Tras dos años de la Ley del Libro, la piratería sigue navegando viento en popa
Uno a uno pasan los transeúntes por el pasaje Núñez del Prado, un sector tradicional de venta de libros de La Paz, donde se pueden encontrar textos de diferentes temáticas, desde fábulas infantiles hasta best sellers de grandes escritores como Gabriel García Márquez. No obstante, en su gran mayoría, los textos tienen un factor en común, todos son copias o, los comúnmente llamados: “piratas”.
"-¿Estoy buscando un libro original de Carlos Cuauhtémoc Sánchez (escritor mexicano)?", pregunta un cliente. “No, no lo tenemos”, responde una de las 68 vendedoras de libros que conforman la Asociación Antonio Paredes Candia, que está instalada en este pasaje ubicado debajo de la calle Loayza, en la zona central de la sede de gobierno.
Es casi imposible encontrar libros originales de escritores extranjeros en este sector. Textos como los de Cuauhtémoc Sánchez o del peruano Mario Vargas Llosa u otros son sobre todo copias provenientes de Santa Cruz y otros departamentos, según señala Máxima Ramos, una vendedora de libros del pasaje Núñez del Prado, que tiene más de 35 años en el rubro.
El precio de los libros pirata es bajo: 70 e incluso 50 por ciento menos con relación al original. Ramos comenta, por ejemplo, que hace 20 años un libro original de García Márquez podía costar 50 bolivianos y se vendía en este pasaje a 70 u 80, pero al ver la alta demanda, imprentas de ese entonces copiaban el texto y lo entregaban a los vendedores a 30 bolivianos para su venta en 50. Hoy por hoy, cuenta Ramos, esta práctica persiste para libros que tienen alta demanda.
Esta historia se hace oportuna a dos años de vigencia de la Ley del Libro y la Lectura “Oscar Alfaro”, que fue promulgada por el presidente Evo Morales el 29 de abril de 2013. Existen escritores que consideran que si bien la ley permitió reconocer la importancia de la lectura y la producción intelectual, no ha frenado un aspecto esencial para su rubro: la piratería.
“La ley como tal es maravillosa, pero hay que trabajar muchísimo al respecto. En Santa Cruz se han cerrado varias librerías por la piratería, tenemos muy pocas en Santa Cruz y también a nivel nacional”, informó a la ANF la presidenta de la Cámara Departamental del Libro de Santa Cruz, Sarah Mansilla.
