Grecia y acreedores intentan aplacar temores sobre inminente cesación de pagos
Atenas, Reuters
Grecia y sus acreedores europeos buscaron minimizar el martes los temores de que Atenas caería en una cesación de pagos ante el Fondo Monetario Internacional la próxima semana.
A medida que el efectivo se agota para pagar los salarios del sector público, las pensiones y las obligaciones de deuda, altos funcionarios del Gobierno del primer ministro Alexis Tsipras sostienen abiertamente que Grecia no tiene el dinero para desembolsar 300 millones de euros al FMI en junio.
Las amenazan han asustado a los mercados financieros, que temen que un default podría obligar a Grecia a abandonar la zona euro, colocando a la economía de Europa y global en un terreno incierto.
Sin embargo, el Gobierno reiteró el lunes que intentaría realizar el pago y el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, expresó su confianza en que se logrará a tiempo un pacto con los prestamistas y así evitar una moratoria.
Consultado sobre si Atenas podría cancelar el tramo ante el FMI, dijo: "Por supuesto, porque habrá un acuerdo para el 5 de junio".
Los comentarios recibieron una reacción positiva en Alemania, el mayor acreedor de Grecia y uno de los más firmes críticos en las extensas negociaciones con los prestamistas del FMI y la Unión Europea.
"Encuentro alentador, si es que es cierto, que Grecia haya expresado ayer (lunes) su deseo de pagar los 300 millones de euros al FMI el 5 de junio", dijo un funcionario alemán.
"Creo que hay razón para pensar que no esteremos hablando de una situación de default cerca del 5 de junio, ni antes ni inmediatamente después", agregó.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien ha estado en estrecho contacto con Tsipras a través de las lentas conversaciones, también expresó su optimismo en que Atenas cumplirá a tiempo con su compromiso.
"Mi impresión, después de hablar con varios colegas, es de que crece la sensación de que se evitaría un default", dijo Juncker a la agencia MNI.
El pago del 5 de junio es el primero de cuatro tramos que totalizan 1.600 millones de euros (1.760 millones de dólares) con el FMI el próximo mes, y la fecha se ha convertido en el próximo punto crucial para las alicaídas reservas de efectivo de Grecia.
Sin poder acceder a los mercados de bonos y con fondos de rescate congelados, el país ha dicho que se está quedando sin efectivo y que daría prioridad al pago de sueldos de funcionarios públicos y las pensiones por sobre la deuda con el FMI si se ve obligado a elegir.
Las conversaciones entre Grecia y sus acreedores sobre un mayor financiamiento se han extendido desde finales de enero, cuando Tsipras accedió al poder con las promesas de finalizar las medidas de austeridad y revertir reformas acordadas con los acreedores por parte del gobierno anterior.
El martes debía comenzar una nueva ronda de negociaciones con el denominado Grupo de Bruselas -que componen los prestamistas del FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea-, pero fue pospuesta hasta el miércoles por "razones técnicas", aseguró un funcionario griego.
Grecia y sus acreedores europeos buscaron minimizar el martes los temores de que Atenas caería en una cesación de pagos ante el Fondo Monetario Internacional la próxima semana.
A medida que el efectivo se agota para pagar los salarios del sector público, las pensiones y las obligaciones de deuda, altos funcionarios del Gobierno del primer ministro Alexis Tsipras sostienen abiertamente que Grecia no tiene el dinero para desembolsar 300 millones de euros al FMI en junio.
Las amenazan han asustado a los mercados financieros, que temen que un default podría obligar a Grecia a abandonar la zona euro, colocando a la economía de Europa y global en un terreno incierto.
Sin embargo, el Gobierno reiteró el lunes que intentaría realizar el pago y el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, expresó su confianza en que se logrará a tiempo un pacto con los prestamistas y así evitar una moratoria.
Consultado sobre si Atenas podría cancelar el tramo ante el FMI, dijo: "Por supuesto, porque habrá un acuerdo para el 5 de junio".
Los comentarios recibieron una reacción positiva en Alemania, el mayor acreedor de Grecia y uno de los más firmes críticos en las extensas negociaciones con los prestamistas del FMI y la Unión Europea.
"Encuentro alentador, si es que es cierto, que Grecia haya expresado ayer (lunes) su deseo de pagar los 300 millones de euros al FMI el 5 de junio", dijo un funcionario alemán.
"Creo que hay razón para pensar que no esteremos hablando de una situación de default cerca del 5 de junio, ni antes ni inmediatamente después", agregó.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien ha estado en estrecho contacto con Tsipras a través de las lentas conversaciones, también expresó su optimismo en que Atenas cumplirá a tiempo con su compromiso.
"Mi impresión, después de hablar con varios colegas, es de que crece la sensación de que se evitaría un default", dijo Juncker a la agencia MNI.
El pago del 5 de junio es el primero de cuatro tramos que totalizan 1.600 millones de euros (1.760 millones de dólares) con el FMI el próximo mes, y la fecha se ha convertido en el próximo punto crucial para las alicaídas reservas de efectivo de Grecia.
Sin poder acceder a los mercados de bonos y con fondos de rescate congelados, el país ha dicho que se está quedando sin efectivo y que daría prioridad al pago de sueldos de funcionarios públicos y las pensiones por sobre la deuda con el FMI si se ve obligado a elegir.
Las conversaciones entre Grecia y sus acreedores sobre un mayor financiamiento se han extendido desde finales de enero, cuando Tsipras accedió al poder con las promesas de finalizar las medidas de austeridad y revertir reformas acordadas con los acreedores por parte del gobierno anterior.
El martes debía comenzar una nueva ronda de negociaciones con el denominado Grupo de Bruselas -que componen los prestamistas del FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea-, pero fue pospuesta hasta el miércoles por "razones técnicas", aseguró un funcionario griego.