Obama ordena una investigación del ataque a un hospital en Afganistán
El Alto Comisionado de DD HH asegura que el incidente puede ser un “acto criminal”
Cristina F. Pereda
Washington, El País
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó este sábado una investigación del "trágico incidente" en Kunduz, Afganistán, que dejó 19 muertos el hospital de Médicos Sin Fronteras. El mandatario traslado sus "más profundas condolencias" al personal médico y los civiles que fallecieron o resultaron heridos tras el ataque liderado por fuerzas estadounidenses. Obama añadió que ha ordenado al Departamento de Defensa una investigación para "tener todos los resultados antes de hacer un juicio definitivo sobre las circunstancias de la tragedia".
Las palabras de Obama, en un comunicado difundido en la noche del sábado por la Casa Blanca, llegan después de que el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, exigiera horas antes una investigación imparcial del ataque de Estados Unidos. Ban expresó su “firme condena del ataque” y exigió “una investigación intensiva e imparcial que exija responsabilidades”.
“Los hospitales y personal médico están protegidos explícitamente por las leyes humanitarias”, recordó Ban. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos coincidió con el secretario general en la exigencia de una investigación y añadió que el incidente puede constituir un “acto criminal”.
“Los agentes militares internacionales y afganos tienen la obligación de respetar y proteger a los civiles en todo momento y las instalaciones médicas y sus profesionales son objeto de protecciones especiales”, afirmó su director, Zeid Ra’ad Al Hussein, en un comunicado. “Estas obligaciones deben aplicarse independientemente de qué fuerzas están implicadas y cuál sea su localización”.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos aseguró este sábado que el área objeto del ataque había sufrido “intensos enfrentamientos” durante los últimos días que los efectivos norteamericanos que apoyan a las Fuerzas de Seguridad de Afganistán “estaban operando en las inmediaciones, igual que los talibán”, en palabras de su secretario, Ashton Carter. El secretario de Defensa expresó sus condolencias a las víctimas y sus familiares “mientras determinamos qué pasó exactamente”.
Carter también ha defendido que EE UU ya ha abierto una investigación del “trágico incidente” en coordinación con el gobierno de Afganistán. “En este momento tan difícil, continuaremos trabajando con nuestros aliados afganos para tratar de poner fin a la violencia en Kunduz y sus alrededores”, termina el comunicado. La Embajada de EE UU en Kabul dijo que “llora por las personas y las familias afectadas por el trágico incidente en el hospital de MSF y por todos los que están sufriendo la violencia en Kunduz”.
El sábado por la mañana, a través de los mandos del Ejército, EE UU confirmó que un ataque de la coalición internacional liderado por sus efectivos había impactado en el hospital de la organización Médicos Sin Fronteras en la localidad afgana. El bombardeo tenía como objetivo a personas “que estaban amenazando a sus efectivos” y que “podía haber habido daños colaterales en una instalación médica cercana”.
Obama ha asegurado este sábado que EE UU "seguirá colaborando con el presidente Ghani, el gobierno de Afganistán" y sus aliados internacionales para apoyar a sus fuerzas de seguridad "en su trabajo para garantizar la seguridad del país. Sin embargo, la muerte de 19 personas, entre ellas 12 médicos y enfermeros de la organización humanitaria y siete de sus pacientes, puede incrementar la presión sobre EE UU en Afganistán, donde el gobierno local se ha visto obligado a justificar, tras 14 años de conflicto, el coste de la estrategia estadounidense en vidas civiles.
Sumido en pleno repliegue de sus fuerzas en Afganistán -EE UU y la coalición de aliados esperan terminar sus operaciones de combate a finales de 2016- las fuerzas estadounidenses iniciaron su apoyo con bombardeos en Kunduz el pasado martes. El incidente de este sábado se ha producido además después de que EE UU se viera obligado a incrementar su apoyo a las fuerzas afganas en la región de Kunduz por la presión talibán.
Según Naciones Unidas, EE UU es responsable del 1% de las muertes civiles en Afganistán, un total de 19.368 desde 2009. En el transcurso de este año han muerto 1.592 civiles y otros 3.329 han resultado heridos, un dato en ascenso en comparación con 2014, el año más violento desde el comienzo de la guerra en 2001.
