El respaldo de la ONU al pacto nuclear eleva la presión al Congreso
La aprobación supone el inicio del proceso de levantamiento de las sanciones
Joan Faus
Washington, El País
El Consejo de Seguridad de la ONU respaldó este lunes por unanimidad el acuerdo nuclear iraní, lo que inicia el proceso de levantamiento de las sanciones contra el régimen de los ayatolás a cambio de que limite su capacidad nuclear.
La ONU podrá volver a imponer durante una década sus penalizaciones a Teherán en caso de que incumpla el pacto alcanzado la semana pasada en Viena entre los cinco miembros permanentes del Consejo, Alemania e Irán. La votación es independiente de la retirada de las sanciones de EE UU y la Unión Europea contra Irán.
La aprobación de este lunes se daba por descontada, pero las formas y los tiempos de la votación han incomodado al Congreso de Estados Unidos. La cúpula republicana del Capitolio, con el apoyo de destacados legisladores demócratas, reclamó en los últimos días que la votación de la ONU se pospusiera hasta que los congresistas pudieran votar antes el pacto. Su argumento es que la aprobación de la ONU resta capacidad al Congreso para decidir si impide al presidente Barack Obama levantar las sanciones (una posibilidad improbable por la aritmética parlamentaria).
El Gobierno del demócrata Obama ha tratado de mediar en este choque de legitimidades entre el Consejo de la ONU en Nueva York y el Congreso en Washington. Los legisladores tienen desde este lunes 60 días para revisar el acuerdo, pero el pacto de Viena no entrará en vigor hasta 90 días después de la votación de la ONU. Ese mes de margen fue una demanda de los negociadores estadounidenses para satisfacer al Congreso, según explicó el domingo el secretario de Estado, John Kerry.
Preguntado por la votación del Consejo, Obama dijo este lunes confiar en que el Congreso "preste atención" al "amplio consenso" de la comunidad internacional y los expertos.
El domingo, en una entrevista a la cadena ABC, Kerry esgrimió que, pese a la votación de la ONU, los legisladores gozan de una amplia capacidad de análisis del acuerdo. El veterano exsenador consideró “presuntuoso” pensar que los otros países firmantes del pacto -Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y China- tienen que hacer lo que les diga el Congreso estadounidense.
El senador republicano y candidato presidencial Marco Rubio criticó este lunes que la seguridad de Estados Unidos se “externalice” a la ONU, y que Obama busque “el sello de aprobación de Rusia y China al acuerdo antes de que miembros de la Administración lo hayan explicado al Congreso”.
En estos 60 días, el Congreso puede aprobar, rechazar o ignorar el pacto con Irán. La Casa Blanca ha iniciado una ofensiva para convencer sobre todo a los legisladores demócratas, al darse por hecho el rechazo mayoritario republicano. Los legisladores pueden aprobar una resolución de desaprobación del pacto, lo que, en caso de prosperar, impediría a Obama levantar las sanciones contra Irán impuestas por el Congreso y por tanto haría descarrilar el acuerdo.
Sin embargo, el presidente ha avanzado que vetaría dicha resolución. En ese escenario, el Congreso necesitaría una mayoría de dos tercios de ambas cámaras para anular un veto presidencial. Es una opción muy difícil porque requeriría de un destacado apoyo del Partido Demócrata de Obama, que en los últimos meses ha apoyado las negociaciones.
La resolución de la ONU, aprobada por los 15 miembros del Consejo de Seguridad, vincula el levantamiento de las sanciones -que han asfixiado y aislado a Irán- a que la Agencia Internacional de la Energía Atómica verifique en los próximos meses que Irán cumple con las condiciones del acuerdo que impiden el desarrollo de una bomba atómica. En las próximas semanas, debe reducir sus reservas de uranio enriquecido de unos 12.000 a 300 kilos y desmantelar dos tercios de sus centrifugadoras para enriquecer uranio.
Una vez comprobadas esas condiciones, se levantarán la mayoría de sanciones de la ONU. Sin embargo, se mantendrá el embargo de armas a Teherán durante cinco años y de tecnología para misiles durante ocho. Y en caso de que Irán incumpla las condiciones del acuerdo, las sanciones podrán volver a imponerse automáticamente en los próximos 10 años. Las potencias anunciaron la semana pasada que una vez concluido ese período buscarán una extensión de cinco años más.
