El escándalo de las emisiones acaba con el presidente de Volkswagen
Winterkorn cede a la presión y admite que hace falta "un nuevo comienzo, también personal"
Luis Doncel
Berlín, El País
Finalmente, la presión ha sido demasiado fuerte. Martin Winterkorn, al mando de Volkswagen desde 2007 y que hace tan solo cinco meses había ganado un pulso por el poder al mismísimo patriarca Ferdinand Piëch, cayó el miércoles víctima del mayor escándalo en los 78 años de historia de la empresa. “Volkswagen necesita renovarse, también desde el punto de vista del personal. Estoy dispuesto a abrir el camino de la renovación con mi renuncia”, señaló Winterkorn en un breve comunicado. La empresa presentará el viernes su propuesta de sustituto. Matthias Müller, actual jefe de Porsche, suena como favorito.
Winterkorn era hasta hace poco la viva imagen del éxito. La empresa que comandaba había logrado en 2014 unas cifras récord de beneficio (más de 11.000 millones de euros) y de facturación (más de 200.000 millones). Además, en el primer trimestre de este año había superado a Toyota como primer vendedor de coches en el mundo. Todo estaba preparado para prorrogarle el contrato hasta 2018. Hasta que el pasado viernes estalló la bomba.
Las autoridades medioambientales estadounidenses acusaron entonces a Volkswagen de haber creado un software para engañar deliberadamente en las mediciones de gases contaminantes. El domingo, la compañía-símbolo del Made in Germany admitió unas alegaciones que podrían costarle hasta 18.000 millones de dólares. El lunes, las acciones cayeron casi un 19%. El martes, el escándalo creció aún más con la admisión de que el número de vehículos afectados en todo el mundo ascendía a 11 millones: el castigo bursátil fue aún mayor. Y el miércoles, Winterkorn cayó.
Los Verdes critican al Gobierno por conocer antes el fraude
El escándalo empresarial que sacude Alemania ha entrado ya en la pelea política. El diputado verde Oliver Krischer acusó al ministro de Transportes, el socialcristiano Alexander Dobrindt, de conocer desde julio el sistema con el que Volkswagen engañó y de no haber hecho nada al respecto. El diputado se basaba en una respuesta del Ministerio a una pregunta parlamentaria en la que mencionaba la existencia de mecanismos para reconocer las pruebas de control.
El principal afectado reaccionó indignado. “Estas acusaciones son falsas e indecentes”, respondió el ministro. ¿Cuándo supo por primera vez de las malas prácticas de Volkswagen? “El fin de semana, cuando lo leí en el periódico. Como todo el mundo”, añadió.
El hasta ahora presidente de la Junta Directiva de Volkswagen se resistió todo lo que pudo a abandonar el cargo. El martes aún insistía en pedir disculpas y en presentarse como el hombre que debería ganar de nuevo la confianza de los compradores. Pero las presiones eran ya insoportables. El directorio del Consejo de Supervisión, reunido desde las nueve de la mañana, admitió una dimisión que se presentó cómo voluntaria. La compañía ha anunciado también que Winterkorn no será el único en caer. “Esperamos más consecuencias personales en los próximos días. La investigación interna continúa a buena marcha. Todos los que hayan contribuido a este daño inconmensurable para Volkswagen se verán sujetos a todas las consecuencias”, señala en un comunicado el directorio del Consejo de Supervisión.
“No sabía nada”
Winterkorn se va, pero quiere dejar limpio su nombre. “Hago esto en interés de la empresa, a pesar de que soy consciente de que no hubo ninguna mala acción por mi parte”, señala en el comunicado. La cúpula de Volkswagen le respalda; y asegura que Winterkorn no sabía nada de la manipulación con la que la compañía trataba de esquivar las normativas medioambientales. Pero algunos expertos dudan que el hombre que conocía hasta el último detalle de la empresa, un ingeniero al que le gustaba estar al día sobre los detalles técnicos de los vehículos, no tuviera noticia sobre el software que ha desencadenado una ola de desprestigio mundial y una crisis sin precedentes.
Tan solo unas horas antes de que se conociera la marcha de Winterkorn, la Fiscalía de Brunswick anunció que estudia la apertura de una investigación. El fiscal de esta ciudad de Baja Sajonia —Estado federado que posee el 20% de las acciones del grupo— se propone examinar las denuncias presentadas por varios ciudadanos para identificar a los responsables del fraude. Volkswagen ha anunciado que se personará en el caso.
El posible sustituto, Matthias Müller, conoce bien la casa y, a sus 62 años, podría ser una figura de transición para estos tiempos revueltos. A su favor tiene también unas excelentes relaciones con la familia Piëch-Porsche.
