China es una mina de oro para Apple
El gigante asiático supera a Europa y se convierte en el segundo mercado de la compañía
Xavier Fontdeglòria
Pekín, El País
Viendo las colas que se forman a diario en cualquiera de las tiendas de Apple en Pekín se puede intuir la predilección de muchos ciudadanos chinos por los productos de esta marca. Es el caso de Gao Lintao, recién graduado en Biología que acaba de comprarse el iPhone 6 Plus, cuyo precio es como mínimo de 6.088 yuanes (unos 875 euros). Acaba de pagar por él una cantidad considerablemente mayor a su salario mensual, pero está satisfecho con su compra, que le permitirá jubilar su anterior teléfono, el iPhone 5.
Clientes como Gao son los que han impulsado la explosión de la compañía con sede en Cupertino (California) en China. La compañía facturó 16.800 millones durante el primer trimestre del año, un 71% más comparado con el mismo periodo en 2014. Este crecimiento consolidó a la Gran China —que incluye Hong Kong, Macao y Taiwán— como el segundo mercado de Apple, solamente por detrás de Estados Unidos y superando por primera vez a Europa, con un 29% del total de ventas mundiales.
La jugada de Apple con el iPhone 5C, la versión de bajo coste de su terminal más famoso, no convenció al mercado chino, que en este nicho apuesta por alternativas locales. El éxito ha llegado gracias a sus últimos modelos de smartphones, el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus, productos de alta gama con los que la compañía se embolsa unos márgenes de hasta el 30%. El éxito de estos terminales, según los analistas, radica en tamaño de la pantalla: “Los fans de la firma en China llevan años esperando los teléfonos de pantalla grande y ahora los están adquiriendo a un ritmo frenético”, aseguró en una nota la compañía de investigación Strategy Analytics.
Uno de los vendedores de la tienda en Pekín confirma la tesis: “son, sin duda, los productos que más nos piden”. En doce meses, la cuota de mercado en ventas de smartphones de la empresa estadounidense en China ha pasado de un endémico 8% al 12,3%. Y las previsiones es que siga subiendo. “Nunca he visto tanto crecimiento de la clase media como en China, y allí es donde se van la mayor parte de nuestras ventas”, aseguró recientemente el consejero delegado de Apple, Tim Cook. Con 557 millones de usuarios de teléfonos inteligentes y un crecimiento que ronda el 10% anual, China podría convertirse próximamente en el primer mercado mundial de Apple.
Ante estas perspectivas, la compañía multiplica su presencia en el país. Su tienda virtual puede enviar pedidos a más de 350 ciudades del país y sus establecimientos físicos —19 en una decena de urbes— llegarán a los 40 a finales de año.
A pesar del fuerte crecimiento, Apple no es la marca líder en venta de teléfonos. En lo más alto del podio se encuentra la compañía local Xiaomi, una auténtica revelación que ha conquistado el mercado chino en solamente cinco años con precios imbatibles y unas prestaciones equiparables a las que ofrecen sus competidores. Su terminal estrella, el Hongmi, puede adquirirse a partir de 599 yuanes (86 euros), aproximadamente una décima parte de lo que cuesta la versión más barata del iPhone 6. Durante los tres primeros meses del año, Xiaomi vendió 14,2 millones de teléfonos.
Samsung, que llevaba liderando las ventas de terminales en China desde finales de 2011, ha sido el gran perjudicado del auge de Xiaomi y Apple. El éxito de ambas marcas es indicativo de la progresiva bipolarización del mercado chino entre los que buscan un precio competitivo, que se quedan con la primera opción, y los que dan importancia al estatus, que escogen la segunda.
Xavier Fontdeglòria
Pekín, El País
Viendo las colas que se forman a diario en cualquiera de las tiendas de Apple en Pekín se puede intuir la predilección de muchos ciudadanos chinos por los productos de esta marca. Es el caso de Gao Lintao, recién graduado en Biología que acaba de comprarse el iPhone 6 Plus, cuyo precio es como mínimo de 6.088 yuanes (unos 875 euros). Acaba de pagar por él una cantidad considerablemente mayor a su salario mensual, pero está satisfecho con su compra, que le permitirá jubilar su anterior teléfono, el iPhone 5.
Clientes como Gao son los que han impulsado la explosión de la compañía con sede en Cupertino (California) en China. La compañía facturó 16.800 millones durante el primer trimestre del año, un 71% más comparado con el mismo periodo en 2014. Este crecimiento consolidó a la Gran China —que incluye Hong Kong, Macao y Taiwán— como el segundo mercado de Apple, solamente por detrás de Estados Unidos y superando por primera vez a Europa, con un 29% del total de ventas mundiales.
La jugada de Apple con el iPhone 5C, la versión de bajo coste de su terminal más famoso, no convenció al mercado chino, que en este nicho apuesta por alternativas locales. El éxito ha llegado gracias a sus últimos modelos de smartphones, el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus, productos de alta gama con los que la compañía se embolsa unos márgenes de hasta el 30%. El éxito de estos terminales, según los analistas, radica en tamaño de la pantalla: “Los fans de la firma en China llevan años esperando los teléfonos de pantalla grande y ahora los están adquiriendo a un ritmo frenético”, aseguró en una nota la compañía de investigación Strategy Analytics.
Uno de los vendedores de la tienda en Pekín confirma la tesis: “son, sin duda, los productos que más nos piden”. En doce meses, la cuota de mercado en ventas de smartphones de la empresa estadounidense en China ha pasado de un endémico 8% al 12,3%. Y las previsiones es que siga subiendo. “Nunca he visto tanto crecimiento de la clase media como en China, y allí es donde se van la mayor parte de nuestras ventas”, aseguró recientemente el consejero delegado de Apple, Tim Cook. Con 557 millones de usuarios de teléfonos inteligentes y un crecimiento que ronda el 10% anual, China podría convertirse próximamente en el primer mercado mundial de Apple.
Ante estas perspectivas, la compañía multiplica su presencia en el país. Su tienda virtual puede enviar pedidos a más de 350 ciudades del país y sus establecimientos físicos —19 en una decena de urbes— llegarán a los 40 a finales de año.
A pesar del fuerte crecimiento, Apple no es la marca líder en venta de teléfonos. En lo más alto del podio se encuentra la compañía local Xiaomi, una auténtica revelación que ha conquistado el mercado chino en solamente cinco años con precios imbatibles y unas prestaciones equiparables a las que ofrecen sus competidores. Su terminal estrella, el Hongmi, puede adquirirse a partir de 599 yuanes (86 euros), aproximadamente una décima parte de lo que cuesta la versión más barata del iPhone 6. Durante los tres primeros meses del año, Xiaomi vendió 14,2 millones de teléfonos.
Samsung, que llevaba liderando las ventas de terminales en China desde finales de 2011, ha sido el gran perjudicado del auge de Xiaomi y Apple. El éxito de ambas marcas es indicativo de la progresiva bipolarización del mercado chino entre los que buscan un precio competitivo, que se quedan con la primera opción, y los que dan importancia al estatus, que escogen la segunda.