Obispos católicos discuten asuntos de familia, aún divididos sobre divorciados y homosexuales
Ciudad del Vatican, Reuters
Los obispos católicos que debaten sobre asuntos de familia en un encuentro de tres semanas seguían profundamente divididos el domingo en torno a temas clave, como las posturas que debería asumir la iglesia ante los homosexuales y las parejas divorciadas.
Los desacuerdos entre conservadores y progresistas a veces han generado una atmósfera de conflicto, incrementando el riesgo de que la reunión, conocida como sínodo y que finalizará el próximo domingo, no arroje conclusiones.
El sínodo, que congrega a más de 300 obispos y delegados, tiene como objetivo preparar un borrador final con propuestas para el Papa Francisco, que podría redactar su propio documento.
Sin embargo, no está claro qué clase de documento surgirá del encuentro, cómo se llevará a cabo la votación y qué detalles se divulgarán antes de entregar una propuesta al pontífice.
Desde su elección en el 2013, Francisco ha dado esperanza a los más progresistas que desean que el papado promueva una visión de una iglesia más inclusiva, enfocada en la misericordia en lugar de aplicar normas estrictas que consideran anticuadas.
Sin embargo, las divisiones quedaron en evidencia esta semana con la filtración de una carta enviada al pontífice por 13 cardenales conservadores, quienes se quejaron de que muchos de los asistentes a la reunión estaban en su contra.
Uno de los principales puntos de desacuerdo radica en si la iglesia debería modificar sus normas en cuanto a los católicos que se han divorciado y se volvieron a casar por lo civil.
Los obispos católicos que debaten sobre asuntos de familia en un encuentro de tres semanas seguían profundamente divididos el domingo en torno a temas clave, como las posturas que debería asumir la iglesia ante los homosexuales y las parejas divorciadas.
Los desacuerdos entre conservadores y progresistas a veces han generado una atmósfera de conflicto, incrementando el riesgo de que la reunión, conocida como sínodo y que finalizará el próximo domingo, no arroje conclusiones.
El sínodo, que congrega a más de 300 obispos y delegados, tiene como objetivo preparar un borrador final con propuestas para el Papa Francisco, que podría redactar su propio documento.
Sin embargo, no está claro qué clase de documento surgirá del encuentro, cómo se llevará a cabo la votación y qué detalles se divulgarán antes de entregar una propuesta al pontífice.
Desde su elección en el 2013, Francisco ha dado esperanza a los más progresistas que desean que el papado promueva una visión de una iglesia más inclusiva, enfocada en la misericordia en lugar de aplicar normas estrictas que consideran anticuadas.
Sin embargo, las divisiones quedaron en evidencia esta semana con la filtración de una carta enviada al pontífice por 13 cardenales conservadores, quienes se quejaron de que muchos de los asistentes a la reunión estaban en su contra.
Uno de los principales puntos de desacuerdo radica en si la iglesia debería modificar sus normas en cuanto a los católicos que se han divorciado y se volvieron a casar por lo civil.