Luis Doncel
Berlín, El País
Finalmente, la presión ha sido demasiado fuerte. Martin Winterkorn, al mando de Volkswagen desde 2007 y que hace tan solo cinco meses había ganado un pulso por el poder al mismísimo patriarca Ferdinand Piëch, cayó el miércoles víctima del mayor escándalo en los 78 años de historia de la empresa. “Volkswagen necesita renovarse, también desde el punto de vista del personal. Estoy dispuesto a abrir el camino de la renovación con mi renuncia”, señaló Winterkorn en un breve comunicado. La empresa presentará el viernes su propuesta de sustituto. Matthias Müller, actual jefe de Porsche, suena como favorito.
Winterkorn era hasta hace poco la viva imagen del éxito. La empresa que comandaba había logrado en 2014 unas cifras récord de beneficio (más de 11.000 millones de euros) y de facturación (más de 200.000 millones). Además, en el primer trimestre de este año había superado a Toyota como primer vendedor de coches en el mundo. Todo estaba preparado para prorrogarle el contrato hasta 2018. Hasta que el pasado viernes estalló la bomba.
Las autoridades medioambientales estadounidenses acusaron entonces a Volkswagen de haber creado un software para engañar deliberadamente en las mediciones de gases contaminantes. El domingo, la compañía-símbolo del Made in Germany admitió unas alegaciones que podrían costarle hasta 18.000 millones de dólares. El lunes, las acciones cayeron casi un 19%. El martes, el escándalo creció aún más con la admisión de que el número de vehículos afectados en todo el mundo ascendía a 11 millones: el castigo bursátil fue aún mayor. Y el miércoles, Winterkorn cayó.
Los Verdes critican al Gobierno por conocer antes el fraude
El escándalo empresarial que sacude Alemania ha entrado ya en la pelea política. El diputado verde Oliver Krischer acusó al ministro de Transportes, el socialcristiano Alexander Dobrindt, de conocer desde julio el sistema con el que Volkswagen engañó y de no haber hecho nada al respecto. El diputado se basaba en una respuesta del Ministerio a una pregunta parlamentaria en la que mencionaba la existencia de mecanismos para reconocer las pruebas de control.
El principal afectado reaccionó indignado. “Estas acusaciones son falsas e indecentes”, respondió el ministro. ¿Cuándo supo por primera vez de las malas prácticas de Volkswagen? “El fin de semana, cuando lo leí en el periódico. Como todo el mundo”, añadió.
El hasta ahora presidente de la Junta Directiva de Volkswagen se resistió todo lo que pudo a abandonar el cargo. El martes aún insistía en pedir disculpas y en presentarse como el hombre que debería ganar de nuevo la confianza de los compradores. Pero las presiones eran ya insoportables. El directorio del Consejo de Supervisión, reunido desde las nueve de la mañana, admitió una dimisión que se presentó cómo voluntaria. La compañía ha anunciado también que Winterkorn no será el único en caer. “Esperamos más consecuencias personales en los próximos días. La investigación interna continúa a buena marcha. Todos los que hayan contribuido a este daño inconmensurable para Volkswagen se verán sujetos a todas las consecuencias”, señala en un comunicado el directorio del Consejo de Supervisión.
“No sabía nada”
Winterkorn se va, pero quiere dejar limpio su nombre. “Hago esto en interés de la empresa, a pesar de que soy consciente de que no hubo ninguna mala acción por mi parte”, señala en el comunicado. La cúpula de Volkswagen le respalda; y asegura que Winterkorn no sabía nada de la manipulación con la que la compañía trataba de esquivar las normativas medioambientales. Pero algunos expertos dudan que el hombre que conocía hasta el último detalle de la empresa, un ingeniero al que le gustaba estar al día sobre los detalles técnicos de los vehículos, no tuviera noticia sobre el software que ha desencadenado una ola de desprestigio mundial y una crisis sin precedentes.
Tan solo unas horas antes de que se conociera la marcha de Winterkorn, la Fiscalía de Brunswick anunció que estudia la apertura de una investigación. El fiscal de esta ciudad de Baja Sajonia —Estado federado que posee el 20% de las acciones del grupo— se propone examinar las denuncias presentadas por varios ciudadanos para identificar a los responsables del fraude. Volkswagen ha anunciado que se personará en el caso.
El posible sustituto, Matthias Müller, conoce bien la casa y, a sus 62 años, podría ser una figura de transición para estos tiempos revueltos. A su favor tiene también unas excelentes relaciones con la familia Piëch-Porsche.