Cristina F. Pereda
Washington, El País
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó este sábado una investigación del "trágico incidente" en Kunduz, Afganistán, que dejó 19 muertos el hospital de Médicos Sin Fronteras. El mandatario traslado sus "más profundas condolencias" al personal médico y los civiles que fallecieron o resultaron heridos tras el ataque liderado por fuerzas estadounidenses. Obama añadió que ha ordenado al Departamento de Defensa una investigación para "tener todos los resultados antes de hacer un juicio definitivo sobre las circunstancias de la tragedia".
Las palabras de Obama, en un comunicado difundido en la noche del sábado por la Casa Blanca, llegan después de que el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, exigiera horas antes una investigación imparcial del ataque de Estados Unidos. Ban expresó su “firme condena del ataque” y exigió “una investigación intensiva e imparcial que exija responsabilidades”.
“Los hospitales y personal médico están protegidos explícitamente por las leyes humanitarias”, recordó Ban. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos coincidió con el secretario general en la exigencia de una investigación y añadió que el incidente puede constituir un “acto criminal”.
“Los agentes militares internacionales y afganos tienen la obligación de respetar y proteger a los civiles en todo momento y las instalaciones médicas y sus profesionales son objeto de protecciones especiales”, afirmó su director, Zeid Ra’ad Al Hussein, en un comunicado. “Estas obligaciones deben aplicarse independientemente de qué fuerzas están implicadas y cuál sea su localización”.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos aseguró este sábado que el área objeto del ataque había sufrido “intensos enfrentamientos” durante los últimos días que los efectivos norteamericanos que apoyan a las Fuerzas de Seguridad de Afganistán “estaban operando en las inmediaciones, igual que los talibán”, en palabras de su secretario, Ashton Carter. El secretario de Defensa expresó sus condolencias a las víctimas y sus familiares “mientras determinamos qué pasó exactamente”.
Carter también ha defendido que EE UU ya ha abierto una investigación del “trágico incidente” en coordinación con el gobierno de Afganistán. “En este momento tan difícil, continuaremos trabajando con nuestros aliados afganos para tratar de poner fin a la violencia en Kunduz y sus alrededores”, termina el comunicado. La Embajada de EE UU en Kabul dijo que “llora por las personas y las familias afectadas por el trágico incidente en el hospital de MSF y por todos los que están sufriendo la violencia en Kunduz”.
El sábado por la mañana, a través de los mandos del Ejército, EE UU confirmó que un ataque de la coalición internacional liderado por sus efectivos había impactado en el hospital de la organización Médicos Sin Fronteras en la localidad afgana. El bombardeo tenía como objetivo a personas “que estaban amenazando a sus efectivos” y que “podía haber habido daños colaterales en una instalación médica cercana”.
Obama ha asegurado este sábado que EE UU "seguirá colaborando con el presidente Ghani, el gobierno de Afganistán" y sus aliados internacionales para apoyar a sus fuerzas de seguridad "en su trabajo para garantizar la seguridad del país. Sin embargo, la muerte de 19 personas, entre ellas 12 médicos y enfermeros de la organización humanitaria y siete de sus pacientes, puede incrementar la presión sobre EE UU en Afganistán, donde el gobierno local se ha visto obligado a justificar, tras 14 años de conflicto, el coste de la estrategia estadounidense en vidas civiles.
Sumido en pleno repliegue de sus fuerzas en Afganistán -EE UU y la coalición de aliados esperan terminar sus operaciones de combate a finales de 2016- las fuerzas estadounidenses iniciaron su apoyo con bombardeos en Kunduz el pasado martes. El incidente de este sábado se ha producido además después de que EE UU se viera obligado a incrementar su apoyo a las fuerzas afganas en la región de Kunduz por la presión talibán.
Según Naciones Unidas, EE UU es responsable del 1% de las muertes civiles en Afganistán, un total de 19.368 desde 2009. En el transcurso de este año han muerto 1.592 civiles y otros 3.329 han resultado heridos, un dato en ascenso en comparación con 2014, el año más violento desde el comienzo de la guerra en 2001.