Conozca las singularidades del sistema electoral estadounidense
Washington, dpa
El presidente de Estados Unidos es elegido en un proceso singular que se diferencia de las democracias parlamentarias vigentes en otras partes del mundo. Las cinco singularidades:
El mandatario no es elegido por el pueblo directamente, sino por los ELECTORES de un colegio electoral. Cada estado aporta un número de electores de acuerdo al tamaño del mismo hasta cubrir un cupo de 538 personas en el “electoral college”.
Se parte del principio “THE WINNER TAKES IT ALL” (el ganador se lo lleva todo), es decir un sistema de mayoría. En los 48 estados, los electores del colegio votarán lo mismo que la mayoría de la población de cada uno de ellos. Así, en teoría se puede ser presidente de los Estados Unidos con sólo el 29 por ciento de los votos.
Se pueden presentar muchos candidatos, pero el que quiera ganar deberá tener el apoyo de uno de los dos grandes PARTIDOS. Estados Unidos es un sistema bipartidista de facto en el que, tradicionalmente, al final del proceso quedan sólo dos candidatos que representan a ambas agrupaciones, demócratas y republicanos.
Con la celebración de PRIMARIAS y “caucus” (asambleas), los partidos seleccionan a sus candidatos. El sistema es complejo y variable según cada estado. Participan en la elección afiliados y simpatizantes.
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos han tenido siempre una PARTICIPACIÓN baja comparada con las que se realizan en otras partes. Desde los años 70 se sitúa por debajo del 60 por ciento. Uno de los principales motivos es que los ciudadanos deben registrarse antes de votar.
El presidente de Estados Unidos es elegido en un proceso singular que se diferencia de las democracias parlamentarias vigentes en otras partes del mundo. Las cinco singularidades:
El mandatario no es elegido por el pueblo directamente, sino por los ELECTORES de un colegio electoral. Cada estado aporta un número de electores de acuerdo al tamaño del mismo hasta cubrir un cupo de 538 personas en el “electoral college”.
Se parte del principio “THE WINNER TAKES IT ALL” (el ganador se lo lleva todo), es decir un sistema de mayoría. En los 48 estados, los electores del colegio votarán lo mismo que la mayoría de la población de cada uno de ellos. Así, en teoría se puede ser presidente de los Estados Unidos con sólo el 29 por ciento de los votos.
Se pueden presentar muchos candidatos, pero el que quiera ganar deberá tener el apoyo de uno de los dos grandes PARTIDOS. Estados Unidos es un sistema bipartidista de facto en el que, tradicionalmente, al final del proceso quedan sólo dos candidatos que representan a ambas agrupaciones, demócratas y republicanos.
Con la celebración de PRIMARIAS y “caucus” (asambleas), los partidos seleccionan a sus candidatos. El sistema es complejo y variable según cada estado. Participan en la elección afiliados y simpatizantes.
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos han tenido siempre una PARTICIPACIÓN baja comparada con las que se realizan en otras partes. Desde los años 70 se sitúa por debajo del 60 por ciento. Uno de los principales motivos es que los ciudadanos deben registrarse antes de votar.