Los nuevos ministros griegos toman posesión de sus cargos tras la remodelación

Atenas, Reuters
Los nuevos ministros de Grecia fueron investidos el sábado después de que el primer ministro Alexis Tsipras llevase a cabo una remodelación para expulsar a los disidentes de su gabinete y comenzar una nueva fase en las negociaciones por un tercer acuerdo de rescate.


Tsipras despidió al antiguo ministro de Energía, Panagiotis Lafazanis, del ala más radical del partido, y a dos viceministros el viernes, en lo que supuso una ruptura con la sección más izquierdista del partido gobernante Syriza después de una serie de desacuerdos sobre los términos del rescate.

Panos Skourletis, un hombre cercano a Tsipras que ha abandonado el ministerio de Trabajo por la crucial cartera de Energía, dijo que la remodelación marcaba "un ajuste por parte del gobierno a una nueva realidad".

El acuerdo, aprobado con el apoyo de los partidos de la oposición el jueves después de que 39 diputados de Syriza se negasen a votar a favor, supondrá una dolorosa mezcla de subidas de impuestos, recortes en las pensiones y el gasto y una revisión de los convenios colectivos.

Además, hasta 50.000 millones de euros en activos públicos serán destinados a un fondo especial de privatización como garantía para los préstamos de hasta 86.000 millones que Atenas debe ahora negociar con sus socios europeos.

En lugar de los disidentes, Tsipras nombró a sus aliados más cercanos o a miembros del partido menor de su coalición de gobierno, la formación derechista Griegos Independientes, buscando certificar un acuerdo de rescate con sus acreedores durante las próximas semanas, lo que probablemente vendrá seguido de una nueva convocatoria de elecciones.

"Nuestro objetivo es negociar duramente por los términos del acuerdo, no solo firmarlo, sino hablar sobre cómo será implementado. Hay muchos términos vagos en el texto", dijo el recién nombrado ministro de Trabajo, Giorgios Katrougalos.

Agregó que el gobierno, elegido en enero bajo la promesa de acabar con la austeridad, lucharía por un acuerdo que fuera "socialmente justo" y rechazó las sugerencias de que podría tener que enfrentarse a la oposición de los poderosos sindicatos locales o a la protesta de las calles.

"La izquierda está con los manifestantes. La izquierda quiere a la gente en las calles", dijo.

La aceptación de los duros términos del acuerdo supuso un cambio de rumbo para Tsipras, después de meses de ásperas negociaciones y de un referéndum que rechazó de plano una propuesta menos rigurosa por parte de los acreedores. Pero los sondeos de opinión señalan que la popularidad del primer ministro sigue siendo alta.

Una encuesta publicada el sábado en el diario izquierdista Efimerida Ton Syntaknon aseguraban que Syriza obtendría el 42,5 por ciento de los votos si se celebrasen unas nuevas elecciones hoy, casi el doble que el partido conservador Nueva Democracia, que recibiría el 21,5 por ciento.

Además, el 70 por ciento dijo de los encuestados dijo que prefería aceptar el acuerdo de rescate si mantenía al país en la zona euro.

Las negociaciones sobre el paquete de medidas comenzarán la semana que viene, después de que los parlamentos de Alemania y otros países europeos den su aprobación y las autoridades europeas aprueben una financiación de emergencia que Atenas necesita para evitar la suspensión de pagos abonando 3.500 millones de euros de deuda que vence el lunes.

El Banco Central Europeo también ha acordado habilitar 900 millones en créditos de emergencia la próxima semana para el maltrecho sector bancario griego. Pero los bancos permanecerán cerrados al menos hasta el domingo, y aún no está claro si podrán volver a la actividad inmediatamente.

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