Africanos, europeos y asiáticos entre las víctimas del hotel de Bamako
Malí busca a tres cómplices del atentado del viernes y declara el estado de emergencia
José Naranjo
Tombuctú, El País
Seis empleados rusos de la compañía aérea Volga-Dnepr, dos ciudadanos belgas (uno de ellos experto en francofonía de la Federación Wallonie-Bruxelles), un senegalés alto cargo de una empresa petrolera, una trabajadora humanitaria estadounidense, tres ejecutivos de una empresa china de construcción de vías férreas, un israelí de origen venezolano que trabajaba como consultor para el Gobierno maliense, dos gendarmes malienses... A medida que van pasando las horas se van conociendo las identidades de los fallecidos en el ataque terrorista de este viernes en el lujoso hotel Radisson Blu de Bamako. El Gobierno maliense ha fijado el balance final del ataque en 21 muertos, entre los que se encuentran dos terroristas abatidos por las fuerzas de seguridad, y una veintena de heridos. Las fuerzas de seguridad buscan a al menos tres posibles cómplices.
Anita Datar, de 41 años y madre de un hijo, era de Nueva Jersey aunque por razones de trabajo residía en Washington. Trabajadora humanitaria y experta en salud pública, fue la primera víctima de la que se ha conocido su identidad. Posteriormente, las autoridades regionales de Ulianovsk, en Rusia, confirmaron que seis empleados de la aerolínea Volga-Dnepr se encuentran también entre los fallecidos. Otro nombre que se ha hecho público ha sido el del israelí de origen venezolano Samuel Benalal que llevaba a cabo una consultaría para el Ministerio de Empleo maliense, así como el del senegalés Assane Sall, alto cargo de la empresa petrolera Vivo Energy.
Mientras se van conociendo las identidades, el ministro del Interior, Salif Traoré, ha asegurado que están buscando a tres personas más sospechosas de haber colaborado en el ataque. El presidente, Ibrahim Boubacar Keita, anunció el mismo viernes por la noche, tras la celebración de un consejo de ministros extraordinario, la declaración del estado de emergencia durante 10 días, así como tres días de luto nacional. Este sábado, Keita visitó el hotel Radisson e hizo un llamamiento a “no bajar la guardia” ante el terrorismo.
Respecto a la autoría, las autoridades dan credibilidad a la reivindicación del grupo Al Morabitoun que se produjo en páginas web yihadistas mientras el ataque estaba en curso. Ello se debe a que este grupo, liderado por el argelino Mojtar Belmojtar, ya mostró su capacidad de golpear en Bamako pues fue el responsable del atentado en el local de copas La Terrasse, situado en pleno centro de la ciudad, el pasado mes de marzo, con cinco víctimas mortales. Al Morabitún está vinculado a Al Qaeda y su zona de actuación comprende todos los países del Sahel.
El ataque tuvo lugar este viernes cuando dos hombres armados lograron burlar el perímetro de seguridad del hotel Radisson Blu, en la capital malienses, y penetrar en el establecimiento disparando sus armas. En el interior se encontraban unas 170 personas que fueron abandonando el hotel con el paso de las horas, unas por su propio pie y otras liberadas por las fuerzas especiales malienses que, con apoyo francés y estadounidense, entraron en el edificio y acabaron por abatir a los dos atacantes.
José Naranjo
Tombuctú, El País
Seis empleados rusos de la compañía aérea Volga-Dnepr, dos ciudadanos belgas (uno de ellos experto en francofonía de la Federación Wallonie-Bruxelles), un senegalés alto cargo de una empresa petrolera, una trabajadora humanitaria estadounidense, tres ejecutivos de una empresa china de construcción de vías férreas, un israelí de origen venezolano que trabajaba como consultor para el Gobierno maliense, dos gendarmes malienses... A medida que van pasando las horas se van conociendo las identidades de los fallecidos en el ataque terrorista de este viernes en el lujoso hotel Radisson Blu de Bamako. El Gobierno maliense ha fijado el balance final del ataque en 21 muertos, entre los que se encuentran dos terroristas abatidos por las fuerzas de seguridad, y una veintena de heridos. Las fuerzas de seguridad buscan a al menos tres posibles cómplices.
Anita Datar, de 41 años y madre de un hijo, era de Nueva Jersey aunque por razones de trabajo residía en Washington. Trabajadora humanitaria y experta en salud pública, fue la primera víctima de la que se ha conocido su identidad. Posteriormente, las autoridades regionales de Ulianovsk, en Rusia, confirmaron que seis empleados de la aerolínea Volga-Dnepr se encuentran también entre los fallecidos. Otro nombre que se ha hecho público ha sido el del israelí de origen venezolano Samuel Benalal que llevaba a cabo una consultaría para el Ministerio de Empleo maliense, así como el del senegalés Assane Sall, alto cargo de la empresa petrolera Vivo Energy.
Mientras se van conociendo las identidades, el ministro del Interior, Salif Traoré, ha asegurado que están buscando a tres personas más sospechosas de haber colaborado en el ataque. El presidente, Ibrahim Boubacar Keita, anunció el mismo viernes por la noche, tras la celebración de un consejo de ministros extraordinario, la declaración del estado de emergencia durante 10 días, así como tres días de luto nacional. Este sábado, Keita visitó el hotel Radisson e hizo un llamamiento a “no bajar la guardia” ante el terrorismo.
Respecto a la autoría, las autoridades dan credibilidad a la reivindicación del grupo Al Morabitoun que se produjo en páginas web yihadistas mientras el ataque estaba en curso. Ello se debe a que este grupo, liderado por el argelino Mojtar Belmojtar, ya mostró su capacidad de golpear en Bamako pues fue el responsable del atentado en el local de copas La Terrasse, situado en pleno centro de la ciudad, el pasado mes de marzo, con cinco víctimas mortales. Al Morabitún está vinculado a Al Qaeda y su zona de actuación comprende todos los países del Sahel.
El ataque tuvo lugar este viernes cuando dos hombres armados lograron burlar el perímetro de seguridad del hotel Radisson Blu, en la capital malienses, y penetrar en el establecimiento disparando sus armas. En el interior se encontraban unas 170 personas que fueron abandonando el hotel con el paso de las horas, unas por su propio pie y otras liberadas por las fuerzas especiales malienses que, con apoyo francés y estadounidense, entraron en el edificio y acabaron por abatir a los dos atacantes.