La relación comercial entre la UE y EE UU, en estado crítico

La sentencia del tribunal de la UE empaña el débil estado de las negociaciones del TTIP

Belén Domínguez Cebrián
Bruselas, El País
La protección de datos quedó excluida de las negociaciones sobre el crucial tratado de Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP por sus siglas en inglés) que la Unión Europea y Estados Unidos pretenden cerrar a finales de 2016. La sentencia del tribunal de justicia de la UE, por la que se considera que EE UU no protege debidamente los datos personales de los europeos, empaña el débil estado de las negociaciones.


“La Comisión [Europea] considera que la protección de datos es un derecho fundamental y por ese motivo no está incluido en el TTIP”, detallaron ayer fuentes del Gobierno de la UE cercanas a las negociaciones.

Bruselas siempre ha considerado la protección de los datos de los más de 500 millones de ciudadanos europeos como una “línea roja” en las negociaciones con EE UU pero indirectamente sí podría afectar a un acuerdo que abarca casi todos los ámbitos comerciales y que ya de por sí se encuentra en una especie de permanente punto muerto.

En cada contrato de comercio electrónico —que sí forma parte de uno de los capítulos del macrotratado— existe necesariamente un intercambio de información personal, explican los expertos consultados. En este aspecto, el Gobierno de la UE aclaró ayer que el intercambio de datos “está y seguirá estando justificado en determinadas circunstancias” como en caso de accidente en EE UU y la necesidad de acceder al historial médico de una persona, o la reserva por Internet en un hotel. Sin embargo, lo que Bruselas no termina por aclarar es el trato que a partir de ahora tendrán los gigantes tecnológicos y especialmente las redes sociales —como Twitter o Facebook— a raíz del fallo de ayer. ¿Sigue siendo justificable la transmisión de datos para las redes sociales? Bruselas da la callada por respuesta.

A simple vista, el brazo ejecutivo de la UE no considera la protección de datos un capítulo en la negociación del TTIP aunque, como explica Susan George, presidenta del think tank Transnational Institute de Ámsterdam, “nunca se sabe lo que verdaderamente se negocia entre los dos bloques”.

La falta de transparencia ha sido uno de los puntos débiles que rodean las negociaciones entre la UE y EE UU y que la actual comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, ha querido atajar con más o menos éxito. “Ha habido muchas filtraciones recientemente”, desvela una fuente con acceso directo al contenido del tratado. Pero el experto en seguridad y protección de datos Lorenz Krämer opina que aunque ahora Bruselas esté en una posición de fuerza, EE UU hará “mucha presión” para incluir cláusulas de excepción a la protección de datos en el TTIP.

Que la UE excluyera la protección de datos del TTIP, gracias a la lucha casi personal de la excomisaria de justicia Viviane Reding no quiere decir que se desentendiera de ella. En 2013, a consecuencia del escándalo del espionaje masivo por parte de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, Bruselas —que entonces consideraba a EE UU como puerto seguro— dio un golpe encima de la mesa y pidió renegociar con EE UU las normas en la protección de datos para ponerlas bajo un marco mucho más estricto. “Seguimos en ese camino”, explicó ayer Jourova, que subrayó que la norma estará lista a mediados de 2016. “El hecho de considerar durante 15 años a EE UU como un puerto seguro era defectuoso desde el principio y viciado en la práctica”, defendió ayer el director de European Digital Rights, Joe McNamee.

La relación comercial entre EE UU y la UE ya sea por materia de datos, como se vio ayer respecto a Facebook; Competencia, como demuestra el pliego de cargos que la Comisión presentó contra Google el pasado abril; o por el fraude en la manipulación de emisiones de vehículos diésel, como demostraron las autoridades estadounidenses hace tres semanas con el caso Volkswagen, pende de un hilo y cualquier factor lo podrá desestabilizar.

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