Francia obliga por ley a los supermercados a que donen los alimentos sobrantes a la caridad
París, AFP
Francia no quiere ver a más personas rebuscando en los contenedores de basura que se encuentran cerca de las grandes superficies. ¿Van a multar a quien lo haga, como se hace en algunas ciudades de España? Nada más lejos de la realidad: van a obligar a los supermercados a donar toda la comida sobrante a organizaciones caritativas.
“La epidemia de la comida desperdiciada por toda Francia”. Así ha denominado el diputado socialista Guillaume Garot a este problema que su grupo parlamentario piensa solucionar con la medida. “Es escandaloso ver cómo los supermercados tiran lejía en los mismos contenedores en los que hay alimentos perfectamente comestibles”, asegura este exministro.
La ley, que se aprobó el pasado jueves en la Asamblea Nacional, prohíbe que las compañías arruinen la comida que no se haya vendido antes de tirarla, y además las obliga a firmar contratos antes del mes de julio con organizaciones que repartan alimentos entre los más necesitados. Si no lo hacen, se arriesgan a ser sancionados con multas de hasta 75.000€ o dos años de prisión.
Según los cálculos oficiales, en Francia cada habitante tira 30kg de comida al año, un desperdicio que en total cuesta 20.000 millones de euros. El objetivo es que en 2025 no se tire comida aprovechable a la basura en toda la nación.
Además de esta medida, la ley también contempla la implementación de programas educativos para niños, adultos y empresas para evitar este desperdicio. Además, el pasado mes de febrero se aprobó una norma que eliminaba la fecha de consumo preferente en los alimentos frescos.
Por su parte, la Fédération du Commerce et de la Distribution que representa a las grandes superficies se ha quejado de que la ley solo está diseñada para perseguirles a ellos, cuando según defienden “solo representamos el 5% del desperdicio total de comida en Francia”.
Francia no quiere ver a más personas rebuscando en los contenedores de basura que se encuentran cerca de las grandes superficies. ¿Van a multar a quien lo haga, como se hace en algunas ciudades de España? Nada más lejos de la realidad: van a obligar a los supermercados a donar toda la comida sobrante a organizaciones caritativas.
“La epidemia de la comida desperdiciada por toda Francia”. Así ha denominado el diputado socialista Guillaume Garot a este problema que su grupo parlamentario piensa solucionar con la medida. “Es escandaloso ver cómo los supermercados tiran lejía en los mismos contenedores en los que hay alimentos perfectamente comestibles”, asegura este exministro.
La ley, que se aprobó el pasado jueves en la Asamblea Nacional, prohíbe que las compañías arruinen la comida que no se haya vendido antes de tirarla, y además las obliga a firmar contratos antes del mes de julio con organizaciones que repartan alimentos entre los más necesitados. Si no lo hacen, se arriesgan a ser sancionados con multas de hasta 75.000€ o dos años de prisión.
Según los cálculos oficiales, en Francia cada habitante tira 30kg de comida al año, un desperdicio que en total cuesta 20.000 millones de euros. El objetivo es que en 2025 no se tire comida aprovechable a la basura en toda la nación.
Además de esta medida, la ley también contempla la implementación de programas educativos para niños, adultos y empresas para evitar este desperdicio. Además, el pasado mes de febrero se aprobó una norma que eliminaba la fecha de consumo preferente en los alimentos frescos.
Por su parte, la Fédération du Commerce et de la Distribution que representa a las grandes superficies se ha quejado de que la ley solo está diseñada para perseguirles a ellos, cuando según defienden “solo representamos el 5% del desperdicio total de comida en Francia”.