Alcaldes en el Vaticano piden "acuerdo audaz sobre el clima"
Ciudad del Vaticano, AP
El cambio climático es real, creado por el hombre y debe ser detenido como un imperativo moral, declararon el martes alcaldes de diversas partes del mundo durante una reunión en el Vaticano destinada a anunciar nuevas medidas para combatirlo y aprovechar la popularidad del papa Francisco como ecologista.
La Santa Sede invitó a los 60 alcaldes a una conferencia de dos días para mantener la presión sobre los líderes mundiales antes de las negociaciones en torno al clima a efectuarse en París este año. En la reunión también se buscó promover la encíclica de Francisco sobre el medio ambiente, que critica lo que llama una economía mundial basada en los combustibles fósiles que explota a los pobres y destruye la Tierra.
Uno a uno, los alcaldes hicieron fila para firmar una declaración final en la que se afirma que "el cambio climático inducido por los seres humanos es una realidad científica, y su control efectivo es un imperativo moral para la humanidad".
El pontífice dijo en la reunión que tiene "muchas esperanzas" de que las negociaciones en París tengan éxito, pero también les advirtió a los alcaldes: "Ustedes son la conciencia de la humanidad".
Desde hace tiempo los expertos han dicho que las ciudades son cruciales para reducir el calentamiento global debido a que las áreas urbanas generan casi tres cuartas partes de las emisiones de gases producidos por los seres humanos. Alcalde tras alcalde hicieron una exhortación individual el martes para que el mundo modifique sus hábitos.
En una intervención en que recibió fuertes aplausos, el gobernador de California, Jerry Brown, denunció a los escépticos del calentamiento global que dijo "engatusan" al público y a los políticos con información falsa para convencerles de que el planeta no se está calentando. California ha implementado los estándares contra emisiones de gases de efecto invernadero más estrictos en Norteamérica.
"Tenemos una oposición muy poderosa que, al menos en mi país, gasta miles de millones para intentar mantener alejadas de cargos públicos a personas como ustedes, y elegir a trogloditas y otros escépticos de la ciencia obvia", indicó Brown, un exseminarista jesuita.
Por su parte, el alcalde neoyorquino Bill de Blasio anunció nuevas metas para el control de las emisiones de gases de efecto invernadero en esa ciudad, comprometiéndose a que ésta las reducirá en 40% para 2030, y exhortó a otras ciudades a hacer lo mismo.
"La cumbre de París está a sólo unos meses de distancia", afirmó. "Necesitamos verla como la línea de meta de una carrera de velocidad, y tomar toda acción local que podamos en los próximos meses para maximizar las oportunidades de que nuestros gobiernos a nivel nacional actúen con audacia".
De Blasio es miembro fundador de una alianza de ciudades del mundo que se han comprometido a reducir las emisiones en 80% para 2050 o antes.
Edwin Lee, alcalde de San Francisco, anunció nuevas medidas en ésta, y dijo que la ciudad que toma su nombre del santo amante de la Naturaleza transformará su flotilla municipal de camiones de bomberos, autobuses y otros vehículos para que en lugar de diésel funcionen con fuentes renovables de energía para fin de año.
La alcaldesa de Estocolmo, Karin Wanngard, dijo que las conversaciones en París sobre el clima a efectuarse en diciembre deben quitar los combustibles fósiles de la mesa y enfocarse en las fuentes de energía renovable.
"Los negociadores sobre el clima deben atreverse a ir más allá y excluir los combustibles fósiles como una opción, y recompensar soluciones que sean sostenibles y renovables a largo plazo", afirmó.
Estocolmo es una de las ciudades líderes del mundo en el uso de energías renovables: el 75% de la red de transporte público local las utiliza. La meta de Wanngard es hacer que la capital sueca esté libre de combustibles fósiles para el 2040.
