EE UU entra en Siria y mata a un alto mando del Estado Islámico

La operación tenía como objetivo capturar a Abu Sayyaf, que murió en la operación militar. Quien sí fue arrestada es su esposa Umm Sayyaf, también sospechosa de pertenecer al EI.

Silvia Ayuso
Washington, El País
Fuerzas especiales estadounidenses mataron a Abu Sayyaf, un alto mando del autoproclamado Estado Islámico (EI), durante un operativo terrestre llevado a cabo en el este de Siria, según confirmó la Casa Blanca el sábado. En la inusual misión, realizada con el visto bueno y el apoyo de Irak pero sin que Damasco fuera informado, fue capturada la esposa de Sayyaf, de la que se sospecha que también pertenece al EI. La mujer está siendo interrogada en un lugar no revelado de Irak.


Poco se sabe de Abu Sayyaf, al parecer de origen tunecino. Estados Unidos lo definió en un comunicado de la Casa Blanca como un “alto mando del EI” que estuvo involucrado en operaciones militares del grupo extremista. Pero su importancia radicaría sobre todo en su papel en las operaciones financieras de la organización terrorista y, especialmente, en la venta de petróleo y gas. Algunas fuentes estadounidenses lo llegaron a calificar ayer como el “emir del petróleo y gas” del EI. Ese negocio ilícito, según la Casa Blanca, “es una fuente clave de ingresos que le permite a la organización terrorista realizar sus brutales tácticas y oprimir a miles de civiles inocentes”.

Se sospecha que, aunque no estaba en lo más alto del escalafón del EI, Abu Sayyaf conocía al líder de la organización terrorista, el iraquí Abubaker al Bagdadi. En todo caso, era lo suficientemente importante como para que intentar capturarlo ameritara una arriesgada —e inusual— operación militar estadounidense sobre el terreno en Siria, donde las fuerzas internacionales hasta ahora operan desde el aire.


La misión, ordenada por el presidente Barack Obama, fue realizada en Al Amr, en el este de Siria, por fuerzas estadounidenses con base en Irak. Abu Sayyaf murió “durante la operación, cuando se enfrentó a las fuerzas estadounidenses”, declaró el Pentágono. Ninguno de los efectivos norteamericanos resultó herido.

Oficialmente no han trascendido más detalles. Pero una fuente del Pentágono dijo a medios estadounidenses que la misión fue realizada por efectivos de los Delta Force, trasladados en helicópteros Black Hawk y en un avión híbrido Osprey hasta donde los analistas de inteligencia habían localizado a Abu Sayyaf.

Una esclava yazidí

Al tocar tierra, los militares fueron recibidos a tiros y los extremistas trataron de usar a mujeres y niños como escudos humanos. En el combate “cuerpo a cuerpo”, según esta versión, habrían muerto una decena de extremistas, pero por el momento no se ha reportado que ningún civil resultara herido, según la fuente.

En el operativo fue capturada la esposa del terrorista, Umm Sayyaf, de la que, según la Casa Blanca, se sospecha que también tenía un “importante papel en las actividades terroristas” del EI. Washington cree que la mujer mantenía además esclavizada a una joven de la minoría yazidí que fue rescatada durante la misión y que EE UU quiere devolver a su familia “en cuanto sea posible”, según el comunicado.

Umm Sayyaf está ahora bajo custodia militar estadounidense en Irak, mientras se decide cómo proceder con la mujer de acuerdo con “con la seguridad nacional de EE UU y sus aliados y amigos y con las leyes nacionales y el derecho internacional”, dijo la portavoz del Consejo de Seguridad nacional de la Casa Blanca, Bernardette Meehan. Por el momento, Sayyaf estaba siendo interrogada para averiguar cuánto sabe sobre las operaciones del EI. Al parecer, Umm Sayyaf es de origen iraquí, por lo que podría ser entregada a Bagdad. Ello le libraría a Washington de decidir qué hacer con una presunta terrorista extranjera capturada fuera de territorio estadounidense, un grave dilema cuando Obama no ha renunciado a cerrar la prisión militar de Guantánamo. La Casa Blanca subrayó que dará acceso a la detenida al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

A espaldas de Damasco

Todo el operativo fue realizado con el “apoyo y el consentimiento total de las autoridades iraquíes”, subrayó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, que destacó el agradecimiento de Obama a la ayuda de Bagdad para esta “compleja” misión. Por el contrario, Washington no le notificó al régimen de Damasco sus planes. Al igual que con los ataques aéreos contra el EI en Siria, la operación fue “congruente con las leyes nacionales e internacionales”, se limitó a decir Meehan.

Obama ha sido muy reticente a autorizar operaciones sobre el terreno en Irak o Siria, donde una coalición internacional realiza bombardeos aéreos desde hace casi un año. El único precedente de esta operación es el fallido intento en 2014 de liberar a rehenes estadounidenses —entre ellos el periodista James Foley, brutalmente decapitado por el EI en agosto del año pasado— retenidos en Siria.

También fracasaron dos operaciones militares estadounidenses en Yemen el año pasado para liberar a rehenes extranjeros, en este caso en manos de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA). En el segundo intento frustrado, en diciembre, murieron durante el operativo los dos secuestrados que se había intentado rescatar, el periodista estadounidense Luke Somers y el cooperante sudafricano Pierre Korkie.

El secretario de Defensa, Ash Carter, destacó la importancia de esta nueva misión que “supone otro golpe significativo contra el EI”, que el viernes logró un triunfo simbólico en Irak al lograr plantar la bandera negra con que se identifica en la sede del Gobierno provincial en la estratégica ciudad de Ramadi.

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