La OTAN aumenta su presencia en el Este y abre seis cuarteles militares
La Alianza inaugura unidades de coordinación en caso de despliegue militar en los tres Bálticos, Polonia, Rumanía y Bulgaria
Belén Domínguez Cebrián
Bruselas, El País
La crisis en Ucrania y el enfriamiento de la relación entre la Unión Europea (UE) y Rusia ha llevado este verano a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) a tomar decisiones disuasorias ante un presumible aumento de la tensión entre ambos bloques. Este martes, la Alianza abrirá seis unidades permanentes de coordinación —pequeños cuarteles generales— en Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Bulgaria.
"Su misión es sólo estratégica", defienden fuentes de la OTAN en Bruselas. La función principal será la de "coordinar" la fuerza de acción rápida en caso de que fuera desplegada en la zona. Aunque la Alianza se muestra muy cauta al aclarar que "no habrá equipación de guerra" en dichos centros, sí se llevarán a cabo ejercicios militares a lo largo de toda la zona del este de la UE. "Forma parte del compromiso de reforzar la seguridad colectiva que adquirimos en la pasada cumbre [reunión bienal de la OTAN] de Gales en 2014", sostiene una de sus portavoces. La organización admite que su presencia militar a las puertas de territorio ruso nunca había sido tan grande desde la Guerra Fría.
En estos centros, que son semipermanentes puesto que se trata de edificios y la misión es "indefinida", según la Alianza, habrá unos 40 mandos. "20 del país que aloja la base y otros 20 que se designarán de forma rotatoria entre los 28 países aliados", cuenta la misma portavoz. El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, viajará el jueves a Lituania, donde se ha establecido la sede de estos seis centros, para asistir a una ceremonia de inauguración. Habrá también el mismo día celebraciones en Rumanía y Bulgaria.
Esta última medida de la Alianza, "contribuirá a (...) responder a los retos actuales y futuros de dondequiera que pueden surgir, y a que la OTAN demuestre que tiene las fuerzas adecuadas en el lugar correcto en el momento adecuado", afirma la organización a través de un comunicado. No obstante, según clarifican fuentes de la OTAN, la situación en el Este no es más grave que hace un año y aunque la relación militar con Rusia —"que antes de la crisis ucrania llegó a sus máximos"— ahora esté en suspenso, el riesgo de un enfrentamiento es prácticamente nulo.
Una estrategia más amplia
La OTAN no sólo se plantea reforzar su presencia en el este de la UE ante una amenaza rusa o un retorno a la violencia indiscriminada en la región del este de Ucrania. La Alianza, como parte de su estrategia a más largo plazo, quiere reforzar otros cuarteles ya existentes y, sobre todo, tener más peso y presencia en el sur de Europa, según fuentes de la Alianza. La apertura de pequeños cuarteles en el sur —como los recién inaugurados en los Bálticos, Polonia, Rumanía y Bulgaria— aún está por definir.
Por lo pronto, Bucarest celebrará este noviembre una cumbre regional para debatir la situación en la zona a la que asistirá el vice secretario general de la Alianza, el estadounidense Alexander Vershbow.
Belén Domínguez Cebrián
Bruselas, El País
La crisis en Ucrania y el enfriamiento de la relación entre la Unión Europea (UE) y Rusia ha llevado este verano a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) a tomar decisiones disuasorias ante un presumible aumento de la tensión entre ambos bloques. Este martes, la Alianza abrirá seis unidades permanentes de coordinación —pequeños cuarteles generales— en Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Bulgaria.
"Su misión es sólo estratégica", defienden fuentes de la OTAN en Bruselas. La función principal será la de "coordinar" la fuerza de acción rápida en caso de que fuera desplegada en la zona. Aunque la Alianza se muestra muy cauta al aclarar que "no habrá equipación de guerra" en dichos centros, sí se llevarán a cabo ejercicios militares a lo largo de toda la zona del este de la UE. "Forma parte del compromiso de reforzar la seguridad colectiva que adquirimos en la pasada cumbre [reunión bienal de la OTAN] de Gales en 2014", sostiene una de sus portavoces. La organización admite que su presencia militar a las puertas de territorio ruso nunca había sido tan grande desde la Guerra Fría.
En estos centros, que son semipermanentes puesto que se trata de edificios y la misión es "indefinida", según la Alianza, habrá unos 40 mandos. "20 del país que aloja la base y otros 20 que se designarán de forma rotatoria entre los 28 países aliados", cuenta la misma portavoz. El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, viajará el jueves a Lituania, donde se ha establecido la sede de estos seis centros, para asistir a una ceremonia de inauguración. Habrá también el mismo día celebraciones en Rumanía y Bulgaria.
Esta última medida de la Alianza, "contribuirá a (...) responder a los retos actuales y futuros de dondequiera que pueden surgir, y a que la OTAN demuestre que tiene las fuerzas adecuadas en el lugar correcto en el momento adecuado", afirma la organización a través de un comunicado. No obstante, según clarifican fuentes de la OTAN, la situación en el Este no es más grave que hace un año y aunque la relación militar con Rusia —"que antes de la crisis ucrania llegó a sus máximos"— ahora esté en suspenso, el riesgo de un enfrentamiento es prácticamente nulo.
Una estrategia más amplia
La OTAN no sólo se plantea reforzar su presencia en el este de la UE ante una amenaza rusa o un retorno a la violencia indiscriminada en la región del este de Ucrania. La Alianza, como parte de su estrategia a más largo plazo, quiere reforzar otros cuarteles ya existentes y, sobre todo, tener más peso y presencia en el sur de Europa, según fuentes de la Alianza. La apertura de pequeños cuarteles en el sur —como los recién inaugurados en los Bálticos, Polonia, Rumanía y Bulgaria— aún está por definir.
Por lo pronto, Bucarest celebrará este noviembre una cumbre regional para debatir la situación en la zona a la que asistirá el vice secretario general de la Alianza, el estadounidense Alexander Vershbow.