Otra de las principales prioridades de Francisco es crear más conciencia sobre el tráfico humano. La conferencia en el Vaticano busca mostrar cómo ambos están relacionados: la explotación de la Tierra y sus habitantes más vulnerables, donde el calentamiento global con frecuencia es responsable de crear "refugiados por motivos ambientales", obligados a huir de sus casas debido a sequías u otros desastres naturales inducidos por el clima.
El pontífice les dijo a los asistentes que, aunque tiene muchas esperanzas en las negociaciones de París, también desea que las Naciones Unidas presten más atención al tráfico de seres humanos.
El Vaticano busca que los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, a ser concluidos en septiembre, hagan una referencia sólida a los problemas de tráfico humano y esclavitud moderna. En el segundo día de la conferencia en la Santa Sede se tocará el tema específico de los objetivos de desarrollo.
"El atender estos dos fenómenos, el cambio climático y la esclavitud moderna, es una tarea hercúlea para nosotros como administradores de ciudades", afirmó Tony Chammany, alcalde de Kochi, India.
Chammany detalló cómo años de sequías inducidas por el cambio climático están obligando a campesinos empobrecidos a emigrar a las ciudades, lo que los convierte en presas fáciles para las "oscuras mazmorras de la esclavitud" y la explotación.
La conferencia abrió con dos emotivos testimonios de mujeres mexicanas que fueron traficadas para prostitución y labor forzada.
"Somos seres humanos", dijo Ana Laura Pérez Jaimes, quien mostró fotografías de algunas de las 600 cicatrices en su cuerpo que obtuvo al ser forzada a trabajar como esclava.
Karla Jacinto, de 22 años de edad y madre de dos hijos, narró cómo fue obligada a prostituirse desde que tenía 12 años, actividad en la que tenía que recibir a más de 30 hombres al día durante cuatro años hasta que fue rescatada.
La declaración final de la conferencia afirma que la esclavitud moderna es un crimen contra la humanidad y compromete a los firmantes a desarrollar programas de reubicación y reintegración "que eviten la repatriación involuntaria de personas víctimas de tráfico".
El cambio climático es real, creado por el hombre y debe ser detenido como un imperativo moral, declararon el martes alcaldes de diversas partes del mundo durante una reunión en el Vaticano destinada a anunciar nuevas medidas para combatirlo y aprovechar la popularidad del papa Francisco como ecologista.
La Santa Sede invitó a los 60 alcaldes a una conferencia de dos días para mantener la presión sobre los líderes mundiales antes de las negociaciones en torno al clima a efectuarse en París este año. En la reunión también se buscó promover la encíclica de Francisco sobre el medio ambiente, que critica lo que llama una economía mundial basada en los combustibles fósiles que explota a los pobres y destruye la Tierra.
Uno a uno, los alcaldes hicieron fila para firmar una declaración final en la que se afirma que "el cambio climático inducido por los seres humanos es una realidad científica, y su control efectivo es un imperativo moral para la humanidad".
El pontífice dijo en la reunión que tiene "muchas esperanzas" de que las negociaciones en París tengan éxito, pero también les advirtió a los alcaldes: "Ustedes son la conciencia de la humanidad".
Desde hace tiempo los expertos han dicho que las ciudades son cruciales para reducir el calentamiento global debido a que las áreas urbanas generan casi tres cuartas partes de las emisiones de gases producidos por los seres humanos. Alcalde tras alcalde hicieron una exhortación individual el martes para que el mundo modifique sus hábitos.
En una intervención en que recibió fuertes aplausos, el gobernador de California, Jerry Brown, denunció a los escépticos del calentamiento global que dijo "engatusan" al público y a los políticos con información falsa para convencerles de que el planeta no se está calentando. California ha implementado los estándares contra emisiones de gases de efecto invernadero más estrictos en Norteamérica.
"Tenemos una oposición muy poderosa que, al menos en mi país, gasta miles de millones para intentar mantener alejadas de cargos públicos a personas como ustedes, y elegir a trogloditas y otros escépticos de la ciencia obvia", indicó Brown, un exseminarista jesuita.
