Pakistán celebra funerales masivos para víctimas de atentado
Karachi, AP
En medio de fuertes medidas de seguridad, cientos de paquistaníes presentaron sus respetos el jueves en un funeral masivo por los 45 chiíes asesinados el día anterior en un atentado miliciano en la ciudad portuaria de Karachi, en el sur del país.
Pakistán declaró un día de luto nacional y la televisión estatal mostraba en vivo las imágenes del funeral, donde los dolientes asistían a los últimos ritos por las víctimas del ataque. Cuarenta y tres de las víctimas fueron enterradas el jueves, otra había sido enterrada antes y otro cuerpo seguía sin identificar.
El duro atentado, en el que hombres armados subieron a un autobús donde viajaban miembros de la minoría musulmana ismaelí chií, ordenaron a la gente que agachara la cabeza y abrieron fuego, conmocionó a muchos paquistaníes e hizo que el primer ministro, Nawaz Sahrif, acudiera a Karachi unas horas después del suceso para ordenar una investigación.
No estaba claro quién era responsable del ataque. Tanto una escisión de los talibanes paquistaníes como una filial del grupo Estado Islámico reclamaron la autoría del atentado. Los grupos armados suníes de Pakistán ven a los chiíes como apóstatas y les han atacado en el pasado.
En medio de fuertes medidas de seguridad, cientos de paquistaníes presentaron sus respetos el jueves en un funeral masivo por los 45 chiíes asesinados el día anterior en un atentado miliciano en la ciudad portuaria de Karachi, en el sur del país.
Pakistán declaró un día de luto nacional y la televisión estatal mostraba en vivo las imágenes del funeral, donde los dolientes asistían a los últimos ritos por las víctimas del ataque. Cuarenta y tres de las víctimas fueron enterradas el jueves, otra había sido enterrada antes y otro cuerpo seguía sin identificar.
El duro atentado, en el que hombres armados subieron a un autobús donde viajaban miembros de la minoría musulmana ismaelí chií, ordenaron a la gente que agachara la cabeza y abrieron fuego, conmocionó a muchos paquistaníes e hizo que el primer ministro, Nawaz Sahrif, acudiera a Karachi unas horas después del suceso para ordenar una investigación.
No estaba claro quién era responsable del ataque. Tanto una escisión de los talibanes paquistaníes como una filial del grupo Estado Islámico reclamaron la autoría del atentado. Los grupos armados suníes de Pakistán ven a los chiíes como apóstatas y les han atacado en el pasado.