Tsipras convoca a su gabinete mientras se acerca plazo para que Grecia pague deuda

Bruselas, Reuters
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, convocó a una reunión de urgencia de su gabinete para el viernes, después de que sus socios de la zona euro advirtieron a Atenas que tiene hasta el fin de semana para aceptar un acuerdo de financiamiento a cambio de reformas si no quiere caer en cesación de pagos.


Pese a la irritada retórica y las acusaciones de "chantaje", las negociaciones seguían en Bruselas para hallar un compromiso de última hora para mantener a Grecia en el bloque monetario europeo, evitar un descarrilamiento político, un caos económico y problemas en los mercados financieros.

El ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, expresó su frustración con los prestamistas, a los que acusó de endurecer sus exigencias cada vez que Grecia hace una concesión, aunque aseguró que las diferencias pueden aún ser superadas.

Afirmó que las crecientes especulaciones en Atenas, que aseguran que Tsipras podría convocar un adelanto electoral si no se alcanza un acuerdo, carecen de fundamento.

"No hay razón para celebrar un referéndum o elecciones, o para un fracaso en la negociación. El sentido común exige un acuerdo", dijo al canal griego Antenna TV.

En una táctica del palo y la zanahoria, la zona euro ofreció liberar miles de millones en ayuda congelada si Grecia acepta e implementa unas reformas en las pensiones y los impuestos que son un anatema para su Gobierno izquierdista, elegido en enero con la promesa de poner fin a la austeridad.

También hicieron un gesto a las exigencias de Tsipras de un alivio de la deuda, al ofrecerle reafirmar un compromiso de 2012 de estudiar alargar el vencimiento de los préstamos, bajar las tasas de interés y extender una moratoria en el pago de intereses sobre los préstamos en la zona euro a Grecia, afirmó un alto funcionario de la UE.

No obstante, un funcionario del Gobierno griego rechazó como "totalmente inadecuada" la oferta de los acreedores de ampliar el actual programa de rescate en cinco meses, mientras el primer ministro izquierdista volaba de vuelta a Atenas.

"NO DEMASIADO OPTIMISTA"

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande, se reunieron con Tsipras durante una cumbre de la UE para persuadirle de que acepte una oferta para llenar las vacías arcas de Atenas hasta noviembre a cambio de dolorosas reformas de pensiones e impuestos.

Si Grecia no sella un acuerdo durante el fin de semana para liberar los fondos, se expondrá al impago de su deuda con el Fondo Monetario Internacional el martes, lo que podría detonar una fuga de depósitos bancarios, controles de capital y un aumento de las dudas sobre su futuro en la zona euro.

Tsipras sonó desafiante al abandonar la cumbre, asegurando a los periodistas que Grecia luchará por los principios europeos de democracia, solidaridad, igualdad y respeto mutuo.

"Estos principios no se basan en el chantaje y los ultimatums", afirmó en inglés, aunque no descartó un acuerdo.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, respondió que "no es un chantaje político cuando repetimos día tras día que estamos muy cerca de este día (30 de junio), cuando se acaba el juego".

Merkel dijo que, en un encuentro privado de 45 minutos, le instó junto a Hollande a aceptar la "generosa" oferta de los acreedores.

"Hemos avanzado en favor de Grecia", afirmó. "Ahora depende del lado griego dar un paso similar".

Tanto Merkel como Hollande coincidieron en que el encuentro del sábado entre ministros de Finanzas de la zona euro será decisivo para sellar un acuerdo, ya que se acaba el tiempo para asegurar la aprobación del Parlamento alemán para liberar los fondos necesarios para evitar el default griego.

Los acreedores presentaron sus términos en un documento entregado a Grecia el jueves, que indicó que Atenas podría recibir 15.500 millones de euros en fondos de la UE y el FMI en cuatro plazos hasta fines de noviembre, incluidos 1.800 millones de euros para el martes, en cuanto el Parlamento heleno apruebe el plan.

El total es ligeramente superior a lo que Grecia necesita para pagar sus deudas en los próximos seis meses, pero no contiene fondos frescos.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que pasó parte de la noche discutiendo los asuntos con Tsipras, afirmó que no hay un ultimátum a Grecia y que es "bastante optimista, pero no demasiado optimista" de que vaya a haber un acuerdo.

DIVIDIDOS

Los ministros de Finanzas de la zona euro están divididos sobre si un default necesariamente llevaría a Atenas a dejar el bloque de la moneda única de 19 naciones, lo que socavaría el principio de que la membresía es irrevocable.

Un impago de los 1.600 millones de euros al FMI el martes podría detonar una fuga de depósitos bancarios, controles de capitales para limitar la salida de depósitos y posiblemente la emisión de pagarés o una moneda paralela.

Documentos confidenciales elaborados por los acreedores de Grecia y vistos por Reuters mostraron que la deuda del país seguirá siendo sustentable, incluso bajo el peor de los escenarios considerados por el FMI, si los vencimientos de los créditos de la zona euro se extienden y se reducen las tasas de interés, sin necesidad de una quita.

Los cálculos son considerados cruciales para convencer a los legisladores alemanes de que acepten el desembolso de ayuda.

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