Detenido el expresidente del PT brasileño en la operación Lava Jato
José Dirceu ya fue condenado en 2012 por el caso de corrupción conocido como 'mensalão'
Felipe Betim
São Paulo, El País
La Operación Lava Jato, que investiga una trama de sobornos y lavado de dinero en Petrobras, la petrolera estatal de Brasil, se acerca cada vez más a la cúpula del Gobierno. En su 17ª fase, que ha arrancado en la mañana de este lunes, la Policía Federal (PF) ha detenido a José Dirceu, expresidente del Partido de los Trabajadores (PT) y exministro entre 2003 y 2005 del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, a quien ayudó a fundar el partido. Dirceu está acusado de liderar la trama corrupta en Petrobras cuando todavía era ministro y de beneficiarse de desvíos de dinero ocurridos en la petrolera.
Dirceu, de 69 años, ya fue condenado en 2012 a siete años y 11 meses de cárcel por el caso de corrupción conocido como mensalão, un sistema de sobornos a diputados y partidos para beneficiar al Gobierno de Lula da Silva. Cumplió un año y medio de la condena en prisión, pero desde hace seis meses estaba en arresto domiciliario en Brasilia.
Según el Ministério Público (Fiscalía), Dirceu lideraba la red que otorgaba contratos de Petrobras a cambio de sobornos durante su etapa de ministro del primer Gobierno Lula (que presidió el país entre 2003 y 2011) y también, simultáneamente, durante el escándalo del mensalão. De hecho, la red de corrupción de la petrolera replicaba en cierta manera el modelo del mensalão, creen los fiscales. El enriquecimiento de Dirceu era personal, "no partidario", de acuerdo con el Procurador (fiscal) Carlos Fernando dos Santos Lima, que ha asegurado que el exministro seguía recibiendo comisiones mientras estaba en la cárcel.
El Ministerio Público (la Fiscalía brasileña) cree que el exministro recibió sobornos a través de su empresa, JD Consultoria y Asesoría Ltda, que facturó 39 millones de reales (11 millones de dólares) entre 2006 y 2013. Las constructoras investigadas —OAS, UTC Engenharia, Engevix y Camargo Corrêa, entre otras— pagaron cerca de 9,5 millones de reales (2,8 millones de dólares) a la companía de Dirceu. Los agentes de la Polícia Federal afirman que esos pagos eran sobornos para facilitar los negocios con Petrobras, mientras Dirceu asegura que no tienen relación con la trama corrupta.
El hermano del exministro, Luiz Eduardo de Olivo y Silva, también ha sido detenido en esta nueva fase, denominada Pixuleco. Ese fue el término que supuestamente utilizaba el extesorero del PT João Vaccari Neto para denominar el soborno en contratos con el poder público, según el delator Ricardo Persona, de la empresa contratista de Petrobras UTC. Después de la condena de Dirceu, su hermano fue encargado de recibir el dinero de las empresas investigadas por Lava Jato, siempre según el Ministerio Público. En total, 200 agentes han cumplido este lunes 40 ordenes judiciales en Brasília, São Paulo y Río de Janeiro y han detenido a otras seis personas, entre lobistas y empresarios.
La operación Lava Jato investiga los enormes fraudes que supuestamente tuvieron lugar durante una década en el seno de Petrobras. La compañía reconoce que perdió más de 6.200 millones de reales (unos 2.000 millones de dólares) debido a los desvíos de dinero, aunque la policía estima que la cantidad puede ser hasta tres veces mayor. La semana pasada, además, las sospechas de corrupción se extendieron a más sectores públicos, con la detención del expresidente de la estatal Eletronuclear Othon Luiz Pinheiro.
São Paulo, El País
La Operación Lava Jato, que investiga una trama de sobornos y lavado de dinero en Petrobras, la petrolera estatal de Brasil, se acerca cada vez más a la cúpula del Gobierno. En su 17ª fase, que ha arrancado en la mañana de este lunes, la Policía Federal (PF) ha detenido a José Dirceu, expresidente del Partido de los Trabajadores (PT) y exministro entre 2003 y 2005 del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, a quien ayudó a fundar el partido. Dirceu está acusado de liderar la trama corrupta en Petrobras cuando todavía era ministro y de beneficiarse de desvíos de dinero ocurridos en la petrolera.
Dirceu, de 69 años, ya fue condenado en 2012 a siete años y 11 meses de cárcel por el caso de corrupción conocido como mensalão, un sistema de sobornos a diputados y partidos para beneficiar al Gobierno de Lula da Silva. Cumplió un año y medio de la condena en prisión, pero desde hace seis meses estaba en arresto domiciliario en Brasilia.
Según el Ministério Público (Fiscalía), Dirceu lideraba la red que otorgaba contratos de Petrobras a cambio de sobornos durante su etapa de ministro del primer Gobierno Lula (que presidió el país entre 2003 y 2011) y también, simultáneamente, durante el escándalo del mensalão. De hecho, la red de corrupción de la petrolera replicaba en cierta manera el modelo del mensalão, creen los fiscales. El enriquecimiento de Dirceu era personal, "no partidario", de acuerdo con el Procurador (fiscal) Carlos Fernando dos Santos Lima, que ha asegurado que el exministro seguía recibiendo comisiones mientras estaba en la cárcel.
El Ministerio Público (la Fiscalía brasileña) cree que el exministro recibió sobornos a través de su empresa, JD Consultoria y Asesoría Ltda, que facturó 39 millones de reales (11 millones de dólares) entre 2006 y 2013. Las constructoras investigadas —OAS, UTC Engenharia, Engevix y Camargo Corrêa, entre otras— pagaron cerca de 9,5 millones de reales (2,8 millones de dólares) a la companía de Dirceu. Los agentes de la Polícia Federal afirman que esos pagos eran sobornos para facilitar los negocios con Petrobras, mientras Dirceu asegura que no tienen relación con la trama corrupta.
El hermano del exministro, Luiz Eduardo de Olivo y Silva, también ha sido detenido en esta nueva fase, denominada Pixuleco. Ese fue el término que supuestamente utilizaba el extesorero del PT João Vaccari Neto para denominar el soborno en contratos con el poder público, según el delator Ricardo Persona, de la empresa contratista de Petrobras UTC. Después de la condena de Dirceu, su hermano fue encargado de recibir el dinero de las empresas investigadas por Lava Jato, siempre según el Ministerio Público. En total, 200 agentes han cumplido este lunes 40 ordenes judiciales en Brasília, São Paulo y Río de Janeiro y han detenido a otras seis personas, entre lobistas y empresarios.
La operación Lava Jato investiga los enormes fraudes que supuestamente tuvieron lugar durante una década en el seno de Petrobras. La compañía reconoce que perdió más de 6.200 millones de reales (unos 2.000 millones de dólares) debido a los desvíos de dinero, aunque la policía estima que la cantidad puede ser hasta tres veces mayor. La semana pasada, además, las sospechas de corrupción se extendieron a más sectores públicos, con la detención del expresidente de la estatal Eletronuclear Othon Luiz Pinheiro.
