Fantásticos 43.48 de Van Niekerk para el oro en 400
Beijing, As
El sudafricano Wayde Van Niekerk, de Ciudad del Cabo y de 23 años recién cumplidos, lo había anticipado: "Quiero ser el primer campeón mundial que tenga Sudáfrica en 400 metros lisos". Y Van Niekerk, imbatido en 2015 sobre la vuelta a la pista (incluidas victorias en Nueva York y París, en la Diamond League), aprovechó el fragor de la batalla que mantuvieron LaShawn Merritt y Kirani James para, a distancia de dos calles, colarse entre los dos campeones olímpicos y firmar este título mundial de Pekín en 400 con un registro sensacional: 43.48. Se trata de la mejor marca de 2015 y sexta de toda la historia, donde solo tres hombres han corrido más rápido que Van Niekerk: Michael Johnson, Butch Reynolds y Jeremy Wariner: este, en 2007, para ganar el Mundial de Osaka. Esta de Wariner fue la última vez hasta hoy que se bajó de 43.50 en la vuelta a la pista.
La distribución de calles resultó decisiva para la exhibición de Van Niekerk, que hasta aquí tenía acreditados 43.96 y no pasaba de un humilde subcampeonato en los Juegos de la Commonwealth de 2014. Por la calle ocho, Merritt reaccionó mal (en 195 milésimas), pero arrancó como un maníaco, viéndose venir la acometida de Kirani James, por la calle cinco. Merritt y James, los dos campeones olímpicos más recientes, libraban un combate mortal cara a cara... aunque separados por dos calles, la seis y la siete.
Por delante del mundo, Merritt se consumía como un maníaco en una carrera endiablada contra nadie más que sus propias fuerzas. La zancada elegante de James intentaba seguir la brutal estela del estadounidense de Virginia. Y en los últimos 50 metros, sinuoso, flexible y por la calle seis, apareció Van Niekerk justo entre las caderas de los dos colosales duelistas. Relajado y sin presión, el sudafricano había conservado la técnica y la velocidad hasta la recta, llevado en volandas por el ritmo de Merritt (por delante) y la amenaza constante de James, en sus talones. Tras cruzar la meta, Van Niekerk se desplomó casi sin créerselo. Heroicamente, Merritt resistió hasta colgarse la plata con 43.65, plusmarca personal. Kirani James selló el bronce, escaso premio para él: en 43.78. Fueron tres 'cuatrocenteros', tres 'quartermilers' por debajo de 44.00. Así, dieron vida a una final de un nivel inédito en la historia de los Mundiales. Primer título para Sudáfrica, en efecto. Pero los 43,18 de Michael Johnson en Sevilla, en 1999, ahí se mantienen: ese récord mundial imponente e ¿inaccesible?
El sudafricano Wayde Van Niekerk, de Ciudad del Cabo y de 23 años recién cumplidos, lo había anticipado: "Quiero ser el primer campeón mundial que tenga Sudáfrica en 400 metros lisos". Y Van Niekerk, imbatido en 2015 sobre la vuelta a la pista (incluidas victorias en Nueva York y París, en la Diamond League), aprovechó el fragor de la batalla que mantuvieron LaShawn Merritt y Kirani James para, a distancia de dos calles, colarse entre los dos campeones olímpicos y firmar este título mundial de Pekín en 400 con un registro sensacional: 43.48. Se trata de la mejor marca de 2015 y sexta de toda la historia, donde solo tres hombres han corrido más rápido que Van Niekerk: Michael Johnson, Butch Reynolds y Jeremy Wariner: este, en 2007, para ganar el Mundial de Osaka. Esta de Wariner fue la última vez hasta hoy que se bajó de 43.50 en la vuelta a la pista.
La distribución de calles resultó decisiva para la exhibición de Van Niekerk, que hasta aquí tenía acreditados 43.96 y no pasaba de un humilde subcampeonato en los Juegos de la Commonwealth de 2014. Por la calle ocho, Merritt reaccionó mal (en 195 milésimas), pero arrancó como un maníaco, viéndose venir la acometida de Kirani James, por la calle cinco. Merritt y James, los dos campeones olímpicos más recientes, libraban un combate mortal cara a cara... aunque separados por dos calles, la seis y la siete.
Por delante del mundo, Merritt se consumía como un maníaco en una carrera endiablada contra nadie más que sus propias fuerzas. La zancada elegante de James intentaba seguir la brutal estela del estadounidense de Virginia. Y en los últimos 50 metros, sinuoso, flexible y por la calle seis, apareció Van Niekerk justo entre las caderas de los dos colosales duelistas. Relajado y sin presión, el sudafricano había conservado la técnica y la velocidad hasta la recta, llevado en volandas por el ritmo de Merritt (por delante) y la amenaza constante de James, en sus talones. Tras cruzar la meta, Van Niekerk se desplomó casi sin créerselo. Heroicamente, Merritt resistió hasta colgarse la plata con 43.65, plusmarca personal. Kirani James selló el bronce, escaso premio para él: en 43.78. Fueron tres 'cuatrocenteros', tres 'quartermilers' por debajo de 44.00. Así, dieron vida a una final de un nivel inédito en la historia de los Mundiales. Primer título para Sudáfrica, en efecto. Pero los 43,18 de Michael Johnson en Sevilla, en 1999, ahí se mantienen: ese récord mundial imponente e ¿inaccesible?