Alcalde de Barcelona criticada por retirar busto de ex rey
Madrid, AP
La nueva alcaldesa de Barcelona, de filiación izquierda, está bajo una ola de críticas por quitar un busto de Juan Carlos, ex rey de España, del ayuntamiento a su cargo, un gesto que refleja las diferencias crecientes entre España y la poderosa región de Cataluña, cuya capital es Barcelona.
La alcaldesa Ada Colau ordenó el jueves el retiro del busto bajo el argumento de que la ley estipula que debe haber una imagen de quien ocupe la jefatura del Estado en el sitio y que Juan Carlos ya no tiene esa posición.
La vicepresidenta del gobierno español Soraya Sáenz de Santamaría advirtió el viernes que si Barcelona necesitaba una imagen del nuevo rey Felipe VI, el hijo de Juan Carlos, el gobierno con gusto la proporcionaría.
El ministro de Exteriores José Manuel García Margalló describió el retiro como un acto de "tremenda mezquindad" mientras que el vocero del opositor Partido Socialista, Antonio Hernando, dijo que se trató de una falta de respeto y buenas maneras.
Integrantes del concejo municipal que militan en la oposición pidieron a Colau que respete la legislación mientras que otro le agradeció por limpiar el salón.
Integrantes del partido gobernante, el conservador Partido Popular, realizaron una breve protesta en la que mostraron una fotografía de Felipe VI en el salón del ayuntamiento.
Colau, que promueve la independencia del gobierno regional de Cataluña, dijo que buscará un consenso para una solución. La exdirigente del activo movimiento contra los desahucios en España, tomó el cargo el mes pasado prometiendo muchos cambios.
El incidente ocurre en momentos en que las relaciones entre el gobierno central y Cataluña se tornan cada vez más tensas debido a los planes de los dos principales partidos de la región de convertir la elección local del 27 de septiembre en un voto sobre la independencia. Ellos prometieron declarar unilateralmente la independencia si obtiene una mayoría.
España ha descartado cualquier posibilidad de separación de la región, la cual representa aproximadamente una quinta parte del producto interno bruto del país.
La nueva alcaldesa de Barcelona, de filiación izquierda, está bajo una ola de críticas por quitar un busto de Juan Carlos, ex rey de España, del ayuntamiento a su cargo, un gesto que refleja las diferencias crecientes entre España y la poderosa región de Cataluña, cuya capital es Barcelona.
La alcaldesa Ada Colau ordenó el jueves el retiro del busto bajo el argumento de que la ley estipula que debe haber una imagen de quien ocupe la jefatura del Estado en el sitio y que Juan Carlos ya no tiene esa posición.
La vicepresidenta del gobierno español Soraya Sáenz de Santamaría advirtió el viernes que si Barcelona necesitaba una imagen del nuevo rey Felipe VI, el hijo de Juan Carlos, el gobierno con gusto la proporcionaría.
El ministro de Exteriores José Manuel García Margalló describió el retiro como un acto de "tremenda mezquindad" mientras que el vocero del opositor Partido Socialista, Antonio Hernando, dijo que se trató de una falta de respeto y buenas maneras.
Integrantes del concejo municipal que militan en la oposición pidieron a Colau que respete la legislación mientras que otro le agradeció por limpiar el salón.
Integrantes del partido gobernante, el conservador Partido Popular, realizaron una breve protesta en la que mostraron una fotografía de Felipe VI en el salón del ayuntamiento.
Colau, que promueve la independencia del gobierno regional de Cataluña, dijo que buscará un consenso para una solución. La exdirigente del activo movimiento contra los desahucios en España, tomó el cargo el mes pasado prometiendo muchos cambios.
El incidente ocurre en momentos en que las relaciones entre el gobierno central y Cataluña se tornan cada vez más tensas debido a los planes de los dos principales partidos de la región de convertir la elección local del 27 de septiembre en un voto sobre la independencia. Ellos prometieron declarar unilateralmente la independencia si obtiene una mayoría.
España ha descartado cualquier posibilidad de separación de la región, la cual representa aproximadamente una quinta parte del producto interno bruto del país.