Joan Faus
Washington, El País
El Consejo de Seguridad de la ONU respaldó este lunes por unanimidad el acuerdo nuclear iraní, lo que inicia el proceso de levantamiento de las sanciones contra el régimen de los ayatolás a cambio de que limite su capacidad nuclear.
La ONU podrá volver a imponer durante una década sus penalizaciones a Teherán en caso de que incumpla el pacto alcanzado la semana pasada en Viena entre los cinco miembros permanentes del Consejo, Alemania e Irán. La votación es independiente de la retirada de las sanciones de EE UU y la Unión Europea contra Irán.
La aprobación de este lunes se daba por descontada, pero las formas y los tiempos de la votación han incomodado al Congreso de Estados Unidos. La cúpula republicana del Capitolio, con el apoyo de destacados legisladores demócratas, reclamó en los últimos días que la votación de la ONU se pospusiera hasta que los congresistas pudieran votar antes el pacto. Su argumento es que la aprobación de la ONU resta capacidad al Congreso para decidir si impide al presidente Barack Obama levantar las sanciones (una posibilidad improbable por la aritmética parlamentaria).
El Gobierno del demócrata Obama ha tratado de mediar en este choque de legitimidades entre el Consejo de la ONU en Nueva York y el Congreso en Washington. Los legisladores tienen desde este lunes 60 días para revisar el acuerdo, pero el pacto de Viena no entrará en vigor hasta 90 días después de la votación de la ONU. Ese mes de margen fue una demanda de los negociadores estadounidenses para satisfacer al Congreso, según explicó el domingo el secretario de Estado, John Kerry.
Preguntado por la votación del Consejo, Obama dijo este lunes confiar en que el Congreso "preste atención" al "amplio consenso" de la comunidad internacional y los expertos.
El domingo, en una entrevista a la cadena ABC, Kerry esgrimió que, pese a la votación de la ONU, los legisladores gozan de una amplia capacidad de análisis del acuerdo. El veterano exsenador consideró “presuntuoso” pensar que los otros países firmantes del pacto -Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y China- tienen que hacer lo que les diga el Congreso estadounidense.
El senador republicano y candidato presidencial Marco Rubio criticó este lunes que la seguridad de Estados Unidos se “externalice” a la ONU, y que Obama busque “el sello de aprobación de Rusia y China al acuerdo antes de que miembros de la Administración lo hayan explicado al Congreso”.
En estos 60 días, el Congreso puede aprobar, rechazar o ignorar el pacto con Irán. La Casa Blanca ha iniciado una ofensiva para convencer sobre todo a los legisladores demócratas, al darse por hecho el rechazo mayoritario republicano. Los legisladores pueden aprobar una resolución de desaprobación del pacto, lo que, en caso de prosperar, impediría a Obama levantar las sanciones contra Irán impuestas por el Congreso y por tanto haría descarrilar el acuerdo.
Sin embargo, el presidente ha avanzado que vetaría dicha resolución. En ese escenario, el Congreso necesitaría una mayoría de dos tercios de ambas cámaras para anular un veto presidencial. Es una opción muy difícil porque requeriría de un destacado apoyo del Partido Demócrata de Obama, que en los últimos meses ha apoyado las negociaciones.
La resolución de la ONU, aprobada por los 15 miembros del Consejo de Seguridad, vincula el levantamiento de las sanciones -que han asfixiado y aislado a Irán- a que la Agencia Internacional de la Energía Atómica verifique en los próximos meses que Irán cumple con las condiciones del acuerdo que impiden el desarrollo de una bomba atómica. En las próximas semanas, debe reducir sus reservas de uranio enriquecido de unos 12.000 a 300 kilos y desmantelar dos tercios de sus centrifugadoras para enriquecer uranio.
Una vez comprobadas esas condiciones, se levantarán la mayoría de sanciones de la ONU. Sin embargo, se mantendrá el embargo de armas a Teherán durante cinco años y de tecnología para misiles durante ocho. Y en caso de que Irán incumpla las condiciones del acuerdo, las sanciones podrán volver a imponerse automáticamente en los próximos 10 años. Las potencias anunciaron la semana pasada que una vez concluido ese período buscarán una extensión de cinco años más.