Por su parte, el alcalde neoyorquino Bill de Blasio anunció nuevas metas para el control de las emisiones de gases de efecto invernadero en esa ciudad, comprometiéndose a que ésta las reducirá en 40% para 2030, y exhortó a otras ciudades a hacer lo mismo.
"La cumbre de París está a sólo unos meses de distancia", afirmó. "Necesitamos verla como la línea de meta de una carrera de velocidad, y tomar toda acción local que podamos en los próximos meses para maximizar las oportunidades de que nuestros gobiernos a nivel nacional actúen con audacia".
De Blasio es miembro fundador de una alianza de ciudades del mundo que se han comprometido a reducir las emisiones en 80% para 2050 o antes.
Edwin Lee, alcalde de San Francisco, anunció nuevas medidas en ésta, y dijo que la ciudad que toma su nombre del santo amante de la Naturaleza transformará su flotilla municipal de camiones de bomberos, autobuses y otros vehículos para que en lugar de diésel funcionen con fuentes renovables de energía para fin de año.
La alcaldesa de Estocolmo, Karin Wanngard, dijo que las conversaciones en París sobre el clima a efectuarse en diciembre deben quitar los combustibles fósiles de la mesa y enfocarse en las fuentes de energía renovable.
"Los negociadores sobre el clima deben atreverse a ir más allá y excluir los combustibles fósiles como una opción, y recompensar soluciones que sean sostenibles y renovables a largo plazo", afirmó.
Estocolmo es una de las ciudades líderes del mundo en el uso de energías renovables: el 75% de la red de transporte público local las utiliza. La meta de Wanngard es hacer que la capital sueca esté libre de combustibles fósiles para el 2040.
Otra de las principales prioridades de Francisco es crear más conciencia sobre el tráfico humano. La conferencia en el Vaticano busca mostrar cómo ambos están relacionados: la explotación de la Tierra y sus habitantes más vulnerables, donde el calentamiento global con frecuencia es responsable de crear "refugiados por motivos ambientales", obligados a huir de sus casas debido a sequías u otros desastres naturales inducidos por el clima.
El pontífice les dijo a los asistentes que, aunque tiene muchas esperanzas en las negociaciones de París, también desea que las Naciones Unidas presten más atención al tráfico de seres humanos.
El Vaticano busca que los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, a ser concluidos en septiembre, hagan una referencia sólida a los problemas de tráfico humano y esclavitud moderna. En el segundo día de la conferencia en la Santa Sede se tocará el tema específico de los objetivos de desarrollo.
"El atender estos dos fenómenos, el cambio climático y la esclavitud moderna, es una tarea hercúlea para nosotros como administradores de ciudades", afirmó Tony Chammany, alcalde de Kochi, India.
Chammany detalló cómo años de sequías inducidas por el cambio climático están obligando a campesinos empobrecidos a emigrar a las ciudades, lo que los convierte en presas fáciles para las "oscuras mazmorras de la esclavitud" y la explotación.
La conferencia abrió con dos emotivos testimonios de mujeres mexicanas que fueron traficadas para prostitución y labor forzada.
"Somos seres humanos", dijo Ana Laura Pérez Jaimes, quien mostró fotografías de algunas de las 600 cicatrices en su cuerpo que obtuvo al ser forzada a trabajar como esclava.
Karla Jacinto, de 22 años de edad y madre de dos hijos, narró cómo fue obligada a prostituirse desde que tenía 12 años, actividad en la que tenía que recibir a más de 30 hombres al día durante cuatro años hasta que fue rescatada.
La declaración final de la conferencia afirma que la esclavitud moderna es un crimen contra la humanidad y compromete a los firmantes a desarrollar programas de reubicación y reintegración "que eviten la repatriación involuntaria de personas víctimas de tráfico".