Al menos 86 personas mueren en dos explosiones en capital de Turquía
Ankara, Reuters
Al menos 86 personas murieron el sábado cuando dos supuestos suicidas atacaron una manifestación pro-kurda y a activistas izquierdistas afuera de la principal estación de trenes de Ankara, semanas antes de las elecciones, en la incursión más letal de este tipo en territorio turco.
Cuerpos cubiertos de banderas y carteles, incluyendo los del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), yacían en una carretera entre manchas de sangre y partes de cuerpos.
"Como otros ataques terroristas, el ataque contra la estación de trenes de Ankara apunta contra nuestra unidad, solidaridad, hermandad y futuro", dijo el presidente Tayyip Erdogan en un comunicado, pidiendo "solidaridad y determinación".
El ministro de Salud, Mehmet Muezzinoglu, dijo en una conferencia de prensa que 86 personas habían muerto y 186 habían resultado heridas, 28 de las cuales estaban en terapia intensiva. La cifra de muertos podría aumentar.
Testigos dijeron que las dos explosiones ocurrieron con segundos de distancia poco después de las 10:00 horas mientras cientos de personas se reunían para una planeada manifestación para protestar por el conflicto entre las fuerzas de seguridad turcas y los activistas kurdos en el sudeste del país.
"Primero escuché una gran explosión y traté de cubrirme cuando la ventana se rompió. Enseguida vino la segunda", dijo Serdar, de 37 años, quien estaba trabajando en un puesto de diarios en la estación de trenes. "Hubo gritos y llantos y me quedé bajo los periódicos por un tiempo. Podía oler carne quemada", agregó.
Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad por el ataque.
Pero el país miembro de la OTAN ha estado en estado de alerta desde que en julio comenzó una "guerra sincronizada contra el terrorismo", incluyendo ataques aéreos contra combatientes de Estado Islámico en Siria y bases del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak.
Los ataques, por la escala de víctimas, excedió los eventos ocurridos en 2003, cuando dos sinagogas, la sede central del banco HSBC en Estambul y el Consulado británico fueron atacados, dejando en total 62 muertos. Las autoridades dijeron que esos ataques tuvieron las marcas de al Qaeda.
Las explosiones del sábado se producen tres semanas antes de las elecciones parlamentarias y en un momento de múltiples amenazas para la seguridad, no sólo en el inestable sudeste del país, sino también por parte de miembros del Estado Islámico en la vecina Siria y de insurgentes de izquierda turcos.
Al menos 86 personas murieron el sábado cuando dos supuestos suicidas atacaron una manifestación pro-kurda y a activistas izquierdistas afuera de la principal estación de trenes de Ankara, semanas antes de las elecciones, en la incursión más letal de este tipo en territorio turco.
Cuerpos cubiertos de banderas y carteles, incluyendo los del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), yacían en una carretera entre manchas de sangre y partes de cuerpos.
"Como otros ataques terroristas, el ataque contra la estación de trenes de Ankara apunta contra nuestra unidad, solidaridad, hermandad y futuro", dijo el presidente Tayyip Erdogan en un comunicado, pidiendo "solidaridad y determinación".
El ministro de Salud, Mehmet Muezzinoglu, dijo en una conferencia de prensa que 86 personas habían muerto y 186 habían resultado heridas, 28 de las cuales estaban en terapia intensiva. La cifra de muertos podría aumentar.
Testigos dijeron que las dos explosiones ocurrieron con segundos de distancia poco después de las 10:00 horas mientras cientos de personas se reunían para una planeada manifestación para protestar por el conflicto entre las fuerzas de seguridad turcas y los activistas kurdos en el sudeste del país.
"Primero escuché una gran explosión y traté de cubrirme cuando la ventana se rompió. Enseguida vino la segunda", dijo Serdar, de 37 años, quien estaba trabajando en un puesto de diarios en la estación de trenes. "Hubo gritos y llantos y me quedé bajo los periódicos por un tiempo. Podía oler carne quemada", agregó.
Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad por el ataque.
Pero el país miembro de la OTAN ha estado en estado de alerta desde que en julio comenzó una "guerra sincronizada contra el terrorismo", incluyendo ataques aéreos contra combatientes de Estado Islámico en Siria y bases del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak.
Los ataques, por la escala de víctimas, excedió los eventos ocurridos en 2003, cuando dos sinagogas, la sede central del banco HSBC en Estambul y el Consulado británico fueron atacados, dejando en total 62 muertos. Las autoridades dijeron que esos ataques tuvieron las marcas de al Qaeda.
Las explosiones del sábado se producen tres semanas antes de las elecciones parlamentarias y en un momento de múltiples amenazas para la seguridad, no sólo en el inestable sudeste del país, sino también por parte de miembros del Estado Islámico en la vecina Siria y de insurgentes de izquierda turcos.