Arabia Saudita considera sus propias opciones nucleares tras acuerdo iraní

Riad, Reuters
Una posible reacción de Arabia Saudita al acuerdo que su mayor enemigo Irán firmó con potencias mundiales es acelerar sus propios planes nucleares, creando una infraestructura atómica que, algún día, podría decidir usar en armas.


Pero, si bien recientemente adoptó medidas para avanzar con su programa nuclear, los expertos dicen que es incierto si los sauditas podrían de hecho construir una bomba atómica en secreto o soportar la presión política que enfrentarían si los planes fueran revelados.

"Creo que Arabia Saudita intentaría seriamente conseguir la bomba si Irán lo hiciera. Es como India y Pakistán. Los paquistaníes dijeron por años que no querían una, pero cuando India la tuvo, ellos también", dijo Jamal Khashoggi, director de un canal de noticias saudí propiedad de un príncipe.

El reino conservador está envuelto en una disputa de poder con la república islámica que se extiende por la región y teme que un acuerdo nuclear libere a Teherán de presiones y sanciones internacionales, dándole más margen para apoyar aliados en guerras regionales.

Hasta ahora su respuesta han sido elogios públicos sobre el pacto, sumados a condenas tras bastidores, una reacción que sigue a un enfoque más agresivo a Irán evidente en su guerra contra los aliados de Teherán en Yemen y más ayuda a los rebeldes sirios.

Sin embargo, algunos sauditas cercanos a la familia real gobernante también advirtieron que si Irán consigue usar su programa nuclear para fabricar armas, entonces el reino tendrá que seguir el mismo camino pese al costo de convertirse en un paria y romper lazos con Estados Unidos.

Los analistas están divididos sobre si esto constituye realmente un riesgo de proliferación, dada su reciente postura más firme hacia Estados Unidos y la cuestión de vida o muerte que atribuye a su disputa con Irán, o si es un engaño.

Están divididos también sobre si la presión internacional vía sanciones podría imponerse a un país cuya economía depende casi por completo del comercio, pero cuya capacidad para mantener masivas exportaciones de petróleo es clave para los mercados energéticos globales.

Lo que los sauditas han reiterado sobre el acuerdo iraní es que ellos demandarán los mismos términos. Eso les permitiría un ciclo de combustible nuclear que podría producir material para una bomba, pero también un duro régimen de inspecciones.

Riad firmó acuerdos de cooperación de energía nuclear con varios países que pueden construir reactores, pero recientes pactos con Francia, Rusia y Corea del Sur van más allá de ello incluyendo estudios de viabilidad para plantas de energía atómica.

Sin embargo, desalentadores obstáculos técnicos podrían socavar cualquier intento saudí de construir una bomba, algo que se consigue vía un proceso de uranio enriquecido para el que las transferencias tecnológicas entre países están firmemente reguladas.

"Es un desafío técnico obtener el material físil necesario para un arma y con las medidas reforzadas del protocolo adicional, el riesgo de detección es grande", dijo Karl Dewey, analista en IHS Janes.

El protocolo adicional es parte de un régimen mayor de inspecciones y garantías que Irán adoptó y posiblemente sea una condición para un programa nuclear saudí.

Y además, construir una bomba nuclear a espaldas de Washington causaría rupturas masivas en una relación estratégica de seguridad que continuará siendo vital para Arabia pese a sus esfuerzos de crear alianzas alternativas con otras potencias militares.

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