Policía francesa interroga a hombre sospechoso de perpetrar macabro ataque
Lyon, AP
Las autoridades francesas interrogaban el sábado a un hombre de origen norteafricano, de 35 años, sospechoso de un macabro ataque islamista que involucró la decapitación de su jefe y un intento por hacer estallar una planta química en el sudeste de Francia.
El presidente Francois Hollande, que enfrenta renovados desafíos de seguridad menos de seis meses después de que 17 personas fueran asesinadas en las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo, dijo que el incidente claramente representaba un ataque terrorista.
Yassim Salhi es sospechoso de arremeter con su camioneta de entregas en una bodega con contenedores de gas, lo que desató en principio una explosión.
El hombre fue arrestado minutos después mientras abría los contenedores de químicos inflamables, dijeron los fiscales que revisan el caso.
La policía encontró luego la cabeza de la víctima, el jefe de 54 años de la firma de transporte para la que el sospechoso trabajaba, rodeada de banderas con inscripciones referentes al Islam.
Salhi, su esposa, su hermana y una cuarta persona, están detenidos para ser interrogados durante el fin de semana.
Salhi había sido identificado por las autoridades francesas como un riesgo potencial de seguridad, pero no ha habido una adjudicación de responsabilidad por el ataque.
Aunque se inició una investigación antiterrorista, el fiscal público de París Francois Molins advirtió sobre no sacar conclusiones apresuradas y dijo que los investigadores tenían todavía que comprender en detalle lo ocurrido en la zona industrial de Saint Quentin-Fallavier, 30 kilómetros al sur de la ciudad de Lyon.
"Permanecen dudas sobre la cronología exacta de los eventos, lo que ocurrió cuando él llegó, las circunstancias de la decapitación, la motivación y si hubo cómplices", dijo.
Las autoridades francesas interrogaban el sábado a un hombre de origen norteafricano, de 35 años, sospechoso de un macabro ataque islamista que involucró la decapitación de su jefe y un intento por hacer estallar una planta química en el sudeste de Francia.
El presidente Francois Hollande, que enfrenta renovados desafíos de seguridad menos de seis meses después de que 17 personas fueran asesinadas en las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo, dijo que el incidente claramente representaba un ataque terrorista.
Yassim Salhi es sospechoso de arremeter con su camioneta de entregas en una bodega con contenedores de gas, lo que desató en principio una explosión.
El hombre fue arrestado minutos después mientras abría los contenedores de químicos inflamables, dijeron los fiscales que revisan el caso.
La policía encontró luego la cabeza de la víctima, el jefe de 54 años de la firma de transporte para la que el sospechoso trabajaba, rodeada de banderas con inscripciones referentes al Islam.
Salhi, su esposa, su hermana y una cuarta persona, están detenidos para ser interrogados durante el fin de semana.
Salhi había sido identificado por las autoridades francesas como un riesgo potencial de seguridad, pero no ha habido una adjudicación de responsabilidad por el ataque.
Aunque se inició una investigación antiterrorista, el fiscal público de París Francois Molins advirtió sobre no sacar conclusiones apresuradas y dijo que los investigadores tenían todavía que comprender en detalle lo ocurrido en la zona industrial de Saint Quentin-Fallavier, 30 kilómetros al sur de la ciudad de Lyon.
"Permanecen dudas sobre la cronología exacta de los eventos, lo que ocurrió cuando él llegó, las circunstancias de la decapitación, la motivación y si hubo cómplices", dijo.