Israel encuentra los restos de Gat, la ciudad del gigante Goliat
La aldea filistea está considerada la mayor de la zona entre los siglos IX y X antes de Cristo
Fran Serrato
Madrid, El País
El gigante Goliat pudo pasear en algún momento por las calles de Gat, la ciudad bíblica que ahora un grupo de arqueólogos de la Universidad israelí de Bar-Ilan ha descubierto en la llanura de Tel Zalfit, en el centro de Israel. Los trabajos de búsqueda se iniciaron en 1996 pero no ha sido hasta este año cuando el profesor Aren Maeir ha localizado el lugar en el que ahora se han hallado los restos de una de las cinco ciudades estado filisteas, la mayor urbe de la zona entre los siglos IX y X a.C.
Oculta por la tierra y el paso del tiempo, el equipo de la excavación ha encontrado una puerta de la ciudad que ya aparece en una referencia bíblica, concretamente en el libro de Samuel. El episodio relata la historia de cómo David escapa de Saul, primer rey de Israel, y se convierte en siervo leal de Achich, rey de Gat.
Además de esa entrada legendaria, los arqueólogos han hallado una muralla, un templo y una herrería. El trabajo ha sido financiado por fondos públicos israelíes, la aportación de la Universidad de Bar-Ilan y donaciones privadas. Un montante que no especifica Maeir, que durante dos décadas ha dirigido un equipo arqueológico de 100 miembros, la mayoría voluntarios y estudiantes. Están felices porque la puerta desenterrada es la más grande que se ha encontrado jamás en el país. “Es el reflejo del estatus e influencia de Gat durante los reinos de David y Salomón”, cuenta Maeir.
La búsqueda de Gat ha sido, para este profesor nacido hace 57 años en Nueva York, una cruzada particular. “En su día fue uno de los lugares más importantes del planeta y su caída derivó en la creación del posterior Reino de Judea”, indica. Las excavaciones han sacado a la luz restos que apuntan a un duro asedio del asentamiento a finales del siglo IX a.C., probablemente en el 830 a.C., cuando Hazael, rey de Damasco, la destruye. El propio monarca lo menciona en el segundo libro de Reyes. El investigador apunta que la destrucción de Gat fue un evento dramático que cambió el equilibrio de poder regional en el siglo VIII a.C.
"Con los últimos hallazgos sabemos que no sólo era grande (unas 50 hectáreas), sino que era dos o tres veces mayor que otras ciudades de la época como Jerusalén, Meguido o Beersheva", ha destacado Maeir. El investigador ha asegurado a EL PAÍS que su equipo seguirá trabajando algunos años más en la zona intentando resolver enigmas.
Entre ellos, si el gigante Goliat existió. Maeir explica que han encontrado inscripciones con dos nombres similares, aunque no idénticos al corpulento soldado que mató David, según el profeta Samuel. “Esto, lo único que nos dice, es que durante la Edad de Hierro (en torno al siglo X a.C.), algunas de las personas de Gat tenían nombres no semitas, lo cual encaja sobre lo que sabemos sobre los filisteos”, afirma. Muchos de esos nombres, prosigue Maeir, tenían su origen en las actuales Grecia y Turquía.
Gat, conocida por los enfrentamientos entre filisteos e israelitas, contó con un asentamiento humano desde el Calcolítico (hace unos 5.000 años) y hasta 1948 hay referencias de aldeas árabes en la zona. La investigación también ha encontrado evidencias de un terremoto en el siglo XVIII a.C., utensilios y pruebas de la captura y destrucción de la urbe bíblica. También se han localizado ruinas de una primitiva ciudad canaanea, o del posterior castillo cruzado Blanche Garde, en el que estuvo el rey Ricardo I de Inglaterra, el mítico Ricardo Corazón de León.
Fran Serrato
Madrid, El País
El gigante Goliat pudo pasear en algún momento por las calles de Gat, la ciudad bíblica que ahora un grupo de arqueólogos de la Universidad israelí de Bar-Ilan ha descubierto en la llanura de Tel Zalfit, en el centro de Israel. Los trabajos de búsqueda se iniciaron en 1996 pero no ha sido hasta este año cuando el profesor Aren Maeir ha localizado el lugar en el que ahora se han hallado los restos de una de las cinco ciudades estado filisteas, la mayor urbe de la zona entre los siglos IX y X a.C.
Oculta por la tierra y el paso del tiempo, el equipo de la excavación ha encontrado una puerta de la ciudad que ya aparece en una referencia bíblica, concretamente en el libro de Samuel. El episodio relata la historia de cómo David escapa de Saul, primer rey de Israel, y se convierte en siervo leal de Achich, rey de Gat.
Además de esa entrada legendaria, los arqueólogos han hallado una muralla, un templo y una herrería. El trabajo ha sido financiado por fondos públicos israelíes, la aportación de la Universidad de Bar-Ilan y donaciones privadas. Un montante que no especifica Maeir, que durante dos décadas ha dirigido un equipo arqueológico de 100 miembros, la mayoría voluntarios y estudiantes. Están felices porque la puerta desenterrada es la más grande que se ha encontrado jamás en el país. “Es el reflejo del estatus e influencia de Gat durante los reinos de David y Salomón”, cuenta Maeir.
La búsqueda de Gat ha sido, para este profesor nacido hace 57 años en Nueva York, una cruzada particular. “En su día fue uno de los lugares más importantes del planeta y su caída derivó en la creación del posterior Reino de Judea”, indica. Las excavaciones han sacado a la luz restos que apuntan a un duro asedio del asentamiento a finales del siglo IX a.C., probablemente en el 830 a.C., cuando Hazael, rey de Damasco, la destruye. El propio monarca lo menciona en el segundo libro de Reyes. El investigador apunta que la destrucción de Gat fue un evento dramático que cambió el equilibrio de poder regional en el siglo VIII a.C.
"Con los últimos hallazgos sabemos que no sólo era grande (unas 50 hectáreas), sino que era dos o tres veces mayor que otras ciudades de la época como Jerusalén, Meguido o Beersheva", ha destacado Maeir. El investigador ha asegurado a EL PAÍS que su equipo seguirá trabajando algunos años más en la zona intentando resolver enigmas.
Entre ellos, si el gigante Goliat existió. Maeir explica que han encontrado inscripciones con dos nombres similares, aunque no idénticos al corpulento soldado que mató David, según el profeta Samuel. “Esto, lo único que nos dice, es que durante la Edad de Hierro (en torno al siglo X a.C.), algunas de las personas de Gat tenían nombres no semitas, lo cual encaja sobre lo que sabemos sobre los filisteos”, afirma. Muchos de esos nombres, prosigue Maeir, tenían su origen en las actuales Grecia y Turquía.
Gat, conocida por los enfrentamientos entre filisteos e israelitas, contó con un asentamiento humano desde el Calcolítico (hace unos 5.000 años) y hasta 1948 hay referencias de aldeas árabes en la zona. La investigación también ha encontrado evidencias de un terremoto en el siglo XVIII a.C., utensilios y pruebas de la captura y destrucción de la urbe bíblica. También se han localizado ruinas de una primitiva ciudad canaanea, o del posterior castillo cruzado Blanche Garde, en el que estuvo el rey Ricardo I de Inglaterra, el mítico Ricardo Corazón de León.