaciones" en las relaciones entre Israel y la UE.
"El territorio ocupado no es parte del Estado soberano de Israel, de modo que los productos no pueden ser vendidos como Made in Israel", explican fuentes comunitarias. "No se trata de una decisión política ni de crear nuevas leyes ni de un boicoteo, sino de implementar las que ya existen en los Veintiocho", sostienen. Reino Unido desde 2009, Bélgica desde 2014 y Dinamarca desde 2013 son los únicos países dentro de la UE que ya tienen normas para una "correcta" denominación de origen de los productos que vienen de Israel y Palestina, explican las mismas fuentes. El etiquetado de otros productos, como industriales o textiles, será voluntario para cada Estado pero en cualquier caso su origen debe ser "inequívoco" y que no de lugar a confusión en el consumidor, según Bruselas.
El volumen de comercio entre Israel y la UE es de unos 30.000 millones anuales en bienes y servicios, 17.000 de ellos pertenecen a las exportaciones comunitarias hacia Israel y los otros 13.000 restantes en la dirección opuesta, según los últimos datos de la Comisión de Comercio que se refieren a 2014. Aunque Bruselas reconoce que es complicado acceder a estos datos, a través de estudios de ONG y otras organizaciones la Comisión estima que las fábricas israelíes en territorio ocupado producen por valor de entre 100 y 300 millones de euros al año, es decir, menos del 1% del total. Las fábricas palestinas exportan el equivalente de unos 500 millones anuales, según los Veintiocho. "Es muy poco", ilustran.
Si los Estados miembro, que son los que deben implementar estas medidas, no lo hicieran, se podrían abrir diferentes procedimientos de infracción "proporcionados" plasmados en la ley europea. "Ya existen, no tenemos que crear penalidades específicas para este caso", ilustran fuentes de la Comisión. Es importante en este punto destacar que el etiquetado es válido "en cualquier momento de la cadena productiva" y que para Bruselas es importante la colaboración de las autoridades israelíes antes de que el producto salga del país.
Bruselas es consciente de que el etiquetado de los territorios ocupados es un tema "sensible" y deja la posibilidad de apartar la medida en caso de que hubiera un acuerdo de paz entre Israel y Palestina. "Bajo esa circunstancia, estas directrices se deberían ajustar", ha explicado una fuente europea.
Mapa de los territorios ocupados por Israel
Clarificar el origen
A partir del jueves, cuando el breve documento de cuatro páginas (12 párrafos) se publique que el Diario Oficial de la UE, los Estados miembros deberán garantizar un "etiquetado preciso" aunque la denominación específica —es decir, si es Palestina, Territorios Ocupados palestinos, asentamientos israelíes o simplemente asentamientos— será competencia de cada Estado miembro. "Lo que es seguro es que si viene de un asentamiento, hay que indicarlo", explican fuentes del Ejecutivo comunitario que añaden que no es necesario especificar cuál.
La medida lleva en un cajón desde hace tres años y fue gracias a una carta enviada por 16 ministros de Exteriores de la UE —incluido el español, José Manuel García-Margallo— a la alta representante de la diplomacia europea, Federica Mogherini, el pasado abril cuando Bruselas comenzó a elaborar estas guías a marchas más forzadas. En la misiva, los titulares de Exteriores pedían a la Comisión medidas concretas en el etiquetado de productos procedentes de los territorios ocupados pues "la continuada expansión ilegal de asentamientos israelíes en territorios palestinos (...) amenaza la perspectiva de alcanzar una acuerdo de paz justo y definitivo".
Bruselas quiere dejar claro, sin embargo, que la política de comercio entre el bloque comunitario e Israel "no cambia" y que sus productos —excluyendo lo que consideran territorios palestinos (Cisjordania), Altos del Golán y asentamientos— seguirán gozando de una preferencia en cuanto a las tarifas de entrada en la UE.
Otros territorios
Israel ha calificado las directrices de la Comisión Europea de "boicoteo" a sus productos, acusación que el Ejecutivo comunitario ha desmentido en todo momento especificando que la medida es puramente técnica y que carece de cualquier tinte político.
Bruselas, además, ha querido ir más lejos y se ha desmarcado de la posibilidad de abrir medidas similares en territorios en disputa como el Sáhara Occidental, Chipre y la península de Crimea, hace año y medio anexionada por Rusia de manera unilateral. La UE sí puede importar productos de Crimea porque considera que es territorio ucranio, "siempre y cuando tengan el consentimiento de Kiev", según fuentes familiarizadas con el conflicto.
Los argumentos que ofrece Bruselas son cristalinos: "El Sáhara no es una ocupación a ojos de la UE (...). Y en cuanto a Chipre, toda la isla [incluido el norte] es Unión Europea" y, por tanto, sus productos también.
Diferentes fórmulas
B. D. C, (Bruselas)
Ni los Altos del Golán ni Cisjordania (incluido Jerusalén Este) están reconocidos como territorio israelí en derecho internacional. Por tanto, la indicación "producto de Israel" cuando provengan de estas regiones es incorrecto, señalan las directrices. Se tendrá que utilizar la denominación "usual" por los que esos territorios son conocidos.
Los productos de Palestina que no provengan de asentamientos se podrán etiquetar como "producto de Cisjordania (producto palestino)", "producto de Gaza" o "producto de Palestina". Bruselas aclara en el documento que la mención a Palestina no significa el reconocimiento del Estado palestino.
Bruselas no da por válida la etiqueta "producto de los Altos del Golán" o "producto de Cisjordania" si esos productos vienen de asentamientos en estas regiones. "La omisión geográfica de que el producto viene de un asentamiento sería confundir al consumidor", explica la Comisión.
En el caso anterior, Bruselas permite el etiquetado como "asentamiento israelí" o su equivalente entre paréntesis. Por ejemplo: "Producto de los Altos del Golán (asentamiento israelí)" o "producto de Cisjordania (asentamiento israelí)".
Belén Domínguez Cebrián
Bruselas, El País
La Comisión Europea ha aprobado este miércoles unas directrices que requieren que los productos agrícolas y cosméticos fabricados en los asentamientos israelíes de Cisjordania, Jerusalén Este y el Golán, territorio ocupado por Israel, marquen explícitamente en la etiqueta su procedencia cuando se venden en la Unión Europea. La UE sostiene que las reglas de etiquetado pretenden distinguir entre los productos fabricados dentro de las fronteras de Israel internacionalmente aceptadas y los fabricados en zonas bajo ocupación desde 1967. Las autoridades israelíes tachan la medida de "discriminatoria" e "irritante" y argumentan que el mismo criterio no se aplica a otros territorios ocupados. Además, según un comunicado del Ministerio de Exteriores, la medida puede "tener implicaciones" en las relaciones entre Israel y la UE.
"El territorio ocupado no es parte del Estado soberano de Israel, de modo que los productos no pueden ser vendidos como Made in Israel", explican fuentes comunitarias. "No se trata de una decisión política ni de crear nuevas leyes ni de un boicoteo, sino de implementar las que ya existen en los Veintiocho", sostienen. Reino Unido desde 2009, Bélgica desde 2014 y Dinamarca desde 2013 son los únicos países dentro de la UE que ya tienen normas para una "correcta" denominación de origen de los productos que vienen de Israel y Palestina, explican las mismas fuentes. El etiquetado de otros productos, como industriales o textiles, será voluntario para cada Estado pero en cualquier caso su origen debe ser "inequívoco" y que no de lugar a confusión en el consumidor, según Bruselas.
El volumen de comercio entre Israel y la UE es de unos 30.000 millones anuales en bienes y servicios, 17.000 de ellos pertenecen a las exportaciones comunitarias hacia Israel y los otros 13.000 restantes en la dirección opuesta, según los últimos datos de la Comisión de Comercio que se refieren a 2014. Aunque Bruselas reconoce que es complicado acceder a estos datos, a través de estudios de ONG y otras organizaciones la Comisión estima que las fábricas israelíes en territorio ocupado producen por valor de entre 100 y 300 millones de euros al año, es decir, menos del 1% del total. Las fábricas palestinas exportan el equivalente de unos 500 millones anuales, según los Veintiocho. "Es muy poco", ilustran.
Si los Estados miembro, que son los que deben implementar estas medidas, no lo hicieran, se podrían abrir diferentes procedimientos de infracción "proporcionados" plasmados en la ley europea. "Ya existen, no tenemos que crear penalidades específicas para este caso", ilustran fuentes de la Comisión. Es importante en este punto destacar que el etiquetado es válido "en cualquier momento de la cadena productiva" y que para Bruselas es importante la colaboración de las autoridades israelíes antes de que el producto salga del país.
Bruselas es consciente de que el etiquetado de los territorios ocupados es un tema "sensible" y deja la posibilidad de apartar la medida en caso de que hubiera un acuerdo de paz entre Israel y Palestina. "Bajo esa circunstancia, estas directrices se deberían ajustar", ha explicado una fuente europea.
Mapa de los territorios ocupados por Israel
Clarificar el origen
A partir del jueves, cuando el breve documento de cuatro páginas (12 párrafos) se publique que el Diario Oficial de la UE, los Estados miembros deberán garantizar un "etiquetado preciso" aunque la denominación específica —es decir, si es Palestina, Territorios Ocupados palestinos, asentamientos israelíes o simplemente asentamientos— será competencia de cada Estado miembro. "Lo que es seguro es que si viene de un asentamiento, hay que indicarlo", explican fuentes del Ejecutivo comunitario que añaden que no es necesario especificar cuál.
La medida lleva en un cajón desde hace tres años y fue gracias a una carta enviada por 16 ministros de Exteriores de la UE —incluido el español, José Manuel García-Margallo— a la alta representante de la diplomacia europea, Federica Mogherini, el pasado abril cuando Bruselas comenzó a elaborar estas guías a marchas más forzadas. En la misiva, los titulares de Exteriores pedían a la Comisión medidas concretas en el etiquetado de productos procedentes de los territorios ocupados pues "la continuada expansión ilegal de asentamientos israelíes en territorios palestinos (...) amenaza la perspectiva de alcanzar una acuerdo de paz justo y definitivo".
Bruselas quiere dejar claro, sin embargo, que la política de comercio entre el bloque comunitario e Israel "no cambia" y que sus productos —excluyendo lo que consideran territorios palestinos (Cisjordania), Altos del Golán y asentamientos— seguirán gozando de una preferencia en cuanto a las tarifas de entrada en la UE.
Otros territorios
Israel ha calificado las directrices de la Comisión Europea de "boicoteo" a sus productos, acusación que el Ejecutivo comunitario ha desmentido en todo momento especificando que la medida es puramente técnica y que carece de cualquier tinte político.
Bruselas, además, ha querido ir más lejos y se ha desmarcado de la posibilidad de abrir medidas similares en territorios en disputa como el Sáhara Occidental, Chipre y la península de Crimea, hace año y medio anexionada por Rusia de manera unilateral. La UE sí puede importar productos de Crimea porque considera que es territorio ucranio, "siempre y cuando tengan el consentimiento de Kiev", según fuentes familiarizadas con el conflicto.
Los argumentos que ofrece Bruselas son cristalinos: "El Sáhara no es una ocupación a ojos de la UE (...). Y en cuanto a Chipre, toda la isla [incluido el norte] es Unión Europea" y, por tanto, sus productos también.
Diferentes fórmulas
B. D. C, (Bruselas)
Ni los Altos del Golán ni Cisjordania (incluido Jerusalén Este) están reconocidos como territorio israelí en derecho internacional. Por tanto, la indicación "producto de Israel" cuando provengan de estas regiones es incorrecto, señalan las directrices. Se tendrá que utilizar la denominación "usual" por los que esos territorios son conocidos.
Los productos de Palestina que no provengan de asentamientos se podrán etiquetar como "producto de Cisjordania (producto palestino)", "producto de Gaza" o "producto de Palestina". Bruselas aclara en el documento que la mención a Palestina no significa el reconocimiento del Estado palestino.
Bruselas no da por válida la etiqueta "producto de los Altos del Golán" o "producto de Cisjordania" si esos productos vienen de asentamientos en estas regiones. "La omisión geográfica de que el producto viene de un asentamiento sería confundir al consumidor", explica la Comisión.
En el caso anterior, Bruselas permite el etiquetado como "asentamiento israelí" o su equivalente entre paréntesis. Por ejemplo: "Producto de los Altos del Golán (asentamiento israelí)" o "producto de Cisjordania (asentamiento israelí)".