Rusia investiga caso de corrupción con contratistas
Investigadores en Rusia dieron a conocer un caso de corrupción el miércoles contra contratistas que construyen un centro espacial donde los trabajadores no han recibido su paga desde hace meses y han pedido ayuda directamente al presidente Vladimir Putin.
El Cosmódromo Vostochny, bajo construcción en un área remota en el lejano oriente ruso, es un proyecto prioritario que dará a Rusia su propia instalación para realizar lanzamientos espaciales tripulados y reducirá su dependencia en el Cosmódromo Baikonur en Kazajastán.
El Ministerio del Interior informó el viernes que sus investigadores habían descubierto el enriquecimiento de 50,5 millones de rublos (casi 1 millón de dólares) por parte de uno de los subcontratistas, además del desvío de 48 millones de rublos por parte de otro subcontratista descubierto anteriormente. La agencia no reveló el nombre de los subcontratistas.
Algunos de los que trabajaron en el cosmódromo no han recibido su sueldo desde diciembre y han realizado varias huelgas de hambre.
Para atraer la atención a su apuro, pintaron un mensaje dirigido a Putin en los techos de sus barracas con enormes letras blancas que decían: "Querido Putin. Salve a los trabajadores. Queremos trabajar". Fotografías captadas desde un helicóptero fueron colocadas en internet.
La semana pasada, los trabajadores también fueron invitados a hablar de su caso a través de un video, mientras el presidente prometió que recibirán los sueldos que les deben.
A pesar de eso, unos 20 trabajadores declararon una nueva huelga de hambre el miércoles. La agencia de noticias Interfax publicó un comunicado donde los obreros dicen que su empleador, un subcontratista llamado Stroiindustriya, debe a 311 trabajadores un total de 16,1 millones de rublos (unos 310.000 dólares).
Mientras la economía rusa está en recesión por tercer año como resultado de los bajos precios del petróleo y las sanciones impuestas por Occidente, algunas empresas han batallado para cumplir con el pago de las nóminas. El gobierno está presionando a las principales empresas rusas para que no despidan al personal y como resultado, el retraso en los pagos está en aumento.
