UE celebra primeras reuniones sobre eventual impago griego, Atenas se aferra a esperanza
Atenas, Reuters
Funcionarios de la Unión Europea celebraron sus primeras reuniones formales para discutir la posibilidad de una cesación de pagos de Grecia, dijeron funcionarios el viernes.
No obstante, el pesimista panorama no logró poner nervioso al primer ministro griego, Alexis Tsipras, quien se encerró con sus negociadores tras expresar su optimismo en un concierto.
En Atenas, un funcionario gubernamental descartó que la UE discutiera la eventualidad de que Grecia no pueda afrontar sus compromisos de deuda, y aseguró que las reuniones con los acreedores se reanudarán en Bruselas el sábado.
Nadie sabe, menos en Atenas o Bruselas, si el Gobierno antiausteridad heleno puede alcanzar un acuerdo con sus prestamistas antes de un plazo a fines de junio, evitando que el país se arriesgue a abandonar la zona euro.
Pero los funcionarios europeos no quieren dejar cabos sueltos y discutieron una serie de escenarios en Bratislava el jueves por la noche, dijeron varios funcionarios a Reuters.
Entre estos estaba el posible incumplimiento de un pago de 1.600 millones de euros (1.800 millones de dólares) que Grecia debe honrar al Fondo Monetario Internacional -el prestamista global de última instancia- a finales de junio, indicaron.
Si bien Europa lanzó una andanada de advertencias, el Ejecutivo heleno transpiraba calma y optimismo.
Un animado Tsipras fue rodeado por sus seguidores la noche del jueves en un concierto al aire libre para celebrar la reapertura de un canal de televisión, vestido aún con la camisa azul que llevó por la mañana durante las reuniones en Bruselas.
Su buen humor contrastaba con las duras conversaciones que mantuvo el miércoles con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande, y con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el jueves. Juncker se refirió en broma a la sala de reuniones como la "sala de torturas".
La incapacidad de romper el estancamiento hizo que el FMI enviara de vuelta a casa a su equipo negociador el jueves.
No obstante, el funcionario del Ejecutivo griego dijo que Atenas está lista para enviar contrapropuestas que limen las diferencias con sus acreedores en la UE y el FMI, y expresó su esperanza en un pacto cuando el Eurogrupo de ministros de Finanzas de la zona euro se reúna el 18 de junio.
ESCEPTICISMO EXTREMO
La mayoría de funcionarios señaló que es improbable que los acreedores, entre los que está el Banco Central Europeo, sellen un acuerdo de financiación a cambio de reformas a tiempo para el desembolso de 7.200 millones de euros aún disponibles bajo un programa de rescate ampliado en febrero por cuatro meses.
"Requeriría progresos en pocos días que no han sido posibles en semanas. La reacción del BCE, el FMI y varios estados miembros fue extremadamente escéptica", dijo un funcionario conocedor de las discusiones.
El representante griego en Bratislava dijo que Atenas hará todo lo posible por llegar a un acuerdo, según los funcionarios.
Merkel instó el viernes a Grecia y a sus acreedores a seguir tratando de alcanzar un acuerdo. "Donde hay voluntad hay un camino, pero la voluntad debe venir de todos los lados, por lo que es importante que sigamos dialogando", afirmó en Berlín.
El Gobierno de Tsipras fue elegido en febrero con promesas de rechazar las políticas de austeridad que, en su opinión, empeoraron una de las más profundas depresiones en los tiempos modernos. Asegura que quiere un acuerdo que mantenga a Grecia en el euro, pero no al precio de violar "líneas rojas" como mayores recortes a las pensiones y a los derechos de los trabajadores.
CAUSA COMÚN
La partida de los expertos del FMI dio a Atenas un área para hacer causa común con sus acreedores europeos.
"La no participación del FMI en la negociación política lo único que hace es agregar presión sobre todos: la Comisión, el BCE (Banco Central Europeo), Grecia", afirmó.
"Está acumulando presión en todas direcciones -especialmente hacia Berlín- con el objetivo de implementar duras políticas en Grecia para asegurar su dinero", agregó.
Tsipras intentó dar la impresión de que no pasa nada. Su primera aparición tras volver de Bruselas el jueves fue en un concierto para celebrar el retorno de las transmisiones del canal televisión estatal ERT, cerrado hace exactamente dos años por los recortes exigidos por los acreedores del país.
Tsipras saludó el acto -y la reversión de la austeridad que simbolizaba- como una "celebración de la democracia".
"No es el Gobierno el que reabrió ERT, sino la lucha del pueblo griego. Hoy deberíamos estar todos felices y mirar al futuro con optimismo", señaló.
Tsipras se reunió unas tres horas con su equipo negociador el viernes. Su viceprimer ministro y jefe negociador liderará el equipo en Bruselas el sábado.
La renovada incertidumbre afectó a los mercados europeos e hizo caer casi un 6 por ciento al principal índice bursátil de Grecia el viernes.
