Israel: cortan presupuesto a escuelas cristianas
Ramle, AP
Religiosas vestidas de blanco, un sacerdote con un cetro dorado y docenas de niños escolares árabes efectuaron una manifestación frente al ministerio de educación israelí para manifestar su reclamo inscrito en cartelones grandes: "No interfieran con nuestras escuelas".
Las escuelas privadas cristianas se encuentran entre las instituciones educativas de mayor nivel en Israel, establecidas por Iglesias en Tierra Santa desde hace siglos, mucho antes de la creación de Israel. Los administradores de estas escuelas acusan a Israel de reducir sus fondos como táctica de presión para obligarlas a incorporarse al sistema de educación pública de Israel, una medida que según dicen interferiría con los valores cristianos y los altos logros académicos.
También se quejan de discriminación, puesto que mientras Israel toma la iniciativa de reducir fondos a las escuelas cristianas sigue financiando plenamente las amplias redes de educación privada para los judíos ultraortodoxos.
"Aun siendo una minoría tenemos un mensaje antiguo", afirmó el padre Abdel Masih Fahim, de la orden católica franciscana y director de la Escuela Tierra Santa en la ciudad de Ramle. "Deseamos que nos traten equitativamente, no solo en educación sino en todo otro orden de vida".
Es la más reciente muestra de las dificultades qlos cristianos en Tierra Santa. En la tierra donde nació el cristianismo, los cristianos son una diminuta minoría, con menos del 2% de la población de Israel y los territorios palestinos. Hay unos 150.000 ciudadanos cristianos en Israel y unos 50.000 dispersos en el este de Jerusalén, Cisjordania y la Franja de Gaza.
Aunque no han experimentado la persecución violenta que ha diezmado las comunidades cristianas en otras partes de la región, su población ha ido disminuyendo gradualmente a lo largo del tiempo a medida que los cristianos huyen de los conflictos o encuentran mejores oportunidades en el exterior. El papa Francisco ha manifestado preocupación por la situación de los cristianos en el Oriente Medio.
Según un acuerdo de larga data, las escuelas cristianas y otras escuelas privadas que manejan sus propios asuntos reciben solamente una financiación parcial del gobierno, y el resto de sus presupuestos es cubierto por donaciones o cobro de matrícula. Los fondos del gobierno cubren unas tres cuartas partes de los costos de las escuelas privadas, pero ha reducido otra financiación suplementaria.
Las escuelas cristianas denuncian que la financiación pública que reciben ha sido eliminada sistemáticamente en los últimos años para sus escuelas primarias. Para sostenerse, las escuelas han aumentado sus matrículas, lo que representa una carga para la comunidad árabe cuyos ingresos promedios son generalmente inferiores al promedio nacional.
Pero el año pasado, el ministerio de educación también impuso límites a la matrícula que las escuelas pueden cobrar a los padres de los alumnos. Las escuelas cristianas dicen que han mantenido negociaciones durante meses con el ministerio para resolver la crisis presupuestaria, pero que pusieron fin a las conversaciones cuando Israel sugirió que las escuelas se hicieran públicas.
Religiosas vestidas de blanco, un sacerdote con un cetro dorado y docenas de niños escolares árabes efectuaron una manifestación frente al ministerio de educación israelí para manifestar su reclamo inscrito en cartelones grandes: "No interfieran con nuestras escuelas".
Las escuelas privadas cristianas se encuentran entre las instituciones educativas de mayor nivel en Israel, establecidas por Iglesias en Tierra Santa desde hace siglos, mucho antes de la creación de Israel. Los administradores de estas escuelas acusan a Israel de reducir sus fondos como táctica de presión para obligarlas a incorporarse al sistema de educación pública de Israel, una medida que según dicen interferiría con los valores cristianos y los altos logros académicos.
También se quejan de discriminación, puesto que mientras Israel toma la iniciativa de reducir fondos a las escuelas cristianas sigue financiando plenamente las amplias redes de educación privada para los judíos ultraortodoxos.
"Aun siendo una minoría tenemos un mensaje antiguo", afirmó el padre Abdel Masih Fahim, de la orden católica franciscana y director de la Escuela Tierra Santa en la ciudad de Ramle. "Deseamos que nos traten equitativamente, no solo en educación sino en todo otro orden de vida".
Es la más reciente muestra de las dificultades qlos cristianos en Tierra Santa. En la tierra donde nació el cristianismo, los cristianos son una diminuta minoría, con menos del 2% de la población de Israel y los territorios palestinos. Hay unos 150.000 ciudadanos cristianos en Israel y unos 50.000 dispersos en el este de Jerusalén, Cisjordania y la Franja de Gaza.
Aunque no han experimentado la persecución violenta que ha diezmado las comunidades cristianas en otras partes de la región, su población ha ido disminuyendo gradualmente a lo largo del tiempo a medida que los cristianos huyen de los conflictos o encuentran mejores oportunidades en el exterior. El papa Francisco ha manifestado preocupación por la situación de los cristianos en el Oriente Medio.
Según un acuerdo de larga data, las escuelas cristianas y otras escuelas privadas que manejan sus propios asuntos reciben solamente una financiación parcial del gobierno, y el resto de sus presupuestos es cubierto por donaciones o cobro de matrícula. Los fondos del gobierno cubren unas tres cuartas partes de los costos de las escuelas privadas, pero ha reducido otra financiación suplementaria.
Las escuelas cristianas denuncian que la financiación pública que reciben ha sido eliminada sistemáticamente en los últimos años para sus escuelas primarias. Para sostenerse, las escuelas han aumentado sus matrículas, lo que representa una carga para la comunidad árabe cuyos ingresos promedios son generalmente inferiores al promedio nacional.
Pero el año pasado, el ministerio de educación también impuso límites a la matrícula que las escuelas pueden cobrar a los padres de los alumnos. Las escuelas cristianas dicen que han mantenido negociaciones durante meses con el ministerio para resolver la crisis presupuestaria, pero que pusieron fin a las conversaciones cuando Israel sugirió que las escuelas se hicieran públicas.