La fiscalía baraja una investigación sobre los emails de Clinton
El inspector afirma que sí hubo información confidencial
Amanda Mars
Washington, El País
El conflicto por el uso del correo electrónico particular para contenidos oficiales se envenena para Hillary Clinton. El Departamento de Justicia de EE UU confirmó este viernes que ha recibido una petición para investigar el manejo de información clasificada por parte de la hoy candidata demócrata a las elecciones presidenciales de 2016 durante su época como secretaria de Estado, si bien agregó que de momento no se trata de un asunto de relevancia penal.
El comunicado vino después de que The New York Times publicara que dos inspectores generales del Gobierno habían reclamado una investigación penal para averiguar si hubo información confidencial mal gestionada y el mismo día en que The Wall Street Journal también apuntara en esa dirección: Clinton envió al menos cuatro correos desde su cuenta personal con contenidos clasificados en esos años, según refleja una carta del inspector general de las agencias de Inteligencia remitida al Congreso el jueves y que cita el rotativo. El material en riesgo debió ser calificado como “secreto” en el momento en el que se envió, el segundo nivel más alto de clasificación.
El caso de los correos eclipsó el discurso de Hillary Clinton en Nueva York, donde propuso reformas en los impuestos que pagan en las empresas, incluyendo una escala móvil para el gravamen sobre las ganancias de capital y, además una serie de cambios en el sistema de compensaciones que reciben los ejecutivos de las corporaciones con el fin de incentivar el crecimiento a largo plazo y beneficiar a los trabajadores.
La candidata demócrata a las presidenciales de 2016 tocó los puntos sensibles de Wall Street, tras haber recibido críticas desde las alas más izquierdistas por haber sido blanda con los excesos financieros. Clinton señaló que los inversores institucionales tiene la obligación de contrarrestar el “golper y correr” del activismo de los accionistas. También advirtió de que EEUU necesita “para de despilfarrar subsidios en sectores que ya están prosperando, como el petróleo”.
El caso de los correos es un golpe a Clinton en plena contienda electoral y los republicanos darán de él toda la cuenta que puedan. Reince Priebus, el presidente del Comité Nacional Republicano (RNC), reclamó este viernes que la investigación sobre el uso del correo electrónico no debe recaer solo en el Departamento de Justicia, sino también en “una tercera parte independiente”.
En marzo salió a la luz el uso incorrecto que hizo la exsenadora y ex primera dama de su cuenta de correo electrónico personal durante sus cuatro años al frente del Departamento de Estado, lo que puede considerarse el incumplimiento de la ley federal que establece que deben entregarse todas las comunicaciones de los altos cargos de la Administración para que estos se archiven.
Además, esta conducta ponía sobre la mesa que esos materiales habían estado más desprotegidos ante los piratas informáticos que con un correo corporativo. El hecho de que además utilizara un servidor personal alimentó las críticas a la opacidad que en ocasiones han rodeado a los Clinton.
Al conocerse los hechos, Clinton reaccionó entregando más de 30.000 correos y recalcó que no envió material calificado como clasificado en ese momento a nadie desde su cuenta privada, pero eso es lo que ahora se pone en entredicho.
Los cuatro emails de los que habla The Wall Street Journal “eran clasificados cuando fueron enviados y son clasificados ahora”, en declaraciones al diario neoyorquino de Andrea Williams, una portavoz del inspector general. Un portavoz de la candidata demócrata insistió en que esta había seguido las prácticas correctas.
En una conferencia en Nueva York, Clinton reiteró: "He hecho públicas 55.000 páginas de mis correos y he dicho repetidamente que responderé a sus preguntas en el comité de la Cámara Baja".
Amanda Mars
Washington, El País
El conflicto por el uso del correo electrónico particular para contenidos oficiales se envenena para Hillary Clinton. El Departamento de Justicia de EE UU confirmó este viernes que ha recibido una petición para investigar el manejo de información clasificada por parte de la hoy candidata demócrata a las elecciones presidenciales de 2016 durante su época como secretaria de Estado, si bien agregó que de momento no se trata de un asunto de relevancia penal.
El comunicado vino después de que The New York Times publicara que dos inspectores generales del Gobierno habían reclamado una investigación penal para averiguar si hubo información confidencial mal gestionada y el mismo día en que The Wall Street Journal también apuntara en esa dirección: Clinton envió al menos cuatro correos desde su cuenta personal con contenidos clasificados en esos años, según refleja una carta del inspector general de las agencias de Inteligencia remitida al Congreso el jueves y que cita el rotativo. El material en riesgo debió ser calificado como “secreto” en el momento en el que se envió, el segundo nivel más alto de clasificación.
El caso de los correos eclipsó el discurso de Hillary Clinton en Nueva York, donde propuso reformas en los impuestos que pagan en las empresas, incluyendo una escala móvil para el gravamen sobre las ganancias de capital y, además una serie de cambios en el sistema de compensaciones que reciben los ejecutivos de las corporaciones con el fin de incentivar el crecimiento a largo plazo y beneficiar a los trabajadores.
La candidata demócrata a las presidenciales de 2016 tocó los puntos sensibles de Wall Street, tras haber recibido críticas desde las alas más izquierdistas por haber sido blanda con los excesos financieros. Clinton señaló que los inversores institucionales tiene la obligación de contrarrestar el “golper y correr” del activismo de los accionistas. También advirtió de que EEUU necesita “para de despilfarrar subsidios en sectores que ya están prosperando, como el petróleo”.
El caso de los correos es un golpe a Clinton en plena contienda electoral y los republicanos darán de él toda la cuenta que puedan. Reince Priebus, el presidente del Comité Nacional Republicano (RNC), reclamó este viernes que la investigación sobre el uso del correo electrónico no debe recaer solo en el Departamento de Justicia, sino también en “una tercera parte independiente”.
En marzo salió a la luz el uso incorrecto que hizo la exsenadora y ex primera dama de su cuenta de correo electrónico personal durante sus cuatro años al frente del Departamento de Estado, lo que puede considerarse el incumplimiento de la ley federal que establece que deben entregarse todas las comunicaciones de los altos cargos de la Administración para que estos se archiven.
Además, esta conducta ponía sobre la mesa que esos materiales habían estado más desprotegidos ante los piratas informáticos que con un correo corporativo. El hecho de que además utilizara un servidor personal alimentó las críticas a la opacidad que en ocasiones han rodeado a los Clinton.
Al conocerse los hechos, Clinton reaccionó entregando más de 30.000 correos y recalcó que no envió material calificado como clasificado en ese momento a nadie desde su cuenta privada, pero eso es lo que ahora se pone en entredicho.
Los cuatro emails de los que habla The Wall Street Journal “eran clasificados cuando fueron enviados y son clasificados ahora”, en declaraciones al diario neoyorquino de Andrea Williams, una portavoz del inspector general. Un portavoz de la candidata demócrata insistió en que esta había seguido las prácticas correctas.
En una conferencia en Nueva York, Clinton reiteró: "He hecho públicas 55.000 páginas de mis correos y he dicho repetidamente que responderé a sus preguntas en el comité de la Cámara Baja".