Funcionarios de la Unión Europea celebraron sus primeras reuniones formales para discutir la posibilidad de una cesación de pagos de Grecia, dijeron funcionarios el viernes.
No obstante, el pesimista panorama no logró poner nervioso al primer ministro griego, Alexis Tsipras, quien se encerró con sus negociadores tras expresar su optimismo en un concierto.
En Atenas, un funcionario gubernamental descartó que la UE discutiera la eventualidad de que Grecia no pueda afrontar sus compromisos de deuda, y aseguró que las reuniones con los acreedores se reanudarán en Bruselas el sábado.
Nadie sabe, menos en Atenas o Bruselas, si el Gobierno antiausteridad heleno puede alcanzar un acuerdo con sus prestamistas antes de un plazo a fines de junio, evitando que el país se arriesgue a abandonar la zona euro.
Pero los funcionarios europeos no quieren dejar cabos sueltos y discutieron una serie de escenarios en Bratislava el jueves por la noche, dijeron varios funcionarios a Reuters.
Entre estos estaba el posible incumplimiento de un pago de 1.600 millones de euros (1.800 millones de dólares) que Grecia debe honrar al Fondo Monetario Internacional -el prestamista global de última instancia- a finales de junio, indicaron.
Si bien Europa lanzó una andanada de advertencias, el Ejecutivo heleno transpiraba calma y optimismo.
Un animado Tsipras fue rodeado por sus seguidores la noche del jueves en un concierto al aire libre para celebrar la reapertura de un canal de televisión, vestido aún con la camisa azul que llevó por la mañana durante las reuniones en Bruselas.
Su buen humor contrastaba con las duras conversaciones que mantuvo el miércoles con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande, y con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el jueves. Juncker se refirió en broma a la sala de reuniones como la "sala de torturas".
La incapacidad de romper el estancamiento hizo que el FMI enviara de vuelta a casa a su equipo negociador el jueves.
No obstante, el funcionario del Ejecutivo griego dijo que Atenas está lista para enviar contrapropuestas que limen las diferencias con sus acreedores en la UE y el FMI, y expresó su esperanza en un pacto cuando el Eurogrupo de ministros de Finanzas de la zona euro se reúna el 18 de junio.
ESCEPTICISMO EXTREMO
La mayoría de funcionarios señaló que es improbable que los acreedores, entre los que está el Banco Central Europeo, sellen un acuerdo de financiación a cambio de reformas a tiempo para el desembolso de 7.200 millones de euros aún disponibles bajo un programa de rescate ampliado en febrero por cuatro meses.
"Requeriría progresos en pocos días que no han sido posibles en semanas. La reacción del BCE, el FMI y varios estados miembros fue extremadamente escéptica", dijo un funcionario conocedor de las discusiones.
El representante griego en Bratislava dijo que Atenas hará todo lo posible por llegar a un acuerdo, según los funcionarios.
Merkel instó el viernes a Grecia y a sus acreedores a seguir tratando de alcanzar un acuerdo. "Donde hay voluntad hay un camino, pero la voluntad debe venir de todos los lados, por lo que es importante que sigamos dialogando", afirmó en Berlín.
El Gobierno de Tsipras fue elegido en febrero con promesas de rechazar las políticas de austeridad que, en su opinión, empeoraron una de las más profundas depresiones en los tiempos modernos. Asegura que quiere un acuerdo que mantenga a Grecia en el euro, pero no al precio de violar "líneas rojas" como mayores recortes a las pensiones y a los derechos de los trabajadores.
CAUSA COMÚN
La partida de los expertos del FMI dio a Atenas un área para hacer causa común con sus acreedores europeos.
"La no participación del FMI en la negociación política lo único que hace es agregar presión sobre todos: la Comisión, el BCE (Banco Central Europeo), Grecia", afirmó.
"Está acumulando presión en todas direcciones -especialmente hacia Berlín- con el objetivo de implementar duras políticas en Grecia para asegurar su dinero", agregó.
Tsipras intentó dar la impresión de que no pasa nada. Su primera aparición tras volver de Bruselas el jueves fue en un concierto para celebrar el retorno de las transmisiones del canal televisión estatal ERT, cerrado hace exactamente dos años por los recortes exigidos por los acreedores del país.
Tsipras saludó el acto -y la reversión de la austeridad que simbolizaba- como una "celebración de la democracia".
"No es el Gobierno el que reabrió ERT, sino la lucha del pueblo griego. Hoy deberíamos estar todos felices y mirar al futuro con optimismo", señaló.
Tsipras se reunió unas tres horas con su equipo negociador el viernes. Su viceprimer ministro y jefe negociador liderará el equipo en Bruselas el sábado.
La renovada incertidumbre afectó a los mercados europeos e hizo caer casi un 6 por ciento al principal índice bursátil de Grecia el viernes.