Puerto Rico incumple por primera vez con el pago de una deuda
El Gobierno presiona para lograr una renegociación del pasivo público
La agencia de calificación Fitch no alterará de momento su nota al país
S&P califica en impago tres emisiones de bonos
Amanda Mars
Washington, El País
El guión se cumplió este lunes, Puerto Rico incumplió con el pago de unos bonos y así comenzó un duro proceso con los acreedores. Es la primera vez que la isla deja de pagar una deuda. La vida de un país en el mundo financiero, después de haber dejado de atender una obligación, no vuelve a ser la misma, pero este impago no implica que las agencias de calificación de riesgos declaren al país en situación de default, ya que otros tipo de pasivos sí se están abonando.
Con este impago, Puerto Rico presiona a los acreedores para lograr una reestructuración de la deuda, ya que una suspensión de pagos desordenada sería mucho más gravosa.
Nueva York, Washington y Orlando han acogido manifestaciones en las últimas semanas para pedir a EEUU que ayuden a estado libre asociado, que tiene 3,6 millones de habitantes y una deuda de 72.000 millones de dólares que, según su Gobierno, no se puede asumir tras ocho años en recesión económica.
"Esta es una decisión que refleja las graves inquietudes acerca de la liquidez del Estado Libre Asociado y el balance entre las obligaciones con nuestros acreedores y las obligaciones con el pueblo de Puerto Rico, igualmente importantes para garantizar que se mantengan los servicios esenciales que el pueblo merece", indicó este lunes la funcionaria en un comunicado la presidenta del Banco Gubernamental de Fomento (BGF) de Puerto Rico, Melba Acosta. El Gobierno ha asegurado en los últimos días que tiene liquidez hasta noviembre.
Lo que se deja de pagar es la mayoría de los 58 millones de dólares correspondientes a una emisión de deuda de una de sus agencias públicas, la Corporación de Financiamiento Público (CFP). Solo se abonaron 628.000 euros. En cambio, el Gobierno dijo que sí se consignaron consignado 169 millones del Banco Gubernamental de Fomento (BGF). La diferencia entre uno y otro es que el primero, el que no se ha pagado, está sujeto a las asignaciones legislativas. Fitch, por ejemplo, ya ha advertido que los 58 millones que han vencido no están bajo su calificación y por tanto no alterará su nota al país, aunque ha admitido en un comunicado que la perspectiva se mantiene negativa y ve probable más impagos.
En cambio, la agencia Santdard &Poor's sí rebajó la nota de tres emisiones de Puerto Rico al impago, aunque considera que el país puede pagarlos en los siguientes días posteriores al vencimiento. "La decisión de Puerto Rico de deliberadamente dejar de pagar una deuda relativamente pequeña de 58 millones, comparados con unos ingresos anuales de 9.000 millones, indica que la liquidez a corto plazo se ha hecho prioritaria frente al acceso a los mercados de deuda", señaló la agencia en un comunicado.
Además, las autorizades anunciaron que congelarán los pagos mensuales a un fondo que cubre sus 13.000 millones obligaciones de deuda.
El Gobierno portorriqueño está preparando un plan de reestructuración de su deuda que presentará en septiembre y presiona para que EE UU permita al país caribeño acogerse a la ley de quiebra (Capítulo 9) al que se acogió Detroit, pero eso requiere una cambio de la ley para el que no hay consenso todavía. Mientras, un grupo de trabajo del Ejecutivo diseña un plan de reestructuración para intentar llegar a un acuerdo con los acreedores.
La agencia de calificación Fitch no alterará de momento su nota al país
S&P califica en impago tres emisiones de bonos
Amanda Mars
Washington, El País
El guión se cumplió este lunes, Puerto Rico incumplió con el pago de unos bonos y así comenzó un duro proceso con los acreedores. Es la primera vez que la isla deja de pagar una deuda. La vida de un país en el mundo financiero, después de haber dejado de atender una obligación, no vuelve a ser la misma, pero este impago no implica que las agencias de calificación de riesgos declaren al país en situación de default, ya que otros tipo de pasivos sí se están abonando.
Con este impago, Puerto Rico presiona a los acreedores para lograr una reestructuración de la deuda, ya que una suspensión de pagos desordenada sería mucho más gravosa.
Nueva York, Washington y Orlando han acogido manifestaciones en las últimas semanas para pedir a EEUU que ayuden a estado libre asociado, que tiene 3,6 millones de habitantes y una deuda de 72.000 millones de dólares que, según su Gobierno, no se puede asumir tras ocho años en recesión económica.
"Esta es una decisión que refleja las graves inquietudes acerca de la liquidez del Estado Libre Asociado y el balance entre las obligaciones con nuestros acreedores y las obligaciones con el pueblo de Puerto Rico, igualmente importantes para garantizar que se mantengan los servicios esenciales que el pueblo merece", indicó este lunes la funcionaria en un comunicado la presidenta del Banco Gubernamental de Fomento (BGF) de Puerto Rico, Melba Acosta. El Gobierno ha asegurado en los últimos días que tiene liquidez hasta noviembre.
Lo que se deja de pagar es la mayoría de los 58 millones de dólares correspondientes a una emisión de deuda de una de sus agencias públicas, la Corporación de Financiamiento Público (CFP). Solo se abonaron 628.000 euros. En cambio, el Gobierno dijo que sí se consignaron consignado 169 millones del Banco Gubernamental de Fomento (BGF). La diferencia entre uno y otro es que el primero, el que no se ha pagado, está sujeto a las asignaciones legislativas. Fitch, por ejemplo, ya ha advertido que los 58 millones que han vencido no están bajo su calificación y por tanto no alterará su nota al país, aunque ha admitido en un comunicado que la perspectiva se mantiene negativa y ve probable más impagos.
En cambio, la agencia Santdard &Poor's sí rebajó la nota de tres emisiones de Puerto Rico al impago, aunque considera que el país puede pagarlos en los siguientes días posteriores al vencimiento. "La decisión de Puerto Rico de deliberadamente dejar de pagar una deuda relativamente pequeña de 58 millones, comparados con unos ingresos anuales de 9.000 millones, indica que la liquidez a corto plazo se ha hecho prioritaria frente al acceso a los mercados de deuda", señaló la agencia en un comunicado.
Además, las autorizades anunciaron que congelarán los pagos mensuales a un fondo que cubre sus 13.000 millones obligaciones de deuda.
El Gobierno portorriqueño está preparando un plan de reestructuración de su deuda que presentará en septiembre y presiona para que EE UU permita al país caribeño acogerse a la ley de quiebra (Capítulo 9) al que se acogió Detroit, pero eso requiere una cambio de la ley para el que no hay consenso todavía. Mientras, un grupo de trabajo del Ejecutivo diseña un plan de reestructuración para intentar llegar a un acuerdo con los acreedores.