Protestan en Kenia por lenta respuesta a ataque extremista

Nairobi, AP
La indignación de los ciudadanos se hizo presente el martes en las calles de la capital de Kenia debido a la demora de siete horas con que las autoridades respondieron al ataque de hombres armados en una universidad.


Poco antes del amanecer el jueves, los funcionarios recibieron información de la agresión contra la Universidad Garissa, en el noroeste de Kenia, donde cuatro extremistas asesinaron a 148 personas antes de que al anochecer cayeran abatidos a manos de la policía.

Se han generado interrogantes en torno a si la tardanza de la policía contribuyó a que la cifra de víctimas se elevara en un país que enfrenta la amenaza de extremistas islámicos pertenecientes al grupo Al Shabab, que tiene su base en Somalia.

Durante una manifestación en la que participaron unas 250 personas, estudiantes que pasaban junto a un camión del ejército que transportaba soldados equipados con boinas rojas y fusiles les gritaron: "¿Dónde estaban ustedes?". Los soldados no respondieron.

Los manifestantes golpearon también los costados de un vehículo policial y durante algunos momentos se reunieron en el exterior de la sede de la policía del país, gritando de nuevo: "¿Dónde estaban ustedes?"

Las fuerzas armadas de Kenia, que tienen un cuartel en el pueblo de Garissa, fueron las primeras en responder a la emergencia con ayuda de algunos policías locales, ha dicho el gobierno. La unidad táctica paramilitar, conocida como Reece, fue informada del ataque pero quedó a la espera porque las fuerzas armadas dijeron que podían hacerse cargo de la situación, informó un alto mando de la policía al tanto de la operación del jueves.

Tuvieron que pasar varias horas, en las que hubo bajas entre los militares, para que se tomara la decisión de enviar al grupo Reece, cuya sede está en Nairobi, el cual está entrenado para situaciones donde hay rehenes y en el combate en espacios cerrados. El funcionario habló a condición de que se respetara su anonimato porque no está autorizado a hacer declaraciones a medios de comunicación.

El coronel David Obonyo, portavoz militar, no respondió de inmediato a las llamadas telefónicas que se le hicieron para solicitarle sus comentarios al respecto.

Debido a que los helicópteros de la policía no podían volar por fallas mecánicas, los integrantes del cuerpo de élite tuvieron que viajar a Garissa, distante 320 kilómetros (200 millas), en dos avionetas que no pudieron llevar a todos los miembros, por lo que algunos tuvieron que desplazarse en auto. Una vez que el equipo táctico llegó al campus sitiado, a las 5 de la tarde —casi 12 horas después de que comenzó el ataque— sus integrantes mataron a los agresores y recuperaron el control del lugar. Para entonces 148 personas habían muerto.

Kenia prometió que tomará represalias contra la milicia Al Shabab, y sus fuerzas armadas anunciaron el lunes que habían lanzado ataques aéreos sobre campamentos militares en Somalia.

La falta de una respuesta coordinada a una emergencia también afectó a las fuerzas de seguridad de Kenia luego del ataque de Al Shabab al centro comercial Westgate de Nairobi en septiembre de 2013, en el que murieron 67 personas. El ejército entró al centro comercial sin percatarse de que integrantes del Recce ya se habían infiltrado en el sitio y trataban de cercar a los agresores, lo que provocó un enfrentamiento entre ambas fuerzas del orden en el que murió un agente de la unidad de élite.

"Nos hemos negado a aprender del ataque al centro comercial. ¿Qué hizo el ejército keniano durante siete horas antes de que llegara el equipo Recce? ¿Sólo estaban mirando?", preguntó el articulista Patrick Gathara.

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