El escándalo de Volkswagen salpica a otras marcas de coches
Alemania amplía la investigación tras comprobar altos niveles de emisión en más fabricantes
Luis Doncel
Berlín, El País
El escándalo de Volkswagen amenaza con salpicar a otras fabricantes de coches. Tras un mes y medio investigando las emisiones de gases contaminantes de más de 50 modelos de 23 marcas tanto alemanas como extranjeras, las autoridades alemanas han detectado niveles por encima de lo permitido en varios fabricantes. “Según los valores brutos analizados, hemos comprobado elevados valores de NOx [óxidos de nitrógeno] en distintas condiciones de conducción y ambientales”, aseguró la Oficina Federal de Vehículos Motorizados (KBA) en un comunicado publicado este martes.
Las autoridades alemanas no especifican qué marcas o modelos son los afectados por esos “elevados valores” de emisiones contaminantes que han detectado. La KBA ha realizado hasta el momento dos tercios de las pruebas previstas en más de 50 modelos de fabricantes como BMW, Mercedes, Ford, Volvo, Nissan o Jaguar Land Rover. El organismo está en conversaciones con los fabricantes para valorar los resultados, obtenidos tanto en pruebas de laboratorio como en la calle con un dispositivo móvil de medición de emisiones. Una vez concluidas esas conversaciones, será el momento de determinar las consecuencias legales.
Para seleccionar a los automóviles analizados, las autoridades alemanas han tenido en cuenta, por una parte, su peso en el registro de vehículos del país y, por otra, las indicaciones que podían tener de altos volúmenes de emisiones. Así lo señaló el organismo en el comunicado remitido este martes, donde también explicó que en algunos modelos se han realizado análisis a más de un vehículo.
Si se confirman las sospechas de la KBA, el escándalo que comenzó con una denuncia de las autoridades medioambientales de EE UU cobraría una nueva dimensión. Por ahora no se ha confirmado que otros fabricantes de coches además de Volkswagen hayan engañado en sus mediciones de gases, aunque la organización medioambiental alemana Deutsche Umwelthilfe detectó problemas con los óxidos de nitrógeno en unas pruebas realizadas en Suiza a un Opel Zafira, acusación que fue desmentida por el fabricante.
“Nada que esconder”
“Damos la bienvenida a las pruebas”, comentó Daimler, empresa matriz de Mercedes, en un comunicado que recoge la agencia Bloomberg. “No tenemos nada que esconder”, añaden. En el mismo sentido se expresó BMW, que dijo no estar en conversaciones con la KBA sobre este asunto y aseguró que no espera resultados negativos.
La KBA comenzó a finales de septiembre una revisión generalizada de vehículos después de que Volkswagen reconociera haber instalado un software ilegal en unos 11 millones de vehículos. El objetivo era camuflar las emisiones de gases contaminantes cuando los vehículos eran sometidos a pruebas por las autoridades medioambientales; aunque en condiciones normales contaminaran mucho más.
El escándalo creció aun más a comienzas de noviembre, cuando Volkswagen reconoció que los problemas iban más allá de las emisiones de NOx. La empresa cifró en 800.000 los coches que incumplían las emisiones de dióxido de carbono, lo que podría obligar a devolver las ayudas concedidas en países como España.
El ministro de Transportes alemán, el socialcristiano Alexander Dobrindt, aseguró el pasado fin de semana al diario Bild que los vehículos diésel, incluidos los de fabricantes extranjeros, podrían ser sometidos a “estrictas pruebas”. El ministro aseguró que la UE está trabajando para endurecer los exámenes a los que se somete a los vehículos. “Las pruebas serán más estrictas y reflejarán más adecuadamente las pautas de comportamiento habituales en la conducción en carretera”, añadió.
Luis Doncel
Berlín, El País
El escándalo de Volkswagen amenaza con salpicar a otras fabricantes de coches. Tras un mes y medio investigando las emisiones de gases contaminantes de más de 50 modelos de 23 marcas tanto alemanas como extranjeras, las autoridades alemanas han detectado niveles por encima de lo permitido en varios fabricantes. “Según los valores brutos analizados, hemos comprobado elevados valores de NOx [óxidos de nitrógeno] en distintas condiciones de conducción y ambientales”, aseguró la Oficina Federal de Vehículos Motorizados (KBA) en un comunicado publicado este martes.
Las autoridades alemanas no especifican qué marcas o modelos son los afectados por esos “elevados valores” de emisiones contaminantes que han detectado. La KBA ha realizado hasta el momento dos tercios de las pruebas previstas en más de 50 modelos de fabricantes como BMW, Mercedes, Ford, Volvo, Nissan o Jaguar Land Rover. El organismo está en conversaciones con los fabricantes para valorar los resultados, obtenidos tanto en pruebas de laboratorio como en la calle con un dispositivo móvil de medición de emisiones. Una vez concluidas esas conversaciones, será el momento de determinar las consecuencias legales.
Para seleccionar a los automóviles analizados, las autoridades alemanas han tenido en cuenta, por una parte, su peso en el registro de vehículos del país y, por otra, las indicaciones que podían tener de altos volúmenes de emisiones. Así lo señaló el organismo en el comunicado remitido este martes, donde también explicó que en algunos modelos se han realizado análisis a más de un vehículo.
Si se confirman las sospechas de la KBA, el escándalo que comenzó con una denuncia de las autoridades medioambientales de EE UU cobraría una nueva dimensión. Por ahora no se ha confirmado que otros fabricantes de coches además de Volkswagen hayan engañado en sus mediciones de gases, aunque la organización medioambiental alemana Deutsche Umwelthilfe detectó problemas con los óxidos de nitrógeno en unas pruebas realizadas en Suiza a un Opel Zafira, acusación que fue desmentida por el fabricante.
“Nada que esconder”
“Damos la bienvenida a las pruebas”, comentó Daimler, empresa matriz de Mercedes, en un comunicado que recoge la agencia Bloomberg. “No tenemos nada que esconder”, añaden. En el mismo sentido se expresó BMW, que dijo no estar en conversaciones con la KBA sobre este asunto y aseguró que no espera resultados negativos.
La KBA comenzó a finales de septiembre una revisión generalizada de vehículos después de que Volkswagen reconociera haber instalado un software ilegal en unos 11 millones de vehículos. El objetivo era camuflar las emisiones de gases contaminantes cuando los vehículos eran sometidos a pruebas por las autoridades medioambientales; aunque en condiciones normales contaminaran mucho más.
El escándalo creció aun más a comienzas de noviembre, cuando Volkswagen reconoció que los problemas iban más allá de las emisiones de NOx. La empresa cifró en 800.000 los coches que incumplían las emisiones de dióxido de carbono, lo que podría obligar a devolver las ayudas concedidas en países como España.
El ministro de Transportes alemán, el socialcristiano Alexander Dobrindt, aseguró el pasado fin de semana al diario Bild que los vehículos diésel, incluidos los de fabricantes extranjeros, podrían ser sometidos a “estrictas pruebas”. El ministro aseguró que la UE está trabajando para endurecer los exámenes a los que se somete a los vehículos. “Las pruebas serán más estrictas y reflejarán más adecuadamente las pautas de comportamiento habituales en la conducción en carretera